El título empleado para el comentario, otros como Ya está bien, Si esperasen tanto las liebres, no son exageraciones ni mucho mensos, se quedan muy cortas. Ello relacionado para expresar la mala praxis, la deplorable actuación que están teniendo el Ayuntamiento de Bargas y la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), en lo relacionado con la fuga de aguas fecales que se producen desde septiembre pasado con motivo de la fuerte Dana producida en un tramo del arroyo de Las Zorreras, a su paso por el barrio de Valparaíso.
Cabe recordar que desde entonces y a consecuencia de la rotura de tubos y descolocaciones de varios de ellos sobre el cauce del citado arroyo, discurren olímpicamente en el término de Toledo y concretamente en para lelo y a una veintena de metros de la Avenida del Madroño de Valparaíso.
Este hecho, después de las llamadas y escritos de la A.VV. “Río Chico”, después de las denuncias en los medios de comunicación por particulares, por gestiones de la Policía Local, concejal de turno de Toledo y de escritos dirigidos al mismísimo presidente de la CHT, Antonio Yáñez el pasado diciembre, hasta la fecha aún no ha dado resultados. El mutismo al respecto es la única y paupérrima solución que han dado.
Entiendo que, en otros tiempos hasta los vecinos, que llevan aguantando estoicamente esta situación, se habrían “levantado en armas” y quizá la solución habría llegado. Pero hemos llegado a un extremo en que todo lo que sucede fuera de nuestro domicilio, de nuestro territorio, no nos interesa. Creemos que las cosas se arreglan por inercia. Pero no, desgraciadamente no es así y hay que elevar el tono de voz. Y personalmente creo que aquí estamos, en este punto.
Demasiados silencios
Como decimos, en diciembre pasado, el que suscribe, envió una carta dirigida al presidente de la CHT. Ciertamente y cuando tenía pocas esperanzas de que me respondiera, lo hizo. En un tono casi amable, le respondí, me volvió a contestar, se lo agradecí, pero de “nuestro libro”, nada de nada. Sin aportar soluciones. Solo que era asunto del Ayuntamiento que provocaba la fuga, de Bargas y la CHT como si se desentendiera. Me remitió a legislaciones y otros rollos. Y aquí discrepo profundamente.
La obra- no hacer falta ser muy listo ni técnico-, debe ser costosa, pero hay que hacerla, hay que resolver este grave problema que afecta al medio ambiente y que no sabemos si las aguas fecales están filtrándose por el subsuelo al Tajo, pues hay restos del arroyo que desaparecen a pesar de salirse las aguas las 24 horas del día y aflorando desde septiembre.
¿Es posible que un problema de este calibre que afecta a todo un barrio de más de 6.000 habitantes lleve tanto tiempo sin que nadie aporte soluciones? Hace poco han propagado que, hay cuatro empresas dispuestas a ejecutar las obras, etc, pero oficialmente y en la práctica que es lo que cuenta, nadie ha abierto el pico. Todo chichirimundi callado ¿Hasta cuándo? ¿Vamos a aguantar esa postal maloliente en verano al que ya nos vamos acercando?.
Carlos Martín-Fuertes