La empresa Auto-Res ha presentado una modificación sustancial de condiciones de trabajo con un paquete de 14 medidas de índole económica que suponen un recorte de los salarios de entre un 30 y un 40 por 100, lo que ha llevado a la convocatoria de tres jornadas de huelga, los días 31 de octubre, 7 de noviembre y 5 de diciembre.
Auto-Res cuenta con una plantilla que supera los 350 trabajadores y trabajadoras distribuidos entre Castilla-León, Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura y Cuenca, donde son once los trabajadores afectados por las medidas propuestas por la empresa, siete conductores y cuatro taquilleros.
El pasado 16 de octubre, Auto-Res convocó a la representación sindical para dar inicio al periodo de consultas de un expediente de modificación de condiciones laborales al amparo del Artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores (objeto, como otros, de la Reforma Laboral del PP). Hasta aquí los términos de identificación formales en los que cualquiera se puede referir a dicha situación.
Y es que, tanto el conjunto de medidas presentadas como las supuestas causas que las sustentan, superan con mucho los calificativos normales e incluso duros que pudieran definir la opinión que tanto la plantilla como la representación sindical pudieran tener al respecto. Mejor dejarlo en «injustificados y abusivos» e incluso «desproporcionados».
Es por ello que la reacción del colectivo de trabajadores y trabajadoras ha sido inmediata, convocando tres jornadas de huelga de 24 horas en los días previos a las próximas fiestas, concretamente el 31 de octubre, 5 de noviembre y 6 de diciembre han sido las fechas respaldadas en las asambleas realizadas, así como un posible endurecimiento posterior del conflicto si la empresa persiste en su postura.
Ahora tendrá lugar el periodo de consultas, en el que la empresa deberá reflexionar sobre sus propuestas y el método utilizado para su implementación. Mas allá de utilizar los laxos mecanismos legales que la última «reforma laboral» les ha dado, la empresa y el grupo mejicano ADO, sus nuevos dueños desde agosto de 2013, deberían reflexionar sobre muchas cosas que no sea sólo el economicismo puro y duro con el que viene actuando desde su entrada.
A estos efectos existen compromisos y formas de hacer las cosas que, por sus resultados, no deberían dilapidarse en tan poco tiempo ya que Auto-Res, hasta donde alcanza el recuerdo, es una empresa solvente y rentable.