La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha ha urgido este jueves a dotar de liquidez al sector agrario y a solucionar el problema de la falta de agua para los agricultores, entre los retos que se ha marcado para 2024.
El presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha ofrecido una rueda de prensa en Toledo para hacer balance de la agricultura y la ganadería de Castilla-La Mancha en 2023 y exponer las perspectivas para este año.
Sobre liquidez: «A punto de cerrarse un acuerdo»
Con respecto a la liquidez, Fresneda ha avanzado que le consta que está «a punto de cerrarse» un acuerdo de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural con entidades financieras que se hará público «de forma inmediata».
Asimismo ha explicado que, en materia de agua y sequía, hay que «mejorar la gestión, cumplir con los compromisos, inversiones en infraestructuras», y además ha afirmado que «en el lío en el que está metida la región, con un perfil muy parecido a Doñana, se debe aplicar la ley y que se sienten todas las partes a negociar una nueva situación».
«Conflicto social»
En este sentido, ha incidido en que hay miles de agricultores en la comunidad autónoma con un problema en materia hidráulica que supone un «conflicto social».
Entre otros retos, el presidente regional de Asaja ha recordado la apuesta de la organización por crear un observatorio de costes y poner en marcha el plan estratégico de la ganadería diseñado por Asaja, del que ha dicho que está a la espera de que el Ejecutivo autonómico se pronuncie y que, para ello, le da enero como plazo.
Un plan de viñedo para que sea rentable
Por otra parte, en relación al viñedo, Fresneda ha instado a centrarse en la uva y el viñedo y proponer medidas que rentabilicen el sector a través de un plan de viñedo, al tiempo que ha advertido de que «hay mucha gente mayor que se ve obligada a abandonar el viñedo por falta de rentabilidad y sus hijos no van a querer hacerse cargo».
También ha apostado por reforzar el departamento de seguros de Asaja para hacer una apuesta mayor y tender a un seguro de explotación, así como por trabajar para que en la Administración haya protocolos de actuación de sanidad animal y ayudas para los ganaderos afectados.
De igual modo, Fresneda se ha quejado de que no se cumple la Ley de la Cadena Alimentaria y ha alertado de una posible «crisis» de alimentación, a la vez que ha reclamado flexibilización en la aplicación de la Política Agraria Común (PAC), así como ha puesto el acento en que este año habrá elecciones europeas y ha pedido «que no intoxiquen a los agricultores y ganaderos».
2023, el año de mayor «crispación» de la historia
En el balance de 2023, Fresneda ha insistido en que ha sido «el año en el que más crispación ha habido en el sector agrario», motivada por el hundimiento de los precios, el alza de los costes, las «presiones» medioambientales de la política comunitaria, la «falta de rigor y criterio» de aplicación de la PAC y unas elecciones con un «envenenamiento» hacia el agricultor y el ganadero.
En este marco, ha lamentado la «tremenda falta de seguridad jurídica» y el «abandono total y absoluto» que, a su juicio, pone «en riesgo» la soberanía alimentaria.
Ante la situación actual, Asaja no descarta en ningún momento movilizarse como otros agricultores en Europa porque, según el vicepresidente primero de la organización, Florencio Rodríguez, «siempre ha sido la organización más reivindicativa» y ha apostillado: «Si hay que hacer lo que tenemos que hacer, lo haremos».