Llegó, tocó y el viento sonó como nunca. Era Mozart, era su Réquiem…
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Llegó, dejó su Réquiem por las naves de la Catedral de Toledo y… Los «volvió locos». Era Mozart, en la piel del director Ivor Bolton y en homenaje, el enésimo ya durante el gran año de su vida, al genial pintor El Greco.
La Catedral, llena; igual que la Plaza de Zocodover, donde se congregaron cientos de personas para seguir a través de una pantalla gigante una música que sonaba a celestial. No faltó la Reina Sofía. Junto a ella, la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal; el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page; el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada; el presidente de las Cortes de CLM, Vicente Tirado; el delegado del Gobierno en CLM, Jesús Labrador; o el presidente de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón.
Aún suena la música…