Hoy se conmemoran 531 años desde que don Luis de la Cerda, I duque de Medinaceli, escribiera una carta histórica a su tío, el Cardenal Mendoza, confirmando el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón.
Uno de los primeros documentos
Este hito marcó un antes y un después en la historia mundial, abriendo un nuevo capítulo en la exploración y el conocimiento del mundo.
La carta, fechada el 19 de marzo de 1493 en la villa de Cogolludo, es uno de los primeros documentos escritos que confirman el descubrimiento del Nuevo Mundo. Actualmente se conserva en el Archivo Nacional de Simancas (Valladolid), mientras que en el Palacio Ducal de Cogolludo se exhibe un facsímil junto a su traducción literal.
Don Luis de la Cerda, conocido por su inclinación hacia las artes y las letras, no era un hombre de guerra, pero respondió al llamado de los Reyes Católicos para apoyar la guerra de Granada. Durante su vida, hospedó a Cristóbal Colón en su palacio de El Puerto de Santa María y facilitó su encuentro con la reina Isabel.
Colgada la reproducción en el balcón del Ayuntamiento
La llegada de Colón a Lisboa, tras su primer viaje a Las Indias, desencadenó una serie de eventos que culminaron en la redacción de la carta enviada por don Luis al Cardenal Mendoza. Aunque la carta original nunca ha sido encontrada, se conserva una respuesta del duque al cardenal, confirmando la recepción del mensaje.
Para poner en valor un hecho tan significativo e histórico, el Ayuntamiento de Cogolludo cuelga cada año, de su balconada, una lona con una gran reproducción del documento. Además, en todas las visitas turísticas que se han llevado a cabo a lo largo del fin de semana, los guías turísticos cogolludenses han mostrado reproducciones de la misma, y dado lectura a su texto íntegro, y lo mismo harán a lo largo del próximo fin de semana.
El regreso de Las Indias
Cuando el almirante Cristóbal Colón Almirante volvía de su primer viaje a Las Indias, al mando de La Niña, el 13 y el 14 de febrero sufrió una tremenda tempestad. El temporal llegó a romper el velamen de la nave y a separarla de La Pinta, al mando de Pinzón, que regresaba junto a ella. Superada ésta, a La Niña le esperaba otra aún más cruenta, en el Cabo da Roca, ya muy cerquita de la costa portuguesa. De milagro, La Niña llegó a Lisboa el 4 de marzo de 1493.
Según algunas investigaciones documentales, desde allí Colón escribe tres cartas para contar que había vuelto de Las Indias con éxito. Envió dos de ellas a Barcelona, porque la corte era itinerante, y en aquel momento los reyes católicos se encontraban allí. La tercera, la envió a Cogolludo, que es donde estaba su mentor, don Luis de la Cerda, el duque de Medinaceli, que fue quien hizo posible que Colón se entrevistara con la reina Isabel después, como se ha visto de haberlo alojado en su palacio.
Por cercanía, un correo a caballo tuvo que recorrer los 573 kilómetros, de Lisboa a Cogolludo, mucho antes que los 1007 que separan la ciudad portuguesa de Barcelona. Nunca se ha encontrado la carta que llega a Cogolludo, pero nada más recibirla, el duque le escribe a su tío, el gran cardenal Pedro González de Mendoza, otra misiva, que es la que sí se conserva, en la que le da la noticia y deja constancia de la anterior.