sábado, 21 de septiembre de 2024
San Julián 26/08/2014junio 9th, 2017

Los diestros Julián López «El Juli» y Alejandro Talavante salieron triunfadores del tercer festejo de la feria de San Julián celebrado hoy en Cuenca, en el que Enrique Ponce protagonizó también una notable faena a su segundo toro, premiada con una oreja por falta de mayor contundencia con la espada.

Toros de Daniel Ruiz, bien presentados y de juego variado. Los mejores, los bravos y repetidores cuarto, quinto, este premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, y sexto. Se dejó sin más el noble tercero; el parado primero y el descompuesto y bruto segundo, los más deslucidos del envío.


Enrique Ponce: pinchazo, media tendida y tres descabellos (ovación tras aviso); y pinchazo y estocada (oreja).

Julián López «El Juli»: dos pinchazos, media y descabello (leves pitos); y gran estocada (dos orejas).

Alejandro Talavante: media eficaz (oreja); y estocada (oreja).

La plaza tuvo más de dos tercios de entrada en tarde muy calurosa.

LAS SEGUNDAS PARTES SÍ SON BUENAS

Al toro que abrió plaza, muy agarrado al piso, Ponce anduvo con mucho oficio, dándole todas las ventajas posibles para ver si «rompía» hacia adelante, sin embargo, su labor, de enorme mérito y gran capacidad, se desvaneció por completo por el mal uso de los aceros.

Con el cuarto estuvo sensacional Ponce en una faena completísima de principio a fin. Con el capote mostró gran plasticidad, y en la muleta llevó a cabo una faena de largo metraje en la que destacaron sobremanera naturales desmayados y la «poncina» final. Gran toro y gran torero, incombustible al paso del tiempo. El pinchazo que antecedió a la estocada hizo que cortara solo una oreja.

El segundo de la tarde, primero del lote del Juli, embistió descompuesto y soltando mucho la cara. Cierto es que en los dos primeros tercios reinó el desconcierto, por lo que el astado llegó a la muleta muy deslucido. Con todo en contra y sin material propicio, el madrileño optó por abreviar después de un ligero macheteo.

Pero la consabida raza de Julián López no iba a permitir que se fuera de vacío de Cuenca. Tras un inicio incierto de faena al quinto, sin embargo, el bravo toro de Daniel Ruiz fue siempre a más, como la faena del Juli, que se «emborrachó» de torear por los dos pitones, en una labor de ritmo creciente que acabó con una gran estocada que le permitió pasear las dos orejas.

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