Hace unas semanas, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente concedía el premio Alimentos de España al Mejor Vino 2014 a la bodega Dehesa del Carrizal por su vino Petit Verdot 2010.
El Petit Verdot 2010 recibió el apoyo del jurado por unanimidad, aunque no era el primer galardón que conseguía en 2014. Precisamente, este año recibía el premio Gran Bacchus de Oro, «un reconocimiento que equivale a ser premiado como el mejor vino del mundo», indican desde la bodega en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real).
El secreto para conseguir el mejor vino de España se resume en tres factores: el clima, el suelo y el factor humano. El director de la bodega, Pierre-Yves Dessèvre, señalaba que el clima y el suelo «nadie lo puede cambiar»; en cuanto al tercer factor está relacionado con la experiencia y el conocimiento y «tiene su importancia, porque si nos equivocamos en la toma de decisiones, nunca podemos llegar al objetivo». Pero ellos han llegado y han entrado por la puerta grande.
Dehesa del Carrizal es una bodega «relativamente joven» en el mundo del vino, realizó el primer vino en 1991; y ya destinan el 70 por 100 de la producción al mercado exterior (Suiza, Dinamarca, México o Japón, «un país que funciona bien», son algunos de los destinos elegidos), si bien quieren hacer un esfuerzo en el mercado nacional.
De momento, llevan el sello del mejor vino, lo que sin duda les ayudará a abrir nuevas puertas a una empresa cuya producción alcanza las 100.000 botellas anuales. Un vino que es «sorprendente, potente y elegante» y a nivel aromático, «muy específico… con notas frescas de menta, de regaliz» que es «ideal para tomar con carne asada hasta ¡con chocolate!», aconsejaba Pierre-Yves Dessèvre, quien se muestra convencido de la ayuda que supone un premio de esta categoría.