«Mujeres con una fuerza inquebrantable y capaces de renacer de sus cenizas«. Así son las protagonistas de la primera novela de la reconocida psicóloga María Esclapez. Tras varios libros publicados sobre psicología, entre ellos «Me quiero, Te quiero«, la divulgadora con casi medio millón de seguidores en Instagram, se lanza a esta nueva aventura y elige a Toledo para envolvernos en ella.
Aún no había salido a la venta su anterior libro cuando María tenía en mente hacer algo diferente a todo lo anterior. De la mano de su fantasía, sus conocimientos sobre psicología y su maestría como divulgadora nace «Mujeres que arden«, un libro que te hace respirar la historia y perderte por la Ciudad Imperial y que presentará este sábado, 16 de marzo, en el Circulo de Arte a las 12:30 horas.
Una mirada diferente para redescubrir Toledo a través de «Mujeres que arden»
Desde el primer momento María tuvo claro cual sería la ciudad elegida para desarrollar su novela. Esta joven, nacida en la localidad alicantina de Elche, nos confiesa a encastillalamancha.es ser amante de todas las ciudades con un mínimo de historia, pero siente predilección por la capital de Castilla-La Mancha: «Llevo muchísimos años enamorada de Toledo», reconoce.
La historia de Eleonor, como se llama una de las protagonistas del libro, trascurre por numerosos lugares del casco histórico: desde la conocida calle de la Plata, pasando por el Circulo de Arte, el Real Colegio de Doncellas Nobles, el Palacio de Fuensalida o incluso un taller real ubicado en la calle del Ángel son algunos de magníficos escenarios elegidos.
Entre risas, reconoce que han sido muchas las visitas y rutas las que esta escritora ha tenido que hacer por Toledo para ambientar su novela. La curiosidad de la psicóloga por la historia de Toledo no tiene limite y nos explica la fascinación que sintió cuando descubrió el espectacular sepulcro del cardenal Silíceo o la «paradoja» de que una sede de la antigua Inquisición como fue el actual Circulo de Arte, ahora sea «un lugar donde prima la cultura y la libre expresión».
Ante el mito de que los toledanos tienen fama de «sosos» o «bordes», ella dice no haberlo experimentado en sus propias carnes. Tal es así, que entre las anécdotas destaca cuando en una de sus visitas, decidió pasar al taller de su protagonista y el dueño la invitó a conocerlo: «De sosos nada, yo me metí hasta la cocina como aquel que dice«, recuerda.
Bares muy reconocidos en Toledo también aparecen en la historia bajo seudónimos como «La Desfavorecida», «El Marinero» o «La Garza». A la imaginación del lector queda el descubrir a cuáles pueden corresponder… Y es que a través de «Mujeres que arden», María consigue que el lector redescubra los lugares más especiales de Toledo.
Dos mujeres que renacen de sus cenizas en dos siglos diferentes
Eleonor y Julia. Julia y Eleonor. Dos mujeres, cinco siglos de diferencia pero la misma capacidad de resiliencia. El empoderamiento de dos mujeres en dos siglos diferentes, XVI y XXI, que se cuestionan «su propio sistema» y sacan su fortaleza frente a aquellos que tratan de imponerse.
Para María era importante trasladar esto a su historia y servir de ayuda aquellos que puedan verse reflejados, una situación en la que ella también se vio inmersa en el pasado.
«No pasa nada por tener esta vulnerabilidad, puedes salir adelante y conseguir lo que te propongas, igual que yo lo hice en su día que estaba en la mierda. Hacía mucho tiempo que las cosas no iban bien y dije no quiero esta vida y no quiero relacionarme así con la gente y mucho menos conmigo. Al final yo soy la persona más importante de mi vida».
Este es el mensaje que la escritora alicantina quiere trasladar a sus lectores. Y es que aunque en muchas ocasiones las circunstancias personales no se pueden controlar, saber gestionarlas y la fortaleza ante ellas, son las claves para «renacer de las cenizas«.
«Las anteriores generaciones eran de piedras, ahora aprenden a manejar sus emociones»
Cualquiera que se pierda entre las páginas de esta historia, se dará cuenta que María no abandona su faceta como psicóloga y busca acercarse a aquel público reacio a leer «libros de autoayuda». El narcisismo, la ansiedad, adicciones, relaciones tóxicas o responsabilidad afectiva son temas en los que el lector se podrá sumergir y aprender de ellos.
Términos que están a la orden del día entre la «generación millennial«, una generación de jóvenes que en mucha ocasiones ha sido tachada de ser de «cristal» por expresar sus emociones. Sobre ello, la psicóloga cree que el problema radica en venir de «generaciones que eran de piedra», donde «todo se llevaba por dentro», lo contrario a lo que sucede sociedad actual que «aprenden a manejar sus emociones».
«Que un joven cuente lo que le pasa, no significa que a ti no te haya pasado, es que a lo mejor tú no has sido consciente de lo que te pasaba porque no has sabido lo que te pasaba, o lo has normalizado, ¿no?», reflexiona Esclapez ante estos hechos.
Frente a esto, reivindica más educación y buenos referentes: «Para lograr cosas como sociedad, tenemos que educar tanto a jóvenes, incluso a niños, como a adultos». Un labor, que a su juicio, tiene que ir de la mano de las instituciones, pero también de familias.