La organización agraria Asaja de Castilla-La Mancha y la Consejería de Agricultura van a colaborar con la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) para vigilar e identificar a aquellas bodegas que incumplan la ley de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria.
Según ha informado la organización en un comunicado, con la normativa en vigor, en la que se impone la firma de contratos de compraventa de las operaciones, Asaja había alertado de sospechas de incumplimiento de dicha obligación por parte de algunas bodegas, lo que dejaba desprotegidos de esta manera a los viticultores.
El pasado día 23 la AICA, a través de la Consejería de Agricultura, solicitó la colaboración de Asaja para identificar a las bodegas, a las que someterá al sistema de control y vigilancia para, en su caso, abrir un expediente sancionador si comprueban que no se formalizan por escrito los contratos, no se incluyen los requisitos en dichos contratos o se incumplen los plazos de pago en las operaciones comerciales.
La AICA es un organismo creado para controlar el cumplimiento de las medidas de la Ley de la Cadena Alimentaria, que inicialmente sólo incluía los sectores del aceite y los lácteos y, posteriormente, a las frutas y hortalizas.
Sin embargo, el Ministerio tiene la potestad de incluir más productos que, por su importancia estratégica, incidan en la producción y comercialización agraria.
Y en este sentido, Asaja de Castilla-La Mancha valora que la uva haya sido incluida en el sistema de vigilancia pero insiste en que todos los productos agroalimentarios que regula la citada Ley deben incorporarse al control del AICA «si realmente se pretende terminar con las prácticas abusivas o el desequilibrio de la cadena».
La organización agraria anima a todos los agricultores a que informen de posibles sospechas o evidencias de incumplimiento de la normativa por parte del sector industrial.