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viernes, 22 de noviembre de 2024
Primera sesión del juicio contra Pepe Lomas, el conocido librero ciudadrealeño que asestó dos tiros a un ladrón que se encontraba robando en su domicilio
Primera sesión del juicio contra Pepe Lomas, el conocido librero ciudadrealeño que asestó dos tiros a un ladrón que se encontraba robando en su domicilio
Caso Atalaya - 08 abril 2024 - Ciudad Real

Pepe Lomas, el librero jubilado de 81 años y acusado de la muerte Nelson David Ramírez, el intruso que había entrado en su finca la madrugada del 1 de agosto de 2021, ha declarado en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial de Ciudad Real que ni siquiera cree que los tres disparos que él realizó alcanzaran al presunto ladrón, quien fue hallado muerto en el exterior de su finca, ubicada en las inmediaciones del Parque Forestal de La Atalaya, en Ciudad Real.

Lomas ha asegurado ante el jurado y a preguntas del Ministerio Fiscal durante más de una hora y media, que todo lo sucedido forma parte de una trama para echarle de su casa y que está «orquestada desde hace 40 años».


En su relato ante el tribunal del jurado, ha recordado que se despertó por haber oído ruidos, y tras salir de la vivienda en la que vivía, que tenía las puertas y ventanas tapiadas por el temor a que le pudiera suceder algo tras 40 años sufriendo robos, vio la cortina anudada de la vivienda y el cuadro de riego totalmente destrozado, por lo que entró en pánico. «Pensé que venían a por mi», ha asegurado.

Tras esto, ha relatado que entró a su habitación para coger una escopeta cargada con la que dormía cada noche y que usaba habitualmente para disparar para eliminar los nidos de procesionaria de sus pinos, con el fin de defenderse.

El librero ha comentado que decidió salir a defenderse sin llamar a la policía: «El asunto, como yo lo vi, era de urgencia, era mi vida, y por eso no decidí avisar a la policía. Cuando en plena noche ves destrozos en tu casa, no sabes lo que está pasando, hay gente, y piensas que lo que pueden destruir también es tu vida».

Prefería morir defendiendo su casa que «dejarla en manos de maleantes»

Lomas también ha señalado que esa noche pensó que prefería morir defendiendo su casa antes que salir huyendo y «dejarla en manos de unos maleantes».

El octogenario ha reconocido que decidió salir con la escopeta y sin luz para no hacerse «hombre objeto» y evitar así que cualquier otra persona pudiera atacarle, tras lo que observó cerca del almacén de las herramientas a un bulto que portaba una motosierra apuntando a su persona, a una distancia entre 10 o 12 metros.

Sin apenas luz y teniendo en aquel entonces cataratas, ha comentado que no identificó ese bulto como una forma humana, sino que pensó que era una trampa y que si se acercaba a una distancia razonable le podían cortar el cuello «como a María Antonieta».

Entonces, disparó un primer tiro a la altura de los tejados y el bulto no se movió, tras lo cual tiró un segundo sin que el bulto se moviera tampoco, momento en el que decidió regresar al dormitorio para cargar de nuevo la escopeta y disparar un última vez.

Tras eso, se fue hasta la portada de la casa donde escuchó ruido y voces de gente que se marchaba por un camino, tras lo cual regresó a su habitación y llamó a la Guardia Civil y posteriormente a la Policía Nacional.

El librero ha negado recordar que en una primera declaración dijera que vio a una persona agazapada, y tampoco ha recordado haber dicho en anteriores declaraciones haberle dado dos cañonazos a una persona.

Situación «de guerra» por los continuos robos que sufría

A preguntas del abogado de la acusación particular, ha reconocido que la situación que vivía en su casa era una situación «de guerra» por los continuos robos que sufría, y ha negado haber sido el autor de los dos disparos que le causó la muerte a la víctima.

«Yo esa barbaridad no la hago, yo no tengo sangre fría para eso, yo no soy un matarife», le ha dicho al abogado de la acusación.

Por su parte, su abogado defensor le ha preguntado si tuvo la impresión de que había más personas en el lugar del suceso, algo que ha dicho que no tenía la menor duda que sí, y ha señalado que el acceder a su vivienda y dejar el bulto en el patio no lo podría haber hecho una sola persona.

En este sentido, ha comentado que en esa noche cerrada, al salir al lugar del suceso tuvo la sensación de que era una cosa organizada por gente que iba contra él, pero que cundo encendió la luz al despertarse, «pararon de hacer el montaje que estaban haciendo».

Para Lomas, la situación que vivió durante 40 años en su finca era como vivir en el campo de concentración de Mauthausen, al sufrir «una maldad constante» atribuida a las personas que querían echarle de su casa.

El librero ha llegado a decir que pensaba incluso exigir indemnizaciones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

si sale absuelto de este proceso en el que se le juzga por un presunto delito de homicidio, por el que la Fiscalía le pide 12 años de cárcel.

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