Tiene 58 años, es toledano y responde al nombre de Alfonso Silva García. Comenzó de Dj en la mítica discoteca Zaida, en el Miradero de la capital regional, que años más tarde sería de su propiedad. Hasta que se construyó el Palacio de Congresos…
Por cierto, que están ustedes leyendo la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
Mientras, a Silva le había dado tiempo a hacer numerosas cosas por esos mundos de Dios. Este gran aficionado a la música de todo tipo es el presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Castilla-La Mancha desde principios de este verano, pero la experiencia le avalaba, puesto que había sido, durante siete años, presidente de la Asociación de Hostelería de Toledo. También pertenece al Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Toledo y es el presidente de la Comisión de Turismo de la citada institución. Además de miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Hostelería en representación de Castilla-La Mancha.
Al margen de la música, le encanta compartir una salida con los amigos y con su familia, el buen cine y la lectura. Y si hablamos de los estudios…
Aquí llega la primera…
«Estudié hasta casi el final, hasta quinto de Económicas, pero lo dejé, aunque parezca ridículo decirlo. Por el trabajo, porque odiaba la carrera que estaba haciendo y porque me equivoqué en la elección. Estaba en quinto, pero tenía asignaturas de cuarto y una de segundo, que fue un horror, que le cogí un asco al que me la dio… Y es conocido».
¿Quieren saber quién fue ese que le dio un asco que…?
Pues ni más ni menos que «don José Borrell Fontelles, eran las Matemáticas, y era conocido en Madrid por su dureza. ¡Pero si había academias especializadas en Borrell para intentar…! El 80 por 100 de sus exámenes se entregaban en blanco».
Pues nada, sigan leyendo…
SI NO PUEDE VER LA GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS, PINCHE AQUÍ
Y si tuviéramos un acontecimiento como el del Greco en Toledo todos los años…
¡Ojalá! Como yo digo, este año hemos resucitado… La gente se ríe cuando me preguntan por ahí fuera que qué tal. Les digo que hemos resucitado al Greco y estamos contentos. ¡Y a nosotros también!
Habría que darle las gracias…
¡Claro que sí! Ha habido dos cuestiones importantes en lo del Greco. Una, que ha sido un empujón a nivel turístico para Toledo; y dos, que muchos toledanos le hemos descubierto, porque es un pintor que estaba bastante oculto para los de aquí. Y para que nos sintamos orgullosos de él.
Hubo días en los que había más demanda hostelera en Toledo que oferta podíamos ofrecer.
Efectivamente. Eso demuestra una cosa, cuando uno programa acciones culturales con fundamento y las publicita adecuadamente, el resultado es positivo. Esto nos tiene que marcar un camino.
¿Cuál es el principal problema que tienen los hosteleros de Castilla-La Mancha?
El de todo el mundo, la crisis económica. Nos afecta mucho. Este sector, al principio de la crisis, aguantó mejor que otros en términos de mantenimiento de puestos de trabajo, pero la crisis nos alcanzó y valga una cifra: desde 2008 hasta aquí se han cerrado más de 50.000 bares en España. No tenemos cifras de la región, pero… Bien es cierto que muchos de ellos se vuelven a abrir. Es un sector refugio para otros que vienen de otros sectores y que consideran que con unos ahorros o con el paro abrir un bar puede ser una cuestión no complicada, que lo es, y algunos triunfan y otros vuelven, lamentablemente, a cerrar.
¡Cualquiera puede ser camarero!
Ser abrechapas es fácil. Y poner hielos en un vaso uno lo coge con la práctica. Pero ser camarero es muy complicado. Saber a qué cliente puedes decir según qué cosas y con quién puedes entablar una conversación, saber cómo te tienes que comportar, tener una formación adecuada… Es como en todos los empleos, hay gente que vale y otra que no lo aprenderá nunca porque no tiene el carácter ni la sociabilidad que requiere. Un amigo me dijo hace mucho tiempo que los camareros deberíamos estar subvencionados y liquidar con Bienestar Social todos los meses: he aguantado a tres borrachos, a dos parados, dos separados… Cumplimos una función social y este amigo me decía también que nos tendrían que convalidar al menos tres años de Psicología porque normalmente el camarero sabe escuchar.
¿Sigue habiendo bares en Toledo en los que según entras ves la cara del camarero y piensas: ¡mejor me voy!?
Pues los hay, siempre hay alguno donde el camarero no es buen camarero y a veces tiene ese trato duro. También hay sitios, por poner un ejemplo, donde uno entra a comprarse una chaqueta ¡y te dan ganas de salir corriendo! Pero está cambiando. Porque el mejor beneficio para tu negocio es invertir en buen trato para tu cliente, porque este cliente lo va a contar y, si no, no va a volver.
España, sin bares, ¡no sería España!
¡Pues no! Nos llamaríamos… Pero yo no quiero que nos conviertan en suecos, con todos los respetos para Suecia, países con una carga de tristeza… Aunque sean prósperos. También es verdad que la climatología que tenemos aquí nos empuja. La crisis nos ha quitado clientes, la crisis ha encerrado a la gente en casa, pero nosotros en la hostelería vivimos de lo que le sobra a la gente, y ahora sobra cada vez menos. Aunque hayamos perdido masa de clientes, los estudios dicen que el español no ha perdido la ganas de salir, las sigue manteniendo. ¡Por nuestra forma de sociabilizar nos envidia medio mundo y a veces parece que los políticos están empeñados en convertirnos en nórdicos y en encerrarnos en casa!
¿Es posible un Magaluf (borracheras y demás tropelías por las calles) como el de Mallorca en Castilla-La Mancha?
Nooooo… Ya tenemos cierto Magaluf fin de semana tras fin de semana con los botellones. Parece que no nos damos cuenta, pero el botellón se ha convertido en una práctica de la que alguien alguna vez se debería sentar tranquilamente a hablar sobre ello. Ya no en términos egoístas de un hostelero que no llena el local, sino porque es una práctica que ya llega a problemas sanitarios, de orden público, educativos… El botellón, en cierta manera, es un Magaluf controlado.
Oiga, y los turistas… ¿Molestan en el casco histórico de Toledo?
¡No! Bueno, a algunos toledanos sí. Algunos toledanos todavía sienten la molestia de cruzar la calle Ancha y encontrarse con 15 japoneses disparando fotos y parados. Pero el toledano debe aprender que la actividad turística es muy transversal, y que aunque él no tenga una tienda o un bar se está beneficiando. Si tenemos más turistas venderá más el panadero, el zapatero, el distribuidor… Y esa gente alternará en sus barrios. Creo que ya ha cambiado mucho, entienden el turismo como una riqueza, aún con pequeñas molestias.
¿Castilla-La Mancha es una comunidad cara en hostelería?
Yo creo que no. Estamos dentro de la media. Podemos encontrar sitios espectaculares para comer por un precio moderado, para tomar un buen vino y disfrutar… Bien es verdad que una parte de la hostelería vive directamente del turismo, como por ejemplo en Toledo o en Cuenca, quienes han sentido un poquito menos la crisis; y luego hay una parte que no vive del turismo y que vive de su clientela fija y con unos parámetros diferentes de funcionamiento.
¿Ha estado mucho tiempo detrás de una barra?
Sí. Bueno, miento. He estado tiempo detrás de una barra, sobre todo cuando empecé; y luego yo en esto empecé… Aterricé por casualidad, empecé como disc jockey y estuve mucho tiempo ejerciendo como Dj en un pub en la galería del Miradero. En Zaida, antes de ser mío.
¿Con qué música deleitaba a los clientes?
De todo. Me enorgullece saber que ese local estuvo casi 15 años, hasta que lo cerraron para hacer el Palacio de Congresos… ¡Se podía escuchar de todo! Una de las señas de identidad de ese local pequeñito, que era el más feo de Europa, era precisamente la música y el trato de los camareros. Esos fueron sus secretos.
¡Anécdotas deber tener miles!
¡Pues para escribir un libro! Un día un camarero salió a buscarme a la puerta y me dice que dentro hay un tío que está molestando a las mujeres. Entro y… En aquella época no había vigilancia jurada ni nada de eso, éramos nosotros los que toreábamos con los conflictos y nunca ocurrió nada grave, hoy día sería imposible. Pues entré a ver al personaje éste y cuando le vi la verdad es que me dio miedo, porque tenía unas manos como sartenes, no tenía cuello y… Le entré bien y me dijo que le dejara en paz, que siguiera a mi bola. Le dije que era mi trabajo y que por qué molestaba. Me contestó que yo qué sabía de sus problemas, pero que vamos, que me lo iba a contar. Me dijo que le había dejado su mujer y que tenía problemas para ver a su hijo. ¿Ése es tu problema? le dije. Yo tenía dos opciones: o revolcarme con él o entrar por detrás. Pues ahora te voy a contar yo mi problema, le dije otra vez: me ha dejado mi mujer y se ha llevado a mi hijo a vivir a Inglaterra con ella. Y yo me he ido a Inglaterra a ver a mi hijo. Y mi mujer me ha denunciado y un juez inglés ha dicho que no podía ver a mi hijo a menos de 500 metros… Era todo mentira, pero el hombre dijo: ¡Qué hijoputas los ingleses! Se lo fui contando según íbamos andando hasta que llegamos a la puerta del bar. Era un camionero de Cáceres, me prometió que volvería a verme, me dio dos abrazos, me dijo que no hiciera locuras… Porque entré por detrás, si hubiera entrado por delante seguro que habría acabado revolcándome en el suelo con él, porque estaba agresivo.
Imagine que está detrás de la barra y llegan los siguientes clientes que le voy a citar. ¿Qué copa le serviría a…?
María Dolores de Cospedal: ¡Lo que bebo yo! Un Larios con Schweppes de limón.
Emiliano García-Page: Un gin tonic, porque sé que le gustan.
Ángel Nicolás: Un buen brandy.
Juan Rosell: Una tila. Que se calme, porque me parece que no está haciendo un buen papel al frente de la patronal.
Mariano Rajoy: Manzanilla, porque hay algunos políticos que a veces tienen un rictus que parece que tienen un mal de estómago. Le vendría bien la manzanilla para suavizar el gesto.
Pedro Sánchez: Un buen vino de La Mancha.
Pablo Iglesias: No le pondría casi nada. Bueno, sí… Un zumo de piña.
¿Casaría a dos personas del mismo sexo?
Sí.
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Cristiano Ronaldo.
¿Tiene algún parado en su familia o entre sus amigos? ¿Ha podido hacer algo por ellos?
Sí. Lo he intentado, pero es muy complicado. Tanto en mi familia como en mi círculo cercano. E intento ayudar a través de currículos, hablando con la gente… Es el peor drama que tenemos ahora mismo.
Si fuera juez, policía, banquero, abogado, cerrajero, funcionario de Justicia… ¿Intervendría en un desahucio u objetaría?
Depende del tipo. Si es un desahucio porque toda la familia está en paro y no tienen medios, no intervendría. Si es un desahucio de alguien que ha entrado en una casa privada pegando una patada en la puerta, sí.
¿Cuál ha sido su mayor locura por amor?
Hacerme 8.000 kilómetros en avión y con muy poquito dinero en el bolsillo, casi de pedir. Esperando que donde llegaba me atendieran. Y me atendieron. A Estados Unidos. Tuve una novia norteamericana que se marchó y decidí que tenía que ir a verla. La conocí en Toledo, en la Fundación Ortega y Gasset. ¡Estuve a punto de irme a Estados Unidos a vivir! Tenía que ir allí porque se había quedado el expediente abierto y teníamos que ver si se cerraba. Fui una primera vez, pero decidimos, sobre todo ella, porque yo allí iba a ser un pajarito en una jaula… Y ella decidió que se venía aquí. Estuve buscando piso y todo, pero… Entonces fui yo quien la dije que aquí iba a poder trabajar dando clases de inglés, pero que se lo pensara bien porque allí tenía un buen puesto. Y decidimos cortar. Ahora mantenemos una buena relación, ella se casó…
¿Era usted un ligón entonces?
¡No, no…! Es más, los que llegamos tarde al reparto de cuerpos teníamos que utilizar la labia.
¿Cuántos idiomas habla?
Tres. Inglés, francés, español, un poquito de italiano y hace unos años me decidí a hacer el primer curso de chino, lo aprobé, pero fue tan intenso que… ¡No me acuerdo de nada! No se programó el segundo curso, lo hice a través de Fedeto, pero… Sí tengo intención de… Tendré que volver a hacer Primero, porque solo me acuerdo de frases sueltas. Mi padre era taxista y cuando yo tenía 10 años él se empeñó en que estudiara idiomas. Por eso hice un curso de francés. Desde los 13 años trabajé en tiendas para turistas y vendía espadas y cosas así los fines de semana y durante las vacaciones de verano.
Si mañana le tocara la lotería…
Ayudaría a la gente que tengo al lado y que está pasando dificultades. Y a mí mismo, tapar algunos agujeros pendientes…
Si fuera presidente del Gobierno de España, lo primero que haría sería…
Reformar la ley electoral, reformar la Ley de Educación de una vez por todas y reformar la Sanidad.
¿Existen los extraterrestres?
Yo creo que sí. Pensar que estamos solos en un sitio tan grande… Es un poco pretencioso, ¿no?
¿Por cuál de estas situaciones pasaría para ganarse la vida? Uno, hacer un desnudo integral para una revista; dos, posar para el calendario Pirelli en el caso de que hubiera uno para hombres; o tres, atender un teléfono erótico.
Pues yo creo que, como te he dicho antes, los que llegamos tarde al reparto de cuerpos… Ja, ja, ja… ¡Lo tenemos muy feo y muy mal para hacer un calendario Pirelli o un desnudo integral! Por lo tanto, como sí se me ha dado bien lo de hablar, el teléfono erótico pues probablemente podría disimular y pensar la otra persona que está hablando con Robert Redford o con algún Adonis de estos… Ja, ja, ja…
¡Vamos, que sacaría buena nota con el teléfono erótico!
¡Seguro! Ja, ja, ja…
¿Actuaría en una película porno?
Es que daría mal, me tendrían que poner un extra de cabeza para abajo… Ja, ja, ja… ¡Creo que no haría un buen papel!
¿Monarquía o República?
República.
¿Se ha pegado con alguien alguna vez?
No he tenido peleas graves. Me refiero a ojos morados, dientes rotos, moratones… Pequeños rifirrafes como empujones en la fiesta de un pueblo… Siempre lo he tratado de solucionar hablando.
¿Ha recibido propuestas sexuales de una persona de su mismo sexo?
No. Y he tenido, y tengo, amigos homosexuales, pero nunca…
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
¡En un balcón! De noche, se veía que no había mucha gente… Fue en Madrid. Ja, ja, ja… ¡Una experiencia incómoda! ¡Incomodísima! ¿Que si fue tumbado? ¡No, no… De pie! Ja, ja, ja…