César del Río
Al margen de lo que cada uno pueda pensar sobre la independencia o no de Cataluña (me gustaría saber qué decidirían el resto de los españoles si les preguntaran, porque me da que ya por cabezonería muchos votarían que sí, que mejor fuera de España) lo que aquí subyace es que con las resoluciones del Tribunal Constitucional, con la ley, vamos, cada uno puede hacer lo que quiera.
Porque saltarse por donde mejor nos venga una decisión judicial sin que quien debe no haga nada… Porque saltarse por donde mejor nos venga una decisión judicial es lo que sucedió el domingo 9 de noviembre, en coincidiencia con la fecha de la caída del Muro de Berlín hace 25 años, que no todo es casualidad, en el que cuatro de los poco más de seis millones de catalanes, incluyendo menores e inmigrantes, decidieron no ir a votar, sin que nadie intervenga porque haberlo hecho hubiera sido poco menos que desproporcionado según el juez de turno pues es poco menos que decir que es peor el remedio que la enfermedad.
Lectura clara: una parte de los catalanes han hecho lo que les ha salido de sus mismas entrañas a pesar de que la ley decía claramente que no podían. Y nadie se lo ha impedido.
Por no hablar de cómo ha quedado el Gobierno de Mariano Rajoy, sobre todo con los votantes del PP en Cataluña. Porque usted como yo se han hartado a escuchar durante las últimas semanas que se pusiera como se pusiera Artur Mas no se iba a celebrar la consulta del 9-N. Pero al final ha sido que sí y nadie se atrevió siquiera a intentar imposibilitarlo. ¿Fue entonces un delito lo sucedido el domingo 9? Porque el president, honorable o no, permitió, alentó y posibilitó una ilegalidad en toda regla, en las mismas barbas de Raj… Digo del Estado. Digo de todos nosotros.
Por cierto, que solo votaron poco más de dos millones de catalanes de los seis que podían hacerlo. Pero les da alas. Al menos para «negociar».
Ah, y no se pierdan la imagen de la jornada, que para mí no es otra que la de Jordi Pujol votando. Ja, ja, ja… ¡Como si no hubiera pasado nada en los últimos meses! Dejó el carrito de los helados a la puerta de su casa, llegó al colegio electoral y depositó su papeleta de independencia.
Esta España nuestra…
cesardelrio@encastillalamancha.es