La redacción de ECOS y encastillalamancha.es y nuestros mails y teléfonos se llenan de mensajes y llamadas de reconocimiento y cariño por la labor realizada durante 17 años y 859 números, una tarea periodística que hoy ha finalizado con la llegada al quiosco del último número.
El descenso de los ingresos publicitarios en el sector de los medios de comunicación y, en especial, de la prensa escrita ha supuesto en nuestro caso un obstáculo insuperable para mantener la actividad periodística en papel. Como saben, seguimos adelante en la red pero ahora pendientes de contar lo que ocurre en Castilla-La Mancha, con la filosofía de siempre, basada exclusivamente en la pluralidad y en la independencia.
Y con la convicción de que no solo es noticia lo que hacen los poderosos. Esa filosofía nos ha permitido ser un medio presente en los más humildes rincones de la geografía toledana y en los más influyentes despachos, lo que nos llena de orgullo y nos carga de responsabilidad en la tarea diaria de informar.
Nos vamos del papel, en el que han quedado las huellas marcadas de los toledanos que se acercaban a la revista y que nos han distinguido prestando un poco de su curiosidad y de su tiempo a nuestros contenidos.
Hemos gozado de una respuesta sin igual de nuestros empresarios, que durante 859 semanas ininterrumpidas confiaron su imagen y sus mensajes comerciales a nuestro soporte y que nos permitieron desarrollar una musculatura periodística a prueba de cualquier agresión de palabra, obra o pensamiento. Su generosidad en tiempos de crisis es impagable.
Hoy, junto a alguna lágrima, se nos agolpan los momentos de los recuerdos acumulados a base de tinta y papel, grabados para siempre en nuestra memoria y en el orgullo de un quehacer que ha tenido tan buena acogida y durante tanto tiempo.
Agradecidos para siempre, os devolvemos lo aprendido en el vino de la última cosecha ECOS: encastillalamancha.es, donde seguiremos hablando de todo y de todos.