El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, defiende la gestión realizada con las listas de espera y afirma que a día de hoy en jornada ordinaria se opera más que en 2010 sumando tres factores: la jornada ordinaria, las peonadas y las derivaciones a la sanidad privada.
En una entrevista concedida a la Agencia Efe, el consejero de Sanidad explica que a lo largo de esta legislatura, en la que «no había mucho dinero» se ha apostado por la «microgestión», que ha permitido «ganar en eficiencia, en eficacia, tener a la gente más entrenada y hacer más cirugías y más trabajo».
«Con el dinero que se tenía, se ha puesto la capacidad al máximo nivel», insiste el consejero y, como ejemplo, indica que a día de hoy se opera más en jornada ordinaria más que en 2010 si se sumaban las intervenciones realizadas en jornada ordinaria, con peonadas y con las derivaciones a las clínicas privadas.
Para lograr estos mejores datos, «se han programado mejor los quirófanos, abren una hora antes -antes se empezaba a las nueve y ahora se comienza a las ocho-, hay veces que se opera por las tardes o por las noches e incluso se hacen pruebas complementarias en horario nocturno, para aprovechar más los aparatos», explica Echániz.
Con estas medidas de organización y tras la puesta en marcha en 2013 de un plan extraordinario de choque contra las listas de espera, Echániz afirma que los plazos de demora han vuelto a lo que se encontraron al principio de la legislatura, pero con la ventaja de que los equipos son a día de hoy «mucho más productivos».
«Hemos aprendido, gracias a la crisis, a operar más y mejor», valora.
De este modo, descarta la posibilidad de poner en marcha un plan similar al impulsado en 2013 y detalla que «se hizo aquel año porque había cifras extraordinarias en términos de listas de espera, había que hacer un plan extraordinario para volver a bajar a límites de normalidad, y es lo que se ha hecho».
En cambio, apuesta por mantener las listas de espera «en el dintel que tienen que mantenerse» contando con los medios habituales y con mejor gestión.
En cualquier caso, asevera que «es bueno que haya listas de espera» dentro de unos plazos razonables porque «es un mecanismo de organización del sistema» y añade que «las listas de espera existen en todos los sistemas públicos del mundo».
«La alternativa sería -continúa Echániz- llegar hoy al hospital y que te operaran hoy por la tarde», por lo que el consejero defiende que «siempre debe haber un lapso desde el momento de la indicación quirúrgica hasta que se produce la cirugía».
Para lograr que las listas de espera en Castilla-La Mancha se acerquen a esos periodos razonables de espera, Echániz señala que se ha aprobado la ley de libre elección, que permite «que los ciudadanos puedan elegir hospital, equipo quirúrgico y si en uno le dicen que se opera dentro de un mes y quiere operarse antes, pues irse al hospital del municipio de al lado y que solo espere un mes».
Echániz reconoce que en la puesta en marcha de todas estas medidas organizativas y de mejora de la gestión, los profesionales sanitarios han tenido una respuesta «absolutamente positiva, generosa y eficaz».
En cuanto al convenio sanitario con la Comunidad de Madrid, Echániz se muestra «optimista» y confía en poderlo conseguir «por el bien de los ciudadanos», aunque no está seguro «al 100 por ciento, pero sí en un porcentaje muy importante».
Aunque señala que en estos días se han ralentizado debido a la crisis del ébola, afirma que las conversaciones con Madrid «van bien» y se han mantenido durante todas las semanas, para fijar «qué precio, cuánto cuesta una patología o cuánto esta una cirugía».
«Todo esto es un puzzle muy difícil de armar y es en lo que estamos», compara el consejero, quien recuerda que Castilla-La Mancha tiene convenios sanitarios firmados con otras regiones a coste cero porque el flujo de pacientes que van en ambas direcciones es similar, una circunstancia que no se produce con la Comunidad de Madrid.
Así, indica que «el problema» es que «hay muchos» castellanomanchegos que van a hospitales de Madrid, pero «Madrid no manda pacientes» a la región, lo que causa un «sobrecoste» sobre cuentas madrileñas.
Sin embargo, y tras reconocer la incomodidad que supone no contar con un convenio sanitario con Madrid para los ciudadanos de las zonas limítrofes, Echániz subraya que la negociación del convenio es «una cosa muy seria», porque implica comprometer no sólo los presupuestos de 2015, sino hasta 2020 o 2025, por lo que tiene «una enorme trascendencia para las cuentas de esta comunidad».
«No voy a negociar cualquier cosa a cualquier precio», advierte Echániz, que insiste en que «a lo largo de los años, un convenio mal negociado es una carga de profundidad, un plomo en las alas de las sanidad de Castilla-La Mancha».
Por ello, ofrece «todo el trabajo, toda la dedicación para intentar hacerlo bien y la mejor relación con la Comunidad de Madrid» para alcanzar el acuerdo, y apostilla: «por mi parte no va a quedar ni un solo esfuerzo, ni un solo minuto para trabajar en esa dirección».