Pone el dedo en el botón y no para. Un clic detrás de otro. Así se ha pasado los últimos años de su vida… Es Pepe Castro y no se asusten con lo que van a leer a partir de ahora, porque este gran retratista de famosos llegó a ver un buen día, cuando tenía 19 o 20 años, ¡¡¡un OVNI!!! Sí, si, sí… Lo que leen, dice que un OVNI en toda regla o algo que se parecía mucho a ello, pero mejor que sigan leyendo la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es que tienen delante de sus ojos y saquen sus propias conclusiones…
Ja, ja, ja… ¡Un clic! ¡Digo un crack!
Pepe Castro Mella tiene 50 años, medio siglo ha pasado ya por delante de sus ojos y de su cámara, y es madrileño, pero son tantos años los que lleva viviendo en Toledo que «me siento toledano, porque es donde vivo, de donde son mi esposa y mis hijos… Tengo ahí un fifty fifty».
Dice que su trabajo es su principal afición, aunque lo separa. «Me gustan también la música, la gastronomía, visitar lugares donde se come bien… Tengo un grupete de amigos diversos a los que nos gusta comer bien y nos juntamos de vez en cuando a ello».
Pepe estuvo durante muchos años detrás de la barra de su bar, como camarero, aunque llevaba muchos años haciendo fotografías como aficionado. Durante mucho tiempo «le daba vueltas a la cabeza y una noche lo medité con la almohada, me levanté al día siguiente, no le dije nada a mi esposa, me fui a Hacienda en Toledo y me di de alta en el epígrafe de fótógrafo. Y lo pagué. Como te lo cuento. Me dije: Pepe, ya eres fotógrafo, empieza a buscarte la vida. Y poquito a poquito me ha salido; empecé haciendo bodegones, fotografía publicitaria… Hasta que la propia fotografía me llevó al retrato».
Recuerden… Pepe Castro vio un OVNI… ¡Pero no hizo fotos!
Lean…
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¿A quién retrató por primera vez de su galería de famosos y por qué?
Te juro que… Llevo tantos retratos que no me acuerdo quién fue el primero. Me acuerdo de algunos de los del principio, como Juan Tamariz…
¿Y por qué le dio por los retratos fotográficos?
Yo no he ido buscándole ni he querido hacer retratos porque sí. Fue el retrato el que me buscó a mí. Igual que digo a los alumnos, todo fotógrafo empieza haciendo fotos… Un poco de todo, ¿no? Vas aprendiendo, aunque por inercia vas tirando más hacia un terreno que a otro. Recuerdo una entrevista de hace… 10 o 12 años. Me realizaron una entrevista en una televisión local, que no me acuerdo cuál era, y me hicieron la pregunta típica: ¿cuál es su próximo proyecto? Yo ya tenía el runrún en la cabeza y le dije que me llamaba mucho la atención el retrato y que iba a ver si era capaz. Porque es muy dificultoso. Desde entonces, hasta hoy, no he parado.
¿Cuántos retratos ha hecho?
No lo sé, pero… Muchos. Porque para dedicarme un poco al retrato serio antes he tenido que hacer muchos. ¡Pero muchos, muchos, muchos! Y sigo haciendo retratos a todo el mundo.
¡Menos mal que llegó la era digital y ya no tiene que revelar!
Tiene sus pros y sus contras. Hay gente con esto de que no hay que revelar… ¡Tira 12.000 fotografías en una sesión! Yo no, macho, sigo siendo un poco un hombre de carretes, voy a pilas.
¿Se le ha resistido algún famoso?
Sííííííí… Y se me siguen resistiendo. Pocos, pero algunos. Se resisten sobre todo cuando no han visto lo que hago. Por ejemplo, tengo en el «candelabro», como dice nuestra común amiga (digo yo que Pepe Castro se refiere a Sofía Mazagatos), a Imanol Arias, que al principio dijo que sí y luego ha puesto pegas. Me está costando muchísimo hablar de nuevo con él. Otros porque no los encuentro. Ehhhhhhh… Álex de la Iglesia se me está resistiendo, porque anda muy liado. Hace poco me mandó un correo: «Pepe, jóder qué retrato… ¿Cuándo hacemos uno?». Y yo: «Pero si llevo detrás de ti seis meses, un año…». También Fernando Trueba. Y mira que tengo hecho el de David Trueba, su hermano Javier también es amigo mío… Y alguna mujer que otra…
¿Nombres de mujeres que se te resisten?
No, no… ¡Que se me resisten las mujeres!
Ja, ja, ja…
Has preguntado que si se me resistía alguien, ¿no? Pues… ¡Es una broma! Ja, ja, ja…
¿Qué prefiere: estar detrás de la barra de un bar (ha regentado durante varios años un negocio de hostelería) o con la cámara fotográfica en la mano?
Estar detrás de una barra no me disgusta. Yo podría haber tenido un camarero detrás de la barra y sin embargo estaba yo, porque me gustaba. Lo que pasa es que ahora mismo no tengo tiempo y me cansa muchísimo. Pero esos años detrás de la barra me han dado muchísima sicología para lo que estoy haciendo ahora. ¡Pero mucha! Aunque prefiero la fotografía, que es lo que llevo en la sangre desde que era pequeño.
También fue culturista…
Bueno, no fui culturista. Es verdad que entrenaba, estaba medio loco… Mi vida estaba, cuando era más joven, dedicada al deporte. Pero no me dediqué al culturismo sino a algo más salvaje, una cosa que se llama power lifting. Competía y todo. Fui campeón de Madrid, tercero de España… Es más bestia que el culturismo, es el levantamiento de… Y todavía tengo secuelas en la espalda, en las cervicales… Es uno de esos periodos de los que no me arrepiento. Me gustaba en su momento y me ha permitido tener unos hábitos deportivos.
¡Aquí todo el mundo se cree que es fotógrafo por tener una cámara y darle al botón para que suene el clic…!
De hecho, entras en internet, buscas fotógrafo y aparecen 10.000 páginas web. No quiere decir que uno sea mejor que otro, pero un profesional es el que vive de la profesión y alimenta a su familia de ello. Hay aficionados que son muy buenos fotógrafos, pero tienen su trabajo, de lo que viven. Que haya páginas web que ponga «fotógrafo profesional» porque lleva seis meses con una cámara y le quites el pan a otro señor… Es como si yo, que me gusta conducir muchísimo, pongo por ejemplo, y llega el fin de semana y me pongo en la parada de taxis e imagínate que te digo: yo te llevo por 10 euros menos de lo que te lleve este taxista siempre. ¿Cómo saltaría el gremio de los taxistas? Pues me matarían a palos.
¿La persona retratada a la que recuerda con más agrado?
Las personas, en plural. Porque es que hay… Gracias al retrato estoy haciendo… Estoy viviendo experiencias muy bonitas, unas más desagradables, otras muy chulas, pero estoy conociendo a gente y muchos de ellos ya son amigos. Me da mucha alegría porque no solamente les he hecho la foto, sino porque en realidad he calado en ellos, no solo he hecho clic, clic, clic… Recuerdo a Montxo Armendáriz o a Pepe Ruiz, que me han dejado muy buenas vibraciones. Pero hay muchos más.
¿Y el más desagradable?
Hay un desagradable que no quiero volver a nombrar, y tengo otro… Una mujer, pero no quiero citarla tampoco. Y alguien con quien he tenido algún problema… Tengo un caso muy peculiar con un músico de jazz muy mayor, Roy Haynes, al que le fui a hacer un retrato pactado con la productora, con el manager… Es un músico sagrado, ha tocado con los mejores, y después de tenernos en el teatro durante seis horas a pesar de que teníamos la hora pactada, a la una de la madrugada le oí decir en inglés que o le traían una cerveza muy fría o no se hacía la foto. Es más, no quiso, pero yo le puse una trampa y tengo un retrato cojonudo de él.
¿Qué trampa?
Me preparé un segundo cuerpo de cámara, medí el pasillo como pude para hacer un retrato exprés, pero de repente oigo que sale al pasillo y le veo con la gorra, la bufanda y el abrigo puesto… ¡O sea, que se piraba! Me da la mano el cachondo y me dice, en inglés: «Yo soy un tipo muy famoso y tú no te vas a hacer famoso con mi foto». Sonriendo. Me soltó la mano y me saludó tocándose la gorra. Y en ese momento, me eché para atrás y empecé a disparar la cámara. ¡Me salió un retrato…! ¡Seis horas esperándole y después de pactar el retrato! Me fui a mi casa con un rebote… Pero al día siguiente, cuando vi la foto, pensé… ¡Le he pillado!
¿Alguna vez le han pedido que entrara en política?
No me han pedido que entrara, pero sí me han tirado algún… Pero yo no entiendo de política. Es verdad, sinceramente no creo en los partidos políticos. Te lo juro. Creo en las personas. De hecho, he votado a unos o a otros dependiendo de lo que me cuenten o de las vibraciones que me transmitan… Y eso que varios de mis mejores amigos que, por cierto, son diversos, se dedican a la política o están muy metidos en ella. ¡Mis mejores amigos!
Cuando suena el clic de la cámara…
¡Se me ponen los pelos de punta y no los tengo! ¡Te lo juro, tío!
Le iba a preguntar que si ese clic era, en ocasiones, como un orgasmo…
Sí. Mira, no voy a ir hasta ese límite, pero desde siempre me ha gustado mucho el clic, el obturador. Me da un buen rollo… Es como si fuera capturando un pequeño momento de alguien. Cuando siento un pequeñito orgamo, por ir ya al límite, es cuando termino un retrato, ya ajustado y contrastado. ¡Me recorre por el cuerpo un hormigueo…!
¿Le gustaría hacer un retrato fotográfico del Rey Felipe VI?
Sí. De hecho lo intenté hace un tiempo. Cuando era Príncipe. Me lo presentaron en Toledo hace no mucho, me dio la mano, hablamos de fotografía y se lo dije: tengo muchas ganas de retratarte. Y me dijo él: «Pues no es tan difícil, eso es porque no has tocado las teclas precisas».
¿Ha encontrado ya esas teclas?
No. He hecho algún intento, pero no sé cuál es…
¿Ha hecho algún retrato a María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha?
No he conseguido engancharla… Por unas cosas o por otras… Lo he intentado un par de veces, pero se ha quedado en el tintero.
¿Y a Emiliano García-Page, secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y alcalde de Toledo?
Sí, hace muchísimos años.
¿Casaría a dos personas del mismo sexo?
Pues claro que sí, ¿por qué no?
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Cristiano Ronaldo. Porque soy del Real Madrid y porque, no sé por qué, me parece un tipo que va buscando… Hay gente a la que le cae muy mal, pero a mí me parece un luchador, Messi me parece más un trabajador de campo, yo soy más de ese aspecto, me lanzo, corro, troto… Por eso me siento más identificado con Ronaldo.
¿Tiene algún parado en su familia o entre sus amigos? ¿Ha podido hacer algo por ellos?
Sí tengo y sí lo he hecho.
Si fuera juez, policía, banquero, abogado, cerrajero, funcionario de Justicia… ¿Intervendría en un desahucio u objetaría?
Yo creo que objetaría, lo que pasa es que hay que verse en la situación porque a lo mejor entra en juego perder tu empleo. Pero a priori, yo objetaría.
¿Cuál ha sido su mayor locura por amor?
Hacerme 50 kilómetros en un ciclomotor superantiguo, dos personas, por el campo, para ir a ver a mi novia.
¿Cuántos idiomas habla?
Lógicamente, el que hablo; y el francés, que lo estoy olvidando de no hablarlo. El inglés no tengo tiempo, aunque lo he intentado. Lo entiendo, pero no lo hablo.
Si mañana le tocara la lotería…
Posiblemente me dedicaría a disfrutar de la fotografía.
¿No lo hace ahora?
Más todavía, sin presión de tener que trabajar ni correr para nada.
Si fuera presidente del Gobierno de España, lo primero que haría sería…
¡Eso hay que pensarlo, porque hay unas cuantas cosas por hacer! Como no entiendo de política, no sé si es fácil o no, pero yo miraría muy bien lo de los recortes y los impuestos, porque creo que lo que más daño está haciendo ahora mismo es precisamente que las pequeñas empresas, que son las que sacan el país adelante… ¡Están tan asfixiadas!
¿Existen los extraterrestres?
Yo creo que sí.
¡Hablo fuera de la Tierra!
Ja, ja, ja… ¡Te he entendido! Ehhhhhhhh… Sí. De hecho, yo hace muchos años vi un OVNI. ¡No te rías que es verdad! Ja, ja, ja… ¡Digo que es un OVNI porque yo nunca he sabido lo que era!
Ja, ja, ja… ¡Venga, cuénteme eso ya mismo!
¡Es verídico! Yo vi algo hace muchísimos años, yo era joven y siempre me dicen cuando lo cuento: ¡Claro, es que irías con un pedo! ¡Que no! Era una noche que iba a una fiesta, un poquito más allá del colegio Mayol, en Toledo, una noche abierta e iba con otro amigo. ¡Para colmo, lo vimos dos personas, no yo solo! Mirando las estrellas, de repente vi un punto gordo y pensé que era una estrella fugaz. Me quedo mirando… ¡Joder, pero es que hay otras dos que van detrás! Esto que dices… Y eso se acercaba… Nos quedamos como tontos mirando porque vimos… Un punto de luz delante, una especie de vagón sin alas ni nada, pasando por encima de nosotros, sin hacer ruido, y detrás otras dos luces. Sin hacer ruido, ¿eh? ¡Los dos pasmados!
Venga, en serio, ¿no habrían bebido y vieron doble?
No, no, no, no, no… Eso es lo curioso, ¡íbamos totalmente serenos! Teníamos 19 o 20 años y lo contamos al llegar a la fiesta y se cachondearon de nosotros. ¡Pero yo vi algo que no sé lo que era! Algo por encima de mí, que lo veo porque se distinguen las partes y no hace ruido… ¡Un avión hace ruido y pasa rápido, pero esto pasó como flotando.
Entonces, ¿existen los extraterrestres?
Nunca he visto uno, pero algo tiene que haber…
¿Por cuál de estas situaciones pasaría para ganarse la vida? Uno, hacer un desnudo integral para una revista; dos, posar para el calendario Pirelli en el caso de que hubiera uno para hombres; o tres, atender un teléfono erótico.
¡Las tres! ¡Sin ningún problema!
¿Actuaría en una película porno?
Yo creo que no. Ahora mismo, a día de hoy, no actuaría en una película porno. ¡No te puedo decir qué pasaría en caso de necesidad porque la vida da muchas vueltas! Pero ahora mismo ni me lo plantearía.
¿Monarquía o República?
¡Qué pregunta más peliaguda! A ver… Por una parte la Monarquía en sí no es una cosa que me… Lo que pasa es que soy juancarlista.
¿Se ha pegado con alguien alguna vez?
Sí. De jovencito, en el colegio, pero de mayorcito no. Una pelea en la que salimos los dos bastante perjudicados, pero de mayor no recuerdo ninguna.
¿Ha recibido propuestas sexuales de una persona de su mismo sexo?
Sí. Directa e indirectamente. Varias veces. Una me ocurrió en 1982, en el concierto de los Rolling Stones, en Madrid, un tío que estaba delante de mí, yo había perdido a la gente con la que iba, y este hombre me daba agua, yo bebía y tal… Esos rollos que se producen en los conciertos. Entonces resultó que él era homosexual y todo eso lo interpretó como que yo también y me tiró los trastos. Le dije que no, que perdonara, pero que yo no…
Repito pregunta, por si desde la última vez… ¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Pues, fíjate… En un hotel estupendo estupendo, en Mojácar, hace muchos años.
¿Qué tenía de estupendo?
Qué tenía de raro, diría yo. Pues que por aquel entonces yo no tenía ni un puto duro y lo raro era que yo pudiera practicar sexo en un hotel. ¡Eso fue rarísimo! Ja, ja, ja…
¿Y después, cuando tenía algo más de dinero, ha habido lugares raros?
Tampoco raro… Pues en un coche, en un jardín… ¡En el despacho del jefe de mi actual mujer! Allí hubo también un calentón y… Ja, ja, ja…