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04/09/2014junio 8th, 2017
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«Castilla-La Mancha está hoy mejor que hace un año, pero peor de lo que estará dentro de un año». Éste fue el pronóstico de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en el Debate del Estado de la Región de 2013, el segundo que protagonizaba como jefa del Gobierno.

Dónde estamos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, será seguramente también el eje de los discursos de Cospedal, del PSOE y del PP, aunque con muy distintas conclusiones.


Más allá de las medidas que la presidenta de la Junta anuncie y que necesariamente deben tocar los palos de fomentar el empleo, ayudar a la activación de la economía y contribuir a la regeneración de la actividad política e institucional, tan denostada y alejada de los ciudadanos, los protagonistas del Debate del Estado de la Región que se celebra los días 3 y 4 se centrarán en las comparaciones, en el antes y el después de las elecciones de 2011.

Como les contamos en encastillalamancha.es, Cospedal, antes de irse de vacaciones reunió a altos cargos del Gobierno y del partido, además de a los asesores de prensa, para pedirles que confíen en el futuro y dediquen el próximo y difícil año que queda hasta las elecciones a explicar cómo estaba Castilla-La Mancha cuando llegó el PP y cómo es ahora, convencida de que el PP puede presumir de gestión y de que el futuro es esperanzador.

En el lado «popular» el dibujo es más o menos como sigue. Esta comunidad era una región al borde de la quiebra y abocada al cierre de hospitales, centros de salud, colegios y servicios sociales como consecuencia de la gestión del gobierno socialista que dejó un endeudamiento cercano a los 11.000 millones de euros, más de 3.000 de ellos en facturas sin pagar a los proveedores y el déficit más alto de España. Aquella cifra de déficit hacía que los banqueros se troncharan de risa cuando aparecían la presidenta o el consejero de Hacienda a pedir refinanciación para hacer frente a los impagos y la gestión del día a día. En definitiva, una región que no podía pagar el pasado ni financiar el presente y con sus servicios básicos al borde de la quiebra. Tres años después, la región cumple con el objetivo de déficit marcado y recibe los elogios de los principales líderes de la Unión Europea que nos visitan. Ése será el cogollo de la intervención de Cospedal y muy especialmente del portavoz del PP, Francisco Cañizares.

El PSOE, representado en este debate por su portavoz parlamentario, José Luis Martínez Guijarro, ya que su jefe de filas, Emiliano García-Page, no es diputado, pondrá la foto en negativo. Los socialistas echarán en cara a Cospedal que recibió una región a la cabeza en aplicación de la dependencia, con una sanidad cuyos servicios y prestaciones crecían vertiginosamente y una educación más solidaria, además de unos servicios sociales que habían llegado a mitigar desigualdades. Así dibujará el PSOE la región que dejó para a continuación pintar la Castilla-La Mancha actual como una comunidad con más paro que antes y donde se desmantelan los servicios públicos para hacer de ellos un negocio en manos privadas. Una región donde la gente vive cada vez peor, tanto en las ciudades como en el mundo rural y en la que crecen las desigualdades.

La pregunta clave del Debate es si estamos mejor o peor, pero la noticia vendrá de las medidas que proponga Cospedal, especialmente de las que tengan calado político. De sus propuestas en el Debate de 2012 se ha nutrido, y envenenado, todo el debate político de la legislatura. Fue el 6 de septiembre de 2102 cuando la presidenta de CLM anunció que quitaría la dedicación exclusiva a los diputados y dejaría en la mitad el parlamento. Lo primero se aplica desde enero de 2013 y lo segundo se cumplió en julio con la aprobación de una ley electoral que ha sido condenada por todos los partidos menos el PP, como lo fue la reforma del Estatuto de Autonomía que pasó por el Congreso y que era necesaria para poder reducir el número de escaños del parlamento castellano-manchego.

En 2013 la medida de calado político fue la eliminación de la Sindicatura de Cuentas, con la que Cospedal daba por cerrada la eliminación de órganos duplicados con el Estado que prometió en su investidura como presidenta.

¿Qué anunciará esta vez, en peno descrédito de los políticos, con casos de corrupción por todos lados y cuando las encuetas se empeñan en anunciar un parlamento nacional ingobernable cuando lleguen las elecciones de 2015?…

Pronto lo sabremos.

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