Acechaban primero y seleccionaban a sus víctimas, señoras de avanzada edad, teniendo en cuenta si llevaban cadenas o cordones de oro puestos. Y a partir de ese momento se montaban su parafernalia para coseguir su objetivo, que no era otro que robarlas.
Las dos mujeres llegaban en un vehículo que conducía un hombre y se paraban junto a su víctima. Tras bajarse ambas del coche, les preguntaban por la dirección de una farmacia o del ambulatorio del pueblo e incluso, si hacía falta, la felicitaban por su supuesto cumpleaños. Como quiera que la mujer les daba la dirección que pedían, mostraban su agradecimiento abrazándola y besándola, haciéndola entrega de un falso regalo, momento que aprovechaban para robar los cordones o las cadenas de oro que llevaba.
Acto seguido, se montaban en el coche y se iban.
Tras varias denuncias, la Guardia Civil montó la operación que denominó «Carantoña», puesto que en el periodo de 15 días y entre septiembre y octubre se presentaron tres denuncias por robos cometidos en Alcolea de Tajo, El Torrico y Valdeverdeja, poblaciones próximas a Talavera.
En los tres casos las víctimas habían sido mujeres de avanzada edad. Y la investigación llevó a la identificación y detención de los supuestos autores, dos mujeres y un hombre, quienes cuentan con un amplio historial delictivo.