El pintor autodidacta Graciano García Cantalejo inauguró el sábado en la Ermita de San Roque una exposición pictórica con treinta óleos figurativos, muchos de ellos con Sigüenza y su comarca como referente, puesto que los fondos incluyen paisajes de Alcuneza, Guijosa, la propia ciudad o Trijueque. Expone en San Roque (Sigüenza, Guadalajara), hasta el 20 de agosto.
García Cantalejo nació en Madrid en el año 1943. Aficionado al dibujo desde su infancia, aprendió de manera autodidacta compaginando sus inquietudes artísticas con sus estudios de como Ingeniero Industrial, hasta que, a finales de los años 70, durante sus veraneos en Sigüenza, entabló amistad con la familia de pintores Santos Viana (Fermín Santos y sus hijos Antonio Santos «Viana» y Raúl Santos Viana).
Durante cuatro años acudió diariamente al estudio-taller de «Viana» en el Rastro de Madrid, introduciéndose en el ambiente castizo de los pintores callejeros. Cuando, a mediados de los ochenta, los Santos Viana trasladan su residencia definitivamente a Sigüenza, Graciano prosiguió su desarrollo en solitario. En la exposición, el pintor ha querido hacerle un homenaje a la familia, «por la que conservo un cariño inmenso», afirmaba en la inauguración, incluyendo un cuadro en el que representa la puerta del estudio del trío del color en la calle San Roque, con los cuadros secándose al sol, tal como era la costumbre de los Santos Viana.
Graciano cuenta en su haber con 15 exposiciones individuales, y otras tantas colectivas. El pintor, casado con una alcunecina, ya había traído su arte a la ciudad del Doncel en una ocasión anterior, en el año 2009. El mismo define su estilo: «Una de esas personas que se afanan en descubrir los trucos y los secretos de los grandes pintores preguntó en cierta ocasión a Monet acerca de la gama de colores que utilizaba normalmente en su paleta; este le contestó dándole los nombres comerciales de los seis colores que usaba como fundamentales añadiendo que, al fin y al cabo, los colores no son más que una herramienta que con el transcurso de los años llega a manejarse por instinto. Si alguien me hiciese la misma pregunta, yo le respondería que los colores de mi paleta son el blanco puro del carácter castellano, el azul de ese cielo del que Santa Teresa decía que manda sobre la tierra, el rojo de teja árabe, el amarillo del trigo de verano a pleno sol, el ocre de las tierras de La Alcarria, el siena de sus piedras y sobrio verde de sus encinas».
La exposición fue inaugurada el sábado en la Ermita de San Roque en presencia del alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, y de la concejala de Cultura, Sonsoles Arcones, que se encargó de hacer la semblanza del pintor. Cerraba la apertura el propio artista. «Meterse en el lienzo cuando se pinta, llegar a sentir el calor del sol en la piel, oler los aromas del monte, oír el chasquido de los rastrojos al pisarlos, es una sensación espléndida. Yo creo que es cuestión de pasión. Si observas algo con el máximo interés, ese algo te atrae hacia ello, es cuestión de dejarse llevar. Yo os pido, con toda humildad, que os dejéis llevar, al menos un poquito, por estas impresiones y recuerdos. Tal vez acabéis entrando en alguno de ellos».
Permanecerá en San Roque hasta el próximo día 20 de agosto.