Entre «la sorpresa y la indignación» ha recibido el vicepresidente de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV) de Toledo, Javier Nicolás, la explicación de la Diputación para justificar «el incompresible retraso» en la adjudicación de viviendas de alquiler para jóvenes en la calle Esteban Illán ya que las obras realizadas por la empresa del Ayuntamiento fueron entregadas «sin reparos ni observaciones».
Javier Nicolás, que ha comparecido en rueda de prensa, ha lamentado «el ataque a la gestión de la EMV» que ha realizado la Diputación a cuenta del retraso en la adjudicación de las viviendas de la calle Esteban Illán que fueron rehabilitadas por la empresa municipal y que los responsables provinciales imputaban a «deficiencias en las obras» y otros problemas y deficiencias que achacaban a la EMV.
El también concejal de Urbanismo y Vivienda ha mostrado una copia del acta de recepción de las viviendas, rubricada en octubre de 2013 por los responsables políticos y técnicos de la Diputación y también por el concejal y por el arquitecto municipal. Este documento recoge que una vez inspeccionadas las instalaciones «los representantes de la Diputación y del Ayuntamiento no formulan reparos u objeto alguno para proceder a esta recepción».
Con este antecedente, «¿cómo se puede decir, más de un año después, que no se han entregado las viviendas porque han tenido que hacer obra y estaban mal recepcionadas?», se ha preguntado Nicolás, para quien lo único que pretenden los responsables de la Diputación es «ocultar su propia incapacidad, intentar engañar a la ciudadanía y desviar el tiro hacia otra administración ante la su total ausencia de gestión».
El concejal de Vivienda ha explicado que, además del acta de recepción, el Ayuntamiento entregó a la Diputación los seguros, las garantías de los equipamientos, los boletines de las instalaciones de luz, agua y gas y el proyecto para la construcción de un centro de transformación, requerido por la compañía eléctrica.
Por ello, no se explica los retrasos que ha sufrido el proceso de adjudicación y que aún queden viviendas sin ocupación, perjudicando así a jóvenes toledanos que deberían estar ya viviendo en el inmueble.