Los planes PIVE, diseñados por el Gobierno central para estimular el mercado del automóvil, han generado un impacto económico del 312 millones de euros en Castilla-La Mancha, según una estimación de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Así, en cuanto a la recaudación, precisa en un comunicado que los ingresos fiscales en la región se aproximarán a 108 millones de euros, de los que 78 corresponden al IVA e impuesto de matriculación.
Además, Anfac estima un impacto económico de otros 30 millones de euros vinculados a la comercialización, los seguros, la financiación o el transporte, entre otros aspectos.
En la región, según Anfac, 8 de cada 10 matriculaciones del canal particular son debidos a los planes PIVE, que considera que «están sirviendo de dinamizador de la economía y también de la industria española y de Cantabria».
Sin embargo, y a pesar de que gracias a esta iniciativa este año crecerán las matriculaciones de vehículos, la asociación ha estimado que el mercado de turismos en España y en Castilla-La Mancha «todavía» está por debajo de los volúmenes deseados.
Anfac recuerda, además, que la influencia de los planes PIVE no se reduce solamente a la economía y destaca su impacto social al contribuir a convertir en chatarra cerca de 715.000 vehículos en España para sustituirlos por otros de mayor eficiencia energética.
De esta forma, apunta que se reducirá el consumo de combustible en unos 362 millones de litros, el equivalente a una ahorro de 507 millones de euros.