El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado este martes que el Gobierno de Castilla-La Mancha rechazó la compra de mascarillas de la trama de Koldo García porque según una empresa certificadora tenían excesivos fallos y, dado que en ese momento tenían muchas ofertas, decidieron no adquirir material defectuoso.
Fernández Sanz ha comparecido en una rueda de prensa para informar sobre la reunión del Consejo de Gobierno y ha respondido a preguntas de la prensa sobre ese intento de venta de mascarillas por parte de la trama de Koldo García, exasesor del que fuera ministro de Transportes en la pandemia, José Luis Ábalos.
Compras a través de una sola oficina
El consejero ha explicado que en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) se reciben muchas ofertas para comprar no solo mascarillas, sino todo tipo de material, y durante aquellos tiempos de la pandemia todo lo que se compraba era en relación al covid, por lo que adoptaron la decisión de centrar en un solo departamento todos los aprovisionamientos, en concreto, en un correo electrónico corporativo de la Secretaría General del Sescam al que llegaban todas las peticiones.
Fernández Sanz ha indicado que todas las decisiones las tomaban en virtud de criterios técnicos y la certificación de las mascarillas las sometieron a una empresa certificadora de material sanitario con criterios establecidos por la Unión Europea y el Ministerio de Sanidad.
En ese caso lo que ocurrió es que la empresa certificadora dijo que las mascarillas no cumplían los criterios y tenían excesivos fallos.
Y como tenían mucha oferta de material sin fallos, rechazaron esas mascarillas.
El consejero ha añadido que se ha hecho público en el correo electrónico que insistieron y la Junta volvió a decir que no.