El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha pedido que se refuerce el diálogo social entre Gobierno, patronal y agentes sociales que ayude a facilitar unas relaciones laborales «más participativas, más democráticas» y, sobre todo, para que la salida de la crisis sea «más sólida y más justa».
Ferrer se ha pronunciado así a los medios de comunicación antes de participar en la mesa redonda ‘Las relaciones laborales en el siglo XXI’ con la que se ha cerrado la Jornada del Consejo de Relaciones Laborales de Castilla-La Mancha celebrada en Toledo.
Ha confiado en que el actual proceso de diálogo social, iniciado en julio último, permita «relaciones laborales más participativas, más democráticas, y sirva, sobre todo, para una salida a la crisis más solida y más justa».
Según Ferrer, la globalización ha modificado la actual situación de relaciones laborales, que estaba basada en la estabilidad del empleo, la garantía del poder adquisitivo, prestaciones sociales suficientes y respeto al diálogo social y la negociación colectiva.
Ahora, sin embargo, «los empresarios ya no aspiran a que la demanda interna sea el motor de sus empresas, sino que buscan los mercados externos y el poder adquisitivo no es el objetivo tanto como los bajos salarios y el desmantelamiento de los derechos laborales y de protección social».
Ha criticado la «agresiva» reforma laboral «basada en los recortes de derechos y en un abaratamiento de los costes laborales», así como en la reducción de los salarios que «desde 2010 hasta ahora han perdido más de 7 puntos y el salario mínimo interprofesional más de 5 puntos por las congelaciones que viene haciendo el Gobierno».
Esto ha supuesto que «el sistema de relaciones laborales ya no es factor de cohesión social, de corrección de desigualdades, sino de más poder empresarial que está generando más desigualdades y aumentando el riesgo de pobreza».
Contra esto, «UGT cree que si hay alternativas, otro modelo y que la globalización pueden ser fuente de riqueza y de progreso, y no de injusticia social» y que pasan, ha opinado, «por establecer poderes democráticos frente a las multinacionales, las grandes empresas que actúan de forma unilateral frente a los estados democráticos».
«Recuperar e impulsar la política de inversiones, reactivar la economía y creación de empleo, y después, a través del diálogo social y la negociación colectiva, impulsar el trabajo decente que preconiza la Organización Internacional del Trabajo», ha añadido.
En este caso, ha apostillado, con «salarios dignos, prestaciones sociales suficientes y respeto de los derechos laborales a través de la libertad sindical y la negociación colectiva».