Los agricultores españoles dedicados al cereal aseguran vivir un momento crítico y problemas de ingresos, debido a los precios excesivamente bajos y a un mercado anormalmente estancado, en este momento de la campaña.
Representantes de las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han declarado a Efeagro que los productores perciben precios mínimos por sus cosechas, por razones como un exceso de oferta de la mayoría de las procedencias, salvo la española, pues el clima provocó una reducción de la cosecha nacional.
«El mercado está absolutamente parado, hay mucha cantidad en los puertos y muchas ventas a futuro», han explicado fuentes de Asaja, quienes han apuntado que es previsible que esta situación siga hasta Navidad, porque, por ejemplo, los fabricantes de piensos están «abastecidos».
Desde COAG, el responsable sectorial de cultivos herbáceos, José Roales, ha subrayado que los agricultores están «en el límite del umbral de rentabilidad» en el caso del trigo y de la cebada.
Por su parte, el secretario de Agricultura de UPA, Ignacio Senovilla, ha señalado que, en Castilla y León, el cereal se ha vendido a precios de «hace 15 o 20 años», pero los gastos de los agricultores han subido: «si subsistimos es gracias a las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC)».
No obstante, hay una diferencia entre el trigo blando y el duro, pues en este último caso las cotizaciones están al alza.
Ante la abundante oferta internacional de cereal, las empresas tienen sus necesidades cubiertas y a veces, en lonjas como la de Toledo o León, el grano ni cotiza: «no hay operaciones y el mercado está muy pesado», según Asaja.
Uno de los factores que desde hace meses más preocupan a los operadores de este sector es el conflicto entre Rusia y Ucrania -segundo suministrado al mercado español-.
Pero por el contrario, según fuentes del sector, hay un mayor interés por exportar, incluso por parte de Crimea -península que estaba en territorio ucranio y fue anexionada en marzo por Moscú-.
Por otra parte, UPA ha apuntado que las medidas comerciales que la Unión Europea (UE) aprobó para ayudar a Ucrania frente al «problema ruso» han facilitado la entrada de cereales y si bien España es un país deficitario, esa circunstancia ha contribuido a «hundir» precios.
Desde Asaja señalan que la situación «no es propia, ni mucho menos» de este momento de campaña y que «no hay motivos» para esos precios, porque el consumo es alto.
En este contexto, las organizaciones agrarias han celebrado la decisión de la Comisión Europea (CE) de incrementar los derechos de importación de maíz y varios tipos de trigo, centeno y sorgo, hasta una tasa de 10,44 euros/tonelada, porque consideran que puede frenar el desplome de cotizaciones.
Los productores recuerdan que, además, las cosechas de trigo y cebada de áreas como Castilla y León (primera autonomía productora) y Castilla-La Mancha se vieron mermadas por el clima, que perjudicó algo menos a Andalucía y Extremadura.
En cuanto al momento de la campaña española, una vez pasada la de cereales de invierno (trigo y cebada), comienza la del maíz salvo para Andalucía, donde los productores casi han acabado de recolectarlo.
Las cosechas han sido «tremendas en todos sitios menos en España», según el representante de COAG, quien ha apuntado que la coyuntura actual contrasta con las tres temporadas anteriores, durante las que hubo precios «aceptables».
Según COAG, el comercio de cereal se ve sometido a «especulación pura y dura, los agricultores poco podemos hacer».
El representante de UPA ha señalado que «no hay razón» para que caigan tanto las cotizaciones en origen y que «fastidia» que esa bajada no repercuta «ni en los precios de los piensos ni en alimentos como el pan», pues cuando ocurre lo contrario el consumidor sí los compra más caros.