Forzó la puerta principal con una pala y robó la recaudación de los lampadarios y el dinero que se había recolectado durante las misas del día. Y no solo se confirmó con robar, sino que además actuó con saña con el material que había en el interior de la parroquia de San José Obrero.
Bien, pues apenas unos días después el autor ha sido detenido después de que las investigaciones llevaran a su identificación, quien resultó ser un hombre quien tiene detrás de sí nada más y nada menos que 36 antecedentes policiales, gran parte de ellos por robo con fuerza, y sobre quien ya pesaba en vigor una orden de detención e ingreso en prisión, así como dos averiguaciones de domicilio y paradero.