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viernes, 22 de noviembre de 2024
Fernando Bonete, en el programa de "Y Ahora Sonsoles".
Fernando, natural de Almansa - 24 febrero 2024 - Toledo

El trágico incendio en Valencia ha azotado a cientos de familias con nombres y apellidos. Uno de los vecinos de este edificio completamente devorado por las llamas es castellanomanchego, Fernando Bonete (natural de Almansa) vivió en sus propias carnes el devastador incendio que se ha cobrado la vida de cerca de 10 personas.

Ya han pasado casi cuarenta y ocho horas de este incendio pero para muchos, entre ellos este vecino albaceteño, las impactantes imágenes y lo vivido aquella tarde quedarán guardado en sus retinas para siempre: «El fuego nos atrapó como una ratonera«, recordaba Fernando en el programa de «Y Ahora Sonsoles», donde contaba sus testimonio de esta dramática tarde en Valencia.


«Si me pilla echando una siesta yo no hubiera podido bajar, no estaría aquí»

El fuego comenzaba sobre las 17:10 horas en una vivienda de la quinta planta de este edificio de 138 apartamentos. Fernando tenía su piso en la octava, justo encima de donde comenzó. El mismo cuenta como empezó a oler a humo ligeramente, por lo qué decidió salir al pasillo de su casa para que ver estaba ocurriendo: «Empezó a salir humo por un ojo de buey», ha dicho, además de que todo pasó en apenas 2 minutos.

El almanseño se encontró con el conserje Julián y con los bomberos, sin saber donde estaba el foco del incendio: «Yo bajé sin nada porque pensaba que en unos minutos volveríamos a subir», reconoce aún sobrecogido. Fernando ha dejado claro que hubiera sido más dramático si hubiera pasado a otra hora, porque en ese momento había mucha gente que no estaba en casa.

Además ha explicado que debería haber sonado una alarma antiincendios, algo que nunca ocurrió. «Si me pilla echando una siesta yo no hubiera podido bajar, no estaría aquí», ha dicho, se mostraba atónito con lo que ocurrido, algo que no considera normal, un fuego que «se iniciara de fuera hacia adentro y nos atrape como una ratonera”.

Fernando llevaba 12 años viviendo en ese edificio sin saber en qué condiciones. Con la voz quebrada por el dolor de lo sucedido, admitía sentirse un privilegiado por «estar sano y salvo», pero aunque reconocía que desgracias ocurren, cree que «esto no puede quedar así». Por ello, pedía que «a quien corresponda y por la memoria de los muertos, esto no puede ser así”, concluía muy emocionado.

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