¿A quién mejor que a los maestros artesanos de Castilla-La Mancha puede un hijo o una hija pedirle consejo a fin de quedar de la mejor manera eligiendo un regalo para el Día de la Madre? A cinco de los muchos que hay en la región les sobran motivos para pensar en otras tantas elecciones que no se adelantan ahora porque más abajo, en el reportaje de «Artesanos de Castilla-La Mancha», se detallan.
Estos consejos dan fe de la exquisita y larga gama de artículos artesanos que se siguen elaborando con mimo y enorme trabajo en Castilla-La Mancha, de la mano y con el sello de unos maestros que mantienen vivo el legado de unos oficios con tanta tradición y cuya persistencia ayuda a identificar y mantener la identidad de una tierra, desafiando el paso de los siglos.
Así, una decoradora de telas de Guadalajara, una artesana del vidrio de Albacete, un ceramista de Velada (Toledo), un joyero de Quintanar del Rey (Cuenca) y un ebanista y restaurador de Campo de Criptana (Ciudad Real) aportan recomendaciones muy a tener en cuenta para regalar en una fecha tan señalada.
Más de 3.000 artículos
La página web artesaníadecastillalamancha.es ofrece con tan solo un click más de 3.000 productos artesanos y hechos a mano para todos los bolsillos. Clásico o moderno. Para los más jóvenes o los que tienen más edad. Además, en un par de minutos tendrás comprado y enviado a casa el regalo perfecto para tu madre. Así te lo contamos desde encastillalamancha.es en el especial de Artesanía para el Día de la Madre.
María Genoveva Hita Aguilera, decoradora de telas (Guadalajara)
María Genoveva Hita Aguilera es una decoradora de telas, una creadora textil de Guadalajara capital. Descubrió un día que la seda y su versatilidad «son un medio perfecto para dar vida» a sus diseños, inspirados en culturas milenarias. Ella quiere que cualquiera pueda tener una joya en su armario, única, atemporal y elegante.
Pinta la seda natural, sobre todo, aunque también otros tejidos nobles, como algodones o linos.
Genoveva tensa la pieza en un bastidor como si fuera un lienzo, que pinta recurriendo a diversas técnicas antiguas, como el shibori, el batik. Con este tejido elabora prendas (kimonos), hace cuadros, joyas, bolsos, complementos como pendientes o collares…
Esta creadora no duda en hacer una recomendación de regalo 100 por 100 artesanal para el Día de la Madre: “Por ejemplo, pañuelos, o chales, blusas de seda natural… aunque lo que más vendemos en esta época son pañuelos, fulares, pendientes, collares, es decir, todo tipo de complementos”.
Genoveva Hita, para crear, se inspira mucho en la cultura oriental: “Japón, su concepto y su filosofía me gustan mucho; también me baso en elementos de la Naturaleza: paisajes, animales o pájaros. Y Al Andalus también me inspira mucho”, explica. En general, sus creaciones remiten a culturas milenarias.
Hace colecciones cápsula, «cada una basada en una cultura diferente”, matiza.
El producto de Genoveva está muy enfocado a la mujer, así que la época del Día de la Madre es buena para ella, “excelente”.
Siente que su trabajo está bien valorado por el cliente: “Hay un cliente muy cultivado que cuida mucho el detalle, que valora que el producto esté hecho con materiales nobles, en un proceso lento, ya que en mi trabajo acaba en piezas únicas; aunque haga el mismo dibujo, el acabado nunca va a quedar igual, porque la seda tiene vida propia”.
“Buscan lo diferente y lo exclusivo”, concluye.
Ana Úbeda Cuesta, artesana del vidrio (Albacete)
Ana Úbeda Cuesta, artesana del vidrio de Albacete, hace (especialmente pensando en el Día de la Madre, y por tanto recomienda como regalo para una fecha tan señalada), colecciones de joyería de vidrio: colgantes con pendientes (en forma de corazones), pulseras, sortijas (estos elementos pueden ir a juego), broches (estilo Cocó Chanel)…
Esta artesana albaceteña del vidrio elabora una gran variedad de productos que pueden valer como perfectos regalos para la mejor madre, como lámparas, espejos, vidrieras, cuadros y flores. También elabora mándalas, atrapasueños, móviles…
Hay ocasiones en que, coincidiendo con el Día de la Madre, Ana Úbeda organiza una feria que le viene muy bien a una fecha a rojo en el calendario.
Ana Úbeda tiene como principal fuente de inspiración la Naturaleza: las flores, la fauna, las estaciones del año, el mar y las flores (amapolas, margaritas, tulipanes y clavelinas).
Esta artesana toma los cristales y elabora sus creaciones desde el principio, desde una plancha de cristal, que recorta, pule, funde en el horno antes de hacer los montajes.
Su tiempo de fabricación es relativo, depende de lo que haga, si una vidriera, una lámpara o joyería. Lo primero que hace es el diseño. Otro buen regalo para el Día de la Madre es algo que ha hecho recientemente: un cuadro de vidrio fundido lleno de amapolas inspirado en el paisaje de La Mancha.
Alberto Acosta Gómez (cerámica, Velada, Toledo)
Alberto Acosta Gómez (Velada, Toledo) es ceramista, especialista en el diseño, creación, construcción y fabricación de todo tipo de artículos de cerámica.
Este artesano de la cerámica hace artículos de heráldica, cajas, platos, lámparas, azulejos, lebrillos, ceniceros, trofeos, cuadros, murales, fachadas, piezas de escritorio, vajillas, jarras, juegos de mesa, de café, platos, fuentes, maceteros, y en definitiva, cualquier artículo de decoración en cerámica, tocando «todos los palos».
“¿Qué regalo elegiríamos para el Día de la Madre?, se le pregunta a bote pronto. «Pues algo de bisutería de cerámica que hago, por ejemplo, no? Unos pendientes con una gargantilla o unos colgantes que hago, de cerámica, claro”, responde.
Fuera del mundo de la cerámica, también pinta abanicos: otro buen regalo en el Día de la Madre. Precisamente tiene cinco encargados para este día.
Casi todo lo que hace Alberto es de encargo, a tiro hecho, ya que él trabaja en su taller, sin tienda física. Vende en Mondas, en Ferias, en Navidad. En las Mondas puso un puesto de bisutería. Mucha gente, en las Mondas, se ha anticipado haciendo el regalo del Día de la Madre.
Cree Alberto que en un mundo como este “cada vez se va valorando más la artesanía”. Él puede vivir de su trabajo “muy dignamente”.
Su especialidad, como se ha visto, es la cerámica, que nunca parece pasarse de moda: “Se trabaja desde hace siglos y sigue estando al uso. En Talavera hay prácticamente un museo al aire libre con los murales”, señala.
José Burgos Moya, joyero (Quintanar del Rey, Cuenca)
José Burgos Moya es un joyero artesano de Quintanar del Rey (Cuenca) que tiene muy claro cuáles son sus «piezas estrella» para el Día de la Madre: el pendiente o el collar colgante. «Es lo que más se mueve hoy en día porque no da complicación. Es sencillo. Se trata de campañas para regalos. En el caso del anillo, sin embargo, es más complicado si no se traen medidas, porque no le vaya bien al destinatario. Lo mismo ocurre con la pulsera, se puede comprar una pulsera de 18 centímetros cuando luego hacen falta 19,5 centímetros. Así que la tendencia general es el pendiente o el collar colgante porque no precisan de medidas», explica.
José Burgos, en su condición de joyero artesanal, vive ahora en plena campaña del Día de la Madre, una de las varias que tiene a lo largo del año. Este artesano conquense, en el ámbito de la joyería, hace de todo, desde esculturas para trofeos hasta ‘piercings‘. En cuestión de materiales trabaja con oro, plata y platino. Las piezas de oro y platino las mantiene dentro de la tienda, por normativa y seguridad, mientras que las de plata sí las expone en ferias de artesanía.
«Un día puntual»
El Día de la Madre es un «día puntual» de venta para él. José Burgos, que este mes de octubre hace la friolera de 40 años de oficio, comenta que hay un tanto por ciento de la clientela que aprecia el trabajo artesanal como el que él hace, «que entiende, que sabe, que encarga», precisa, no en vano él está especializado en piezas de encargo. Las personas que le encargan piezas, subraya, tienen claro tanto lo que quieren como el arduo trabajo que conlleva lo que desean, lo que vale.
«Hay una diferencia del cliente que acude con un compromiso puntual («el goteo», propio de un género más comercial) del que encarga algo específico («esta cruz, con este tipo de piedra…»), quien adquiere los productos más valiosos: «Es quien entiende y sabe lo que se le va a hacer», acaba.
Pablo Rubio-Quintanilla Alarcos, ebanista y restaurador de Campo de Criptana (Ciudad Real)
Pablo Rubio-Quintanilla Alarcos es ebanista y restaurador de Campo de Criptana (Ciudad Real). Los tipos de trabajos que hace son los de la casi desaparecida “carpintería de lo blanco”, la reproducción de antiguas piezas de carpintería y la restauración de mobiliario.
Cuando se le pregunta qué se le ocurre para regalar en el Día de la Madre, no duda en contestar: «El otro día restauré unas cunas antiguas, tenedores viejos de niños, de más de un siglo de antigüedad. Eran cunas bajas, de unos 40 centímetros de altura, que las madres ponían al lado del fuego, que mecían con el pie. Es una pieza con mucho potencial por su gran carga sentimental, a mí me trae muchos recuerdos ya que me imagino a la madre acurrucando al niño. Era un mueble muy popular por aquí, estaba muy arraigado en las casas humildes del pueblo. De madera, precioso, con una pequeña bandeja… Un mueble muy popular y bonito».
Un mueble que le exalta la imaginación
«Lo usaría gente de campo y humilde», insiste sobre un mueble que le exalta tanto la imaginación: «Son los muebles que más me encantan, el mueble humilde, frente a burós de caoba, por ejemplo. Y son piezas que se han perdido porque hay gente que se las llevó, las vendió en el norte, mientras que aquí nos han traído cosas como el aparador inglés de caoba».
«El tenedor no era como una cuna de las de ahora, con barandillas, sino como un pesebre del Belén. La madre se sentaba al lado a hacer labores. Por las noches se pasaban al chico a la cama», sigue explicando.
Trabaja la madera: «El mueble antiguo de esta zona era el pino, ya que antes no había el transporte que hay ahora. El pino de La Mancha es el de Cuenca, el pino negral, buenísimo; también algún nogal. Acorde con el pino que hay en cada región, se hace el mueble», concreta.
Restauró un mueble de 1100
Pablo Rubio-Quintanilla, como es obvio, ha restaurado a veces mobiliarios muy antiguos, como recientemente las portadas de una ermita del siglo XV. Y ha rehecho alguna pieza fechada en el año 1100.
¿Cómo se las apaña para seguir con el trabajo original de unas piezas tan antiguas?: «Se nota la labor del carpintero, el cepillado hecho a mano, el trazado… Primeramente desmonto el mueble. Quedan huellas del ebanista. Se ven las equivocaciones y los maquillajes… El mueble te cuenta muchas cosas», termina.
Los guardianes de nuestro “Legado Artesano” son aquellos artesanos, artesanas, empresas, entidades o investigadores que atesoran y transmiten a las nuevas generaciones el amor por un oficio artesano o el desarrollo y promoción de la artesanía.
Es una acción patrocinada por