sábado, 23 de noviembre de 2024
Feria taurina 16/09/2014junio 8th, 2017

Los novilleros Jorge Cordones, José Garrido y Pedro Jesús Merin cortaron hoy una oreja cada uno en la segunda novillada picada de la feria de la Virgen de los Llanos de Albacete, octavo festejo del total de su abono.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de los tres hierros de los hermanos Lozano: primero, segundo y tercero de El Cortijillo; cuarto y quinto de Alcurrucén y el sexto de Lozano Hermanos, bien presentados en conjunto y de juego desigual. Destacaron primero y cuarto, aplaudidos ambos en el arrastre; segundo y tercero se dejaron sin más; y quinto y sexto, broncos y deslucidos.


Jorge Cordones: estocada (oreja); y pinchazo, estocada caída y dos descabellos (ovación tras aviso).

José Garrido: estocada (oreja); y estocada baja (ovación).

Pedro Jesús Merin, que de debutaba con picadores: estocada ligeramente trasera y ocho descabellos (ovación tras dos avisos); y estocada (oreja).

La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde soleada y de temperatura agradable.

VETERANO Y NOVELES

Jorge Cordones dejó buena imagen con el mejor lote en conjunto, aunque no pudo refrendar la Puerta Grande por su fallo a espadas con el cuarto, un gran novillo de Alcurrucén, con el que el joven albaceteño anduvo solvente manejando la diestra, mano sobre la que basó toda la faena, sin intentarlo apenas al natural.

Antes, en el que abrió plaza, el otro novillo de nota del festejo, del hierro de El Cortijillo, Cordones sí mostró los dos pitones del utrero, que se desplazó con buen son por sendos lados, y al que cuajó una faena repleta de ganas por agradar, pero evidenciando el poco rodaje que aún atesora para haberlo exprimido aún más.

José Garrido fue el que marcó la diferencia por lo puesto, solvente y capaz que estuvo toda la tarde. Cuajó al novillo manejable de su lote, el segundo, al que extrajo muletazos poderosos, ligados y por abajo dentro de una faena a la que le faltó un punto más de continuidad para llegar a ser obra grande. Mató a la primera y cortó una oreja de peso.

En el quinto, bronco y deslucido, se vio a un Garrido muy sereno y valiente para imponerse a la adversidad en una labor de esfuerzo y tesón a partes iguales. La mala colocación del estoque le privó de tocar pelo.

El debutante Pedro Jesús Merin fue la gran sorpresa de la tarde por la gran impresión que dejó en su buen primero, al que recetó pases exquisitos por los dos pitones. Faena siempre a más, pero sin adecuado refrendo con los aceros, atascándose mucho con el descabello, por eso de las dos orejas que tenía casi aseguradas tuvo que conformarse con una ovación.

En el complicado sexto, en cambio, se le vio las carencias lógicas de su inexperiencia, pero a base de valor y de querer a toda costa logró tapar, en parte, esos lunares, y como mató bien y a la primera le dieron una oreja.

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