La XXI edición de la Feria de la Naturaleza y el Medio Ambiente (Naturama) ha abierto hoy sus puertas en Cuenca con un total de 74 expositores llegados de un total de 23 provincias distintas.
A la inauguración de la feria ha asistido el consejero de Presidencia de la Junta, Leandro Esteban, el delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, el delegado de la Junta en Cuenca, Rogelio Pardo, además del presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, entre otros.
En la feria hay propuestas de energías renovables, gestión forestal, productos naturales dedicados a la cosmética, la medicina, aromaterapia, actividades de ocio y tiempo libre o aprovechamientos cinegéticos además de productos de agricultura ecológica.
Entre ellos, los tomates, los pepinos y las patatas que llegan de un huerto de Villaconejos de Trabaque, que se producen a base de la «selección de semillas» y «sin productos químico» lo que le otorga «un sabor y una textura característica», ha indicado su impulsor, que lleva dos décadas dedicándose a esto.
Produce su propio abono de «humus de lombriz con estiércol de oveja y otros animales y residuos de la agricultura».
También se puede encontrar aceite ecológico «puro» procedente de 30.000 hectáreas ubicadas en La Alcarria.
Sobre la feria, el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, ha destacado la importancia de este evento por lo que representa para Cuenca el «medio ambiente, la naturaleza y el desarrollo rural».
Detrás de todo ello, ha indicado Prieto, hay posibilidades de «negocio, desarrollo y búsqueda de empleo».
Por su parte, el consejero de Presidencia de la Junta, Leandro Esteban, ha resaltado que en una feria de estas características se representan muchas cosas, «un medio de vida y un lugar mejor donde vivir».
En este sentido, el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, ha confiado en que sean muchas las personas que visiten esta feria al tiempo que ha recordado que el número de turistas extranjeros a las comunidades de interior, entre ellas Castilla-La Mancha, se ha incrementado hasta agosto en más de un 17 por ciento.
«Vienen a buscar un turismo medioambiental, rural, no masificado y que encuentra en Castilla-La Mancha un desarrollo excepcional».
La feria, que forma parte del calendario oficial de ferias de la región ofrece además propuestas para los más pequeños, con un rocódromo, tirolinas, camas elásticas, castillos hinchables o un puente tibetano.
El presupuesto destinado para esta feria es de 40.350 euros sin incluir los gastos de personal y organización propia.