Familiares, amigos y vecinos del sacerdote Antonio Rodríguez, detenido en El Salvador por la supuesta introducción de objetos ilegales a pandilleros presos en las cárceles, volverán a concentrase mañana domingo en Daimiel (Ciudad Real) para exigir su libertad.
El domingo pasado, unas 300 personas se reunieron en una concentración similar convocada por la familia para pedir «justicia» para su paisano.
Desde entonces, la situación legal del «padre Toño», como le llaman en El Salvador, no ha mejorado ya que el pasado martes, tras una audiencia de más de 10 horas, un tribunal de aquel país ordenó su detención provisional acusado de colaborar con pandillas.
En ese tribunal, Rodríguez fue recibido por decenas de feligreses y miembros de organizaciones sociales, que se apostaron en la puerta con pancartas y leyendas de apoyo.
El sacerdote, párroco del municipio de Mejicanos, cercano a San Salvador, dirige un programa de rehabilitación de pandilleros.
Un día antes, el lunes, y por otras acusaciones de la Fiscalía, se le habían impuesto al religioso medidas cautelares como la prohibición de salir del país o reunirse con pandillas y la obligación de presentarse ante el tribunal una vez al mes.
Mientras continúa el proceso en su contra, Rodríguez permanece detenido en dependencias de la Policía Nacional Civil (PNC), y no en una prisión.
Por su parte, la Embajada de España en El Salvador está prestando asistencia consular al sacerdote, y fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores indicaron esta semana a Efe que la embajada está muy pendiente del caso y mantiene un contacto permanente con todas las partes implicadas.
DECLARACIÓN INSTITUCIONAL
Y desde el Ayuntamiento de su localidad natal, Daimiel, se hizo una declaración institucional en la que pedían a las autoridades judiciales que se respeten sus derechos y al Gobierno salvadoreño que vele por su integridad física.
Por su parte, el padre del religioso aseguró esta semana que la noticia de la detención de su hijo ha sido «inesperada» puesto que conocen su comportamiento que siempre ha sido «correcto y justo».
«Lo único que deseamos», apuntó visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, «es que nuestro hijo quede en libertad cuanto antes».
La madre de Antonio Rodríguez pudo hablar con él durante unos minutos y comentó que estaba tranquilo, dentro de la situación que está viviendo.