Culpable, como no podía ser de otra forma después de reconocer, nada más comenzar el juicio, todos los hechos de los que se le acusaban. Un jurado popular ha declarado culpable, por unanimidad, a Norma Gabriela, por matar a su exmarido a cuchilladas el 26 de noviembre de 2020 en la vivienda de este cuando se encontraba con su nueva pareja.
Culpable de tres delitos, entre ellos el de homicidio
Culpable de tres delitos: homicidio, delito leve de maltrato de obra y delito leve de daños.
El jurado, compuesto por seis mujeres y tres hombres, no ha tenido ninguna duda. Y menos después de que la acusada, en su declaración ante la fiscal, haya reconocido, pregunta a pregunta, que sí, que fue ella la autora de la muerte.
Para ello utilizó dos cuchillos y una de las cuchilladas fue mortal al afectarle directamente a la arteria carótida externa istal y a la vena yugular interna ipsilateral.
Ahora sólo queda saber la sentencia definitiva, que impondrá el Tribunal que ha juzgado a la mujer.
Fue a la casa donde estaba su exmarido y…
Según el escrito de la Fiscalía, los hechos tuvieron lugar poco antes de las 9 horas del 26 de noviembre de 2020, cuando el fallecido, J.R.M., tras haber pasado la noche con su pareja, D.A.P.C., y encontrándose juntos en el domicilio de la víctima en Seseña Viejo, mantuvo varias conversaciones telefónicas con su exesposa, la acusada N.G.E., de la que se había divorciado varios años antes, que derivaron en una discusión entre ambos porque la acusada le recriminaba que las hijas menores habían sido llevadas al colegio por el chófer de J.R.M. en lugar de por este, como la acusada entendía que debía hacer.
Mientras J.R.M. y su pareja se vestían para iniciar una nueva jornada, este advirtió desde la ventana de su dormitorio que en el exterior del inmueble se encontraba N.G.E. anunciando a su pareja que presumiblemente provocaría un altercado, como ya había hecho en ocasiones anteriores.
Se lanzó sobre su cuello…
La acusada, aprovechando que disponía de una llave de la vivienda que le había cedido J.R.M.. quien en todo caso le permitía el paso al inmueble, accedió a la misma y se dirigió directamente al dormitorio donde se encontraban J.R.M. y D.A.P.C., abriendo la puerta del mismo para, al encontrarse con J.R.M., recriminarle nuevamente que no hubiera llevado a las niñas al colegio al tiempo que, al percatarse de la presencia en el dormitorio de D.A.P.C., espetarle: «¿Quién hay dentro de la habitación?».
A pesar de que J.R.M. le instó a que se marchara, la acusada, resuelta desde el primer momento en el propósito de menoscabar la integridad física de D.A.P.C., se abalanzó sobre ella, tirándola del pelo, ante lo que la víctima reaccionó tratando de separarla, momento en el que la acusada se lanzó sobre su cuello mordiéndole, siguiendo en su violenta acometida hasta que su exmarido pudo sacarla del dormitorio y cerrar la puerta, incluso con el cerrojo, para evitar que pudiera entrar.
La acusada golpeó la puerta con tanta intensidad que logró romper el cerrojo e incluso la madera, para finalmente abrirla.
Cogió dos cuchillos metálicos y… «Te voy a matar»
J.R.M. y su pareja, creyendo que la acusada ya se había marchado, continuaron en el dormitorio vistiéndose, si bien la acusada, en lugar de abandonar el domicilio, se dirigió a la cocina situada en la planta inferior, donde cogió dos cuchillos metálicos de hoja afilada y punzante, portando uno en cada mano, y resuelta en el propósito de acabar con la vida de su exmarido subió las escaleras dirigiéndose directamente hasta el dormitorio, irrumpiendo de forma sorpresiva y diciendo a J.R.M.: «Te voy a matar».
Ante los cuchillos que blandía la acusada y las expresiones que profería, sin posibilidad alguna de defenderse ante la sorpresa de la irrupción de la acusada en el dormitorio, D.A.P.C. reaccionó cogiendo dos almohadas con las que protegerse, entregando una de ellas a J.R.M., al tiempo que ambos pedían a la acusada que se calmara.
Le seccionó la arteria carótida y la yugular
Nada de ello aplacó la decisión de la acusada, quien se abalanzó sobre su exmarido con los dos cuchillos alcanzándole en la zona del cuello, seccionando la arteria carótida externa istal y la vena yugular interna ipsilateral, provocando la disección traumática de la arteria vertebral y continuando en su acometida hasta que J.R.M. logró salir del dormitorio mientras D.A.P.C., quien salió tras su pareja, sujetaba la puerta para evitar que la acusada continuara el ataque.
Tras ello, J.R.M. abandonó el inmueble seguido de D.A.P.C. siendo trasladados hasta un centro médico en un vehículo particular por un vecino, mientras su pareja trataba de evitar, sin éxito, la pérdida masiva de sangre taponando la herida del cuello incluso con sus propias manos.
Piden una pena de 14 años de cárcel
La acusada, tras el acometimiento sobre ambos, salió de la vivienda, dirigiéndose primero al jardín, donde procedió a esconder los dos cuchillos utilizados dentro del agua de una fuente, y después cogió su vehículo para seguir el coche en el que J.R.M. era trasladado hasta un centro médico.
J.R.M. fue trasladado primero al Hospital Universitario del Tajo, en la localidad de Aranjuez, si bien la gravedad de las heridas que presentaba provocaron su traslado al Hospital Doce de Octubre de Madrid, donde finalmente falleció a las 16.25 horas del 2 de diciembre de 2020.
Según el Ministerio Fiscal, estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato homicidio, por el que pide una pena de 14 años de prisión.