Según la última estadística del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en lo que va de año 43 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Del total de casos contabilizados por el Gobierno, sólo en 13 constan denuncias previas por malos tratos contra los agresores y en dos casos fueron retiradas. Lejos de ser una buena noticia, los expertos aseguran que la crisis también afecta a la violencia de género porque «frena a las mujeres a la hora de denunciar, sobre todo, las que dependen económicamente de sus parejas». Además, afirman que siguen sin corregirse los grandes problemas que hay detrás de esta lacra social como son, la falta de una educación igualitaria y de soluciones para los niños que se quedan sin madre y con un padre en la cárcel.
SI NO PUEDE VER LA GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS, PINCHE AQUÍ
Para profundizar en este tema y con motivo del 25 de noviembre, día señalado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar y sensibilizar a la población mundial sobre la violencia hacia las mujeres, encastillalamancha.es ha hablado con la Asociación de Mujeres «María de Padilla» de Toledo y también con algunas víctimas de esta lacra.
LA CRISIS ECONÓMICA EMPEORA LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES MALTRATADAS
«Si el marido es el que aporta dinero a la casa, la mujer debe estar supeditada a él». Frase del corto de Icíar Bollaín «Amores que matan».
Según las estadísticas de violencia de género, en los últimos años, se han registrado menos denuncias. Los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad indican que en 2008 se anotaron 142.125 denuncias por violencia de género, siendo estas cifras las más altas desde que el Gobierno empezó a contabilizarlas en 2004, cuando entró en vigor la Ley Integral contra la Violencia de Género. El año pasado el número de denuncias descendió a 124.893 y en lo que va de año, hasta junio, 64.110 mujeres han denunciado a sus parejas o exparejas.
Sin embargo, expertos en este ámbito desconfían de que estas cifras reflejen la realidad, porque, consideran, son consecuencia directa de la crisis económica que venimos atravesando desde el año 2008. Carmen Fernández, presidenta de la Asociación de Mujeres «María de Padilla» comentó a encastillalamancha.es que la crisis obliga a las mujeres, sobre todo a las que tienen hijos, a pensar dos veces antes de denunciar a su agresor debido a que «no hay condiciones laborales favorables para poder salir adelante, después de dejar al maltratador».
«El marido es el responsable de la familia por lo tanto, la mujer debe obedecer». Frase del corto de Icíar Bollaín.
Las políticas de austeridad que se están llevando a cabo en los últimos años han tenido como consecuencia que muchas mujeres, afectadas por la reforma laboral, los recortes o la falta de ayudas, hayan vuelto a depender económicamente de sus maridos siendo estos, como en épocas pasadas, los encargados de la economía familiar. Según la opinión de los expertos, esta situación supone un paso atrás, porque «ahora las mujeres tienen miedo de no poder pagar la comida o el colegio de sus hijos y aguantan más con los agresores». Esta situación de dependencia, también conocida como maltrato económico, las hace sentirse «desamparadas» y, según nos dijo una de las mujeres víctimas de violencia de género con las que hablamos «las ayudas de emergencia que el gobierno, dice que hay, no llegan».
LA EDUCACIÓN ES LA ASIGNATURA PENDIENTE DE LA VIOLENCIA MACHISTA
«Las mujeres son inferiores a los hombres». Frase del corto de Íciar Bollaín.
Los últimos datos del Informe «Andalucía Detecta», del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), y del Informe Social de la Juventud en Andalucía, elaborado por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), el Centro de Estudios Andaluces y la Consejería de Educación concluye que un 24% de los jóvenes andaluces piensa que la mujer debe quedarse en casa, con su familia, y el 10% considera que el hombre es quién debe tomar las decisiones importantes en la pareja. Además, el 20% cree que las mujeres son inferiores a los hombres. Este informe revela la falta de valores igualitarios en el sistema educativo. Las mujeres de la Asociación «María de Padilla» tienen claro que estos datos son fruto de «la falta de educación en temas de igualdad y el desprecio por lo femenino en un sociedad dominada por los hombres», uno de los problemas que aún no se ha atajado y que perpetúa la violencia machista.
Además, España ocupa el puesto número 30 en igualdad de género, según el último ranking del Foro Económico Mundial. Hace seis años estaba en el puesto número 10. Vamos hacia atrás y en este sentido, la reciente eliminación de la asignatura «Educación para la ciudadanía» supone un ataque contra la erradicación de la violencia de género, en opinión de Carmen Fernández. Sin embargo, los expertos dicen que acabar con el maltrato a la mujer «no es una utopía» aunque para conseguirlo es imprescindible «un cambio de valores en la sociedad donde quede claro que todos somos iguales».
LA FALTA DE VALORES IGUALITARIOS SON LOS CULPABLES DE QUE AUMENTE EL MALTRATO ENTRE LOS JÓVENES
«He visto que te has conectado al WhatsApp y no me has respondido ¿Con quién hablabas? ¿Es verdad que estás con tus amigas? Mándame una foto. ¿No estarás con otro? Si me dejas, cuelgo una foto tuya desnuda en internet…» Estas frases son algunos ejemplos de las nuevas formas de violencia machista, ligadas a las nuevas tecnologías, que tiene especial acogida entre los más jóvenes.
Los centros que atienden a mujeres maltratadas coinciden en que cada vez más chicas jóvenes acuden a pedir ayuda. Aunque reconocen que hay un problema mayor y es que «los adolescentes confunden la posesión y los celos con el amor. Y eso es lo contrario al amor». Las mujeres con las que hemos hablado nos cuentan que «las adolescentes identifican el maltrato con una bofetada, sin darse cuenta que cuando sus novio les controlan la ropa, el maquillaje, las redes sociales o las amistades también las están maltratando». Y es que la forma más habitual de malos tratos entre los jóvenes es el dominio psicológico y el chantaje emocional. Fernández tiene claro que este problema sólo puede solucionarse si se educa en igualdad.
LOS NIÑOS SON LAS VÍCTIMAS INVISIBLES DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
«Quiero no ver más a mi padre, porque no me gusta». Esta frase no ha sido sacada de una película. Se trata de la frase que escribió una niña de seis años, para acompañar un dibujo en el que su padre aparecía vestido con un traje de preso, y que la Asociación de Mujeres «María de Padilla» ha recogido en un vídeo con el que quieren visibilizar las secuelas que sufren los niños que viven el maltrato en casa. Desde la asociación llevan años pidiendo que «se trate a los niños igual que a las madres, porque son víctimas igual que ellas». Por eso, este año, han decidido dedicar el mes de noviembre a los niños y niñas que sufren violencia machista en sus familias y que son las «víctimas invisibles» de este drama social.
Hay 29 huérfanos menores de 18 años víctimas de violencia de género, según los últimos datos contabilizados por Ministerio. Desde la asociación denuncian que «hay que poner psicólogos que ayuden a los niños, como mínimo, una vez a la semana y no cada cinco meses».
28 AÑOS LUCHANDO CONTRA EL MALTRATO
La Asociación de Mujeres “María de Padilla” es una microorganización que lleva luchando por la igualdad desde 1986. En lo que va de año han atendido a 60 mujeres gracias a la ayuda que reciben del Ministerio de Sanidad y con la que pueden pagar a la psicóloga. Fernández asegura que la asociación “es un sitio de mujeres para mujeres donde se entiende el dolor sin cuestionarlo”. Denuncian que la violencia de género “no es un problema de mujeres, es un problema social que no entiende de edades ni clases sociales”.
El primer martes de cada mes se concentran en el Paseo de la Vega y ponen una vela a los pies de la estatua de la mujer toledana por cada mujer asesinada en el mes. Acompañan física y psicológicamente a las mujeres que llegan al centro pidiendo ayuda, les tienden la mano y juntas inician un nuevo camino. Además, cuentan con un teléfono las 24 horas del día. Muchas mujeres dicen que gracias al trabajo que aquí se realiza «han vuelto a nacer». Todas están convencidas de que «siempre hay salida por muy difícil que parezca». Por eso, «si sientes que te robaron el pasado, no dejes que te roben el futuro».
El 016 es el teléfono gratuito de atención a las víctimas, que no deja rastro en la factura.