martes, 24 de septiembre de 2024
Las personas mayores, su principal objetivo 11/11/2014junio 8th, 2017

Ya en 1959, en modo color, la película «Los Tramposos» reflejó a la perfección cómo se lleva a cabo el timo de la estampita gracias a las estelares actuaciones de Tony Leblanc y Antonio Ozores. O, lo que es lo mismo, Paco y Virgilio, el «tonto» y el «listo» que roban 3.000 pesetas de las de entonces (tres billetes verdes con la cara de Benito Pérez Galdós) a un «incauto», también entre comillas, que se convierte en víctima pero que en realidad su primera intención es llevarse una buena cantidad de dinero a costa del «tonto». Al final, ya saben, los billetes que él se lleva son solo recortes de papel. Como la vida misma…

Y aunque les parezca mentira, nada más y nada menos que 55 años después de la película que dirigió Pedro Lazaga, con guión de José Luis Dibildos, los timos de la estampita y del tocomocho ¡¡¡siguen vigentes en nuestros pueblos y ciudades!!! Y al alza, vistos los casos que hemos conocido durante las últimas semanas en Castilla-La Mancha.


ESPECIALIZADOS EN PERSONAS MAYORES

Por ejemplo, en agosto de 2013 en Ciudad Real se detuvo a un grupo que estaba especializado en robar con estos dos timos. Cuatro personas, dos de ellas menores de edad, que actuaban a la perfección y que tenían como víctimas preferidas a las personas mayores.

Gracias al tocomocho, dos personas consiguieron robar nada menos que 9.000 euros, además de unas cuantas joyas, a una mujer de 80 años en Talavera. Fue en mayo de este mismo año y los dos fueron detenidos días después en Badajoz.

El mismo mes, unos días después, conocimos que el fiscal pidió dos años de prisión para una mujer en Albacete por conseguir 2.000 euros de una vecina gracias al tocomocho.

En octubre pasado, les contamos el caso del toledano que fue a su casa a por sus cartillas de ahorro y junto a los timadores fue a tres entidades bancarias de la capital regional para sacar 10.000 euros y dárselos a cambio de unos billetes premiados que en realidad no lo eran. Cuando se dio cuenta de que le estaban engañando le propinaron una paliza, rompiéndole la mandíbula, y le dejaron abandonado en una carretera cercana. Ahora uno de ellos ha sido detenido.

Y en Guadalajara, hace apenas medio mes, la Policía Nacional impidió que a un anciano le timaran, también por el tocomocho.

UN PLAN PARA EVITAR TIMOS Y ESTAFAS A PERSONAS MAYORES EN CUENCA

La situación ha llegado a tal extremo que incluso en Cuenca la Subdelegación del Gobierno, junto con la Guardia Civil y la Policía Nacional, han puesto en marcha un plan para evitar precisamente los timos y estafas a personas mayores que, como se pueden imaginar, son las víctimas a las que recurren los delincuentes.

Y es que, como informan desde la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Castilla-La Mancha, son los timos más clásicos y que pese a que puedan parecer extinguidos, aún continúan vigentes. Tomen nota, porque aquí van los tres más clásicos:

El timo de la estampita: el estafador se hace pasar por una persona discapacitada que dice tener muchas estampitas (como en el video de la película que les mostramos) en una bolsa, enseñándole alguna que resulta ser un billete. La víctima, al final, es engañada, comprándole la bolsa al «tonto» y recibiendo a cambio una bolsa llena de recortes de papel.

El timo del tocomocho: el estafador aborda a la víctima en la calle, asegurando que tiene un billete de lotería premiado pero que él no lo puede cobrar. En este timo, igual que en el de la estampita, siempre aparece un colaborador con un listado de boletos premiados de algún periódico. Le ofrecen la oportunidad a la víctima de cobrarlo él a cambio de una cantidad menor de dinero de lo que él va a recibir en la administración de lotería o en el banco.

Los trileros: incitan a la gente a participar en juegos de habilidad que se desarrollan en la calle sobre una pequeña mesa y donde hay que adivinar debajo de qué vaso hay una pelotita. Alrededor de la mesa siempres hay colaboradores que simulan estar ganando premios y que es muy fácil, pero cuando usted se decida a jugar seguro que siempre saldrá perdiendo.

NO OLVIDEMOS LA AVARICIA DE LAS VÍCTIMAS

Por supuesto, tampoco podemos olvidar reseñar la avaricia de las víctimas antes de que lo sean. Porque en realidad son ellas las que al principio se quieren aprovechar de un supuesto «tonto» que les ofrece la «oportunidad» de cambiar duros por pesetas. Y caen en la trampa. Por eso la Policía insiste en que nadie se fíe de lo que en un principio puede parecer un negocio fácil.

Y, por supuesto, no hay más casos que se denuncian porque a las víctimas les da vergüenza aparecer en la Comisaría para decir que han sido timados por un «tonto» y un «listo».

Como ven, Tony Leblanc y Antonio Ozores sigue habiendo en la vida real… Aunque hayan pasado nada más y nada menos que 55 años…

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