Fue una delicia el coloquio de las terceras Jornadas «Rompiendo barreras en el deporte de Castilla.La Mancha», protagonizado por los deportistas Cristina Landete, Luis Miguel García-Marquina y Adrián González, moderados por la directora de ENCLM, Mar Gómez Illán. Los deportistas se sometieron a muchas preguntas de los alumnos y alumnas que abarrotaban el Auditorio de Cuenca.
En el coloquio previo, Adrián González, en el capítulo de «ruegos», le pedía a la ciudad un mejor acerado.
García-Marquina: «El deportista tiene su propia responsabilidad»
Por su parte, García-Marquina apunto una cuestión importante, como que «la persona que sufre la discapacidad tiene su propia responsabilidad para esforzarse y adaptarse, no todo se lo tienen que dar hecho», ya que cree que las personas que sufren algún tipo de discapacidad, «tienen la capacidad de salvar algunos impedimentos arquitectónicos».
Preguntados sobre si ellos habían sentido las barreras de los prejuicios, Marquina contestó que «nadie se puede imaginar la vida de alguien en silla hasta que no le toca pero estamos en España, donde lo que se recibe en la mayor parte es ayuda, la gente se siente bien ayudando, seguro que si voy fuera y pido ayuda para subir un escalón, lo voy a pedir porque la ayuda me la van a dar».
Por su parte, Adrián dijo que estaba de acuerdo con García-Marquina, pero añadió que «la sociedad ayuda en lo que se necesita».
Landete: «Varios cursos de incomprensiones»
En cuanto a Cristina Landete, afirmó que ha tenido que superar «varios cursos de incomprensiones». Y agregó: «Empezó en el cole, fue una pesadilla. ¿A vosotros os han hecho bulling? Pues a mí sí, y a más gente de mi colegio. Una chiquilla me empujaba por la escalera porque no quería que apoyase mi mano en ella, y todo porque no tengo uñas en mi mano izquierda. Mucha gente se reía de mí por eso».
«Me insultaba, me chillaba, pasaba de mí, y otros críos del colegio, también. A uno le cogieron la mochila y se la tiraron por el patio. Yo lo percibí. Pero ellos me decían que no hacían nada. A algunos profesores no les interesaba el tema del bulling y no hacían nada», agregó.
Pero en su instituto, el IES Tomás Navarro Tomás, está «de maravilla»: «Me dan soluciones a todo, las adaptaciones que no hay, se las inventan. Mis compis son una joya (aplausos del muy joven respetable).
Ya en el turno de preguntas, y preguntados sobre la cantidad de entrenamiento que necesitan, García-Marquina contestó que entre 4 y 6 horas diarias durante seis días semanales, descansando dos semanas al año: «A esto hay que sumar control del sueño y la alimentación, te puedes hacer una idea de lo que hay detrás, pero merece la pena».
Un estudiante quiso saber cómo se tomaron las familias de cada uno el cambio tan drástico que se produjo en sus vidas. Para Adrián fue «un cambio muy grande» que modifico su vida y la de su familia, pero poco a poco lo fue aceptando conforme hacía lo propio con sus nuevos límites.
Otro alumno preguntó a García-Marquina si le echaron de la empresa, cosa que este negó explicando que la silla sirve también para moverse. «No hay discriminación. Hay que verlo con absoluta normalidad».
Un asistente se interesó por el futuro estudiantil de Adrián y Cristina: Fisioterapia y Ciencias del Deporte el primero y psicología infantil la segunda.
Adrián González: «Para ser campeón de España hay que entrenar como para ser campeón de Europa…»
De la platea surgió la pregunta de si una película, serie o frase había marcado sus vidas. En el caso de Adrián: «La frase de que para ser campeón de España tenía que entrenar como para campeón de Europa, para ser campeón de Europa tenía que hacerlo como para campeón del mundo y así…»
Y Cristina Landete dijo: «La frase de que la vida te pone obstáculos, pero los límites los pones tú»
Y en el caso del bronce olímpico, una frase que tiene colgada en su cuarto desde que tenía 8 años: «Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme».
Para estos deportistas, estos son sus referentes: los compañeros de alto nivel que se preparan para los Juegos de París, en el caso de Adrián González; Félix, el compañero de competición de Cristina Landete; y Rafa Nadal para Luis Miguel García-Marquina: «Si hay un español que encarna con plena exactitud el espíritu de sentirse tal y tener coraje, ese es Rafael Nadal».
«¿De dónde sacáis la fuerza y el coraje?»
«¿De dónde sacáis la fuerza y el coraje?», quisieron saber desde la platea. «De la familia y amigos, y de donde no la hay, estoy aquí porque quise seguir aquí», respondió la joven amazona. «Del apoyo de mi familia y amigos y del club de salvamento de Tarancón, que me apoyaron desde el principio», dijo Adrián González. Y esta fue la respuesta de García-Marquina: «Cómo no voy a seguir adelante si solo hay una vida, lo importante es llegar, derrapando, ríe, llora, corre, juega, no tengas miedo a aprender, la vida es así, ¿cómo vas a tener miedo»?
Para Adrián, su mayor logro deportivo fue ganar el Campeonato de España en su edad escolar, ya que fue «una gran motivación» para él. Para Cristina, ganar la Liga Pegaso, ser la subcampeona regional «y la primera jinete sordociega compitiendo». Para el paraciclista, el bronce de los Juegos de Tokio, pero también fue segundo de Europa y el Mundo y ha ganado 14 campeonatos de España. «El problema de los deportistas es que nunca tienen bastante, siempre quieres más, buscas la excelencia», dijo. A propósito, quiere dos medallas de oro en París.
Por último, la primera vez que Adrián González ganó fue una competición de su federación, y la mayor derrota, cuando le descalificaron en una prueba. Por su parte, Cristina Landete dijo que nunca había sufrid una derrota, pero no le importaría, ya que «siempre se tiene que perder alguna vez». Y lo primero que ganó fue la Liga Pegaso. En cuanto a Luis Miguel García-Marquina, su primera medalla la logró a los cinco años, corriendo: «Raro es el día que no veo el trofeo en mi casa, tiene 40 años». La derrota más amarga le llegó cuando un error en la contrarreloj le privó del oro en el Mundial. Tal era su cabreo que se habría vuelto de Holanda de no ser su mujer. Al día siguiente, en la prueba en línea, se colgó la medalla de bronce, su primera presea en un Mundial.
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