«Recientemente mis compañeros de Unión Progreso y Democracia, en la jornada de elecciones primarias, me han ratificado como candidato a la alcaldía de Albacete en las próximas elecciones municipales previstas para el mes de mayo.
Es un honor y un motivo de agradecimiento contar con la confianza de unas personas íntegras, dedicadas, que han decidido implicarse en política en estos tiempos en los que ser político, o reconocer que estás afiliado a un partido, no es precisamente motivo de popularidad, ya que lo que está de moda es precisamente lo contrario: el cinismo, decir «todos son iguales», criticar a diestro y siniestro todo lo que se propone (aunque sin «mojarse» en aportar o apoyar soluciones concretas). Pero, como dijo Platón hace más de veinticinco siglos: «el precio de no participar en política es ser gobernado por los peores hombres», y ellos han decidido implicarse para evitar que sean los peores hombres y las peores mujeres los que nos gobiernen.
Pero a la vez es una gran responsabilidad. Porque sé que este grupo de compañeros que me han otorgado su voto no son oportunistas que se arriman al sol que más calienta esperando un día tener una dádiva, una prebenda o un favor del candidato al que apoyaron, sino personas comprometidas con unos principios y unos valores que me van a exigir que desde la alcaldía no me desvíe ni un milímetro del Manifiesto Fundacional de UPyD, de sus resoluciones políticas ni del programa que presentemos a los ciudadanos cuando les pidamos el voto.
Por eso, en primer lugar, quiero dar las gracias por su confianza a todos mis compañeros, y asegurarles que esta confianza no se verá defraudada. Pero además de los compañeros de partido están todos los ciudadanos de Albacete; ellos son los que dan sentido a la candidatura de UPyD al municipio y a mi candidatura a la alcaldía. Vecinos, amigos, colegas que me preguntan qué voy a hacer cuando sea alcalde; las propuestas concretas llegarán con el programa electoral, cuya elaboración y, llegado el momento, su puesta en práctica, es labor de todo un equipo; y no sólo de militantes de UPyD, sino de muchas y valiosas aportaciones de lo que se ha venido en denominar «la sociedad civil». Pero sí quiero esbozar las tres líneas principales, los tres pilares que van a orientar nuestro programa y mi compromiso como alcalde: Transparencia, Participación y Progreso.
Transparencia:
Desde su fundación, UPyD ha luchado para que las administraciones públicas sean transparentes y accesibles al ciudadano. La transparencia es un deber ineludible, no una deferencia de quienes ostentan el poder; es imprescindible para generar confianza en el sistema; promueve la participación, aumentando el conocimiento sobre la realidad política e incentivando el debate.
Para que los ciudadanos puedan elegir a sus representantes, para que puedan juzgar la labor de los gobernantes y obligarlos a rendir cuentas, es imprescindible conocer qué hacen y cómo, y en qué emplean el dinero que aportamos al fondo común de los presupuestos. La información tiene que ser accesible, actualizada y estar formulada de modo comprensible. Sin control ciudadano y sin rendición de cuentas por parte de los representantes y de las instituciones, no puede existir verdadera democracia.
Las consecuencias de la falta de transparencia general existente en todas las administraciones públicas españolas las estamos viendo a diario: escándalos de corrupción y mal uso del dinero público que no se hubiesen producido, o se hubiesen denunciado antes, si las instituciones fuesen realmente transparentes, con lo que el daño se habría evitado o hubiese sido muy inferior.
Una de las primeras medidas que adoptaré, si mis vecinos me otorgan su confianza, será publicar en la página web municipal, en un lugar fácilmente accesible para el ciudadano, la información más relevante sobre el destino de los dineros de todos:
Las retribuciones completas que percibe cada uno de los miembros del Pleno por la labor que realiza, así como las indemnizaciones y compensaciones por la asistencia a los consejos de administración, Junta de Gobierno, patronatos, fundaciones y entidades vinculadas al Ayuntamiento de Albacete. El listado del personal de confianza con el que cuentan el alcalde, los concejales y los grupos políticos municipales para realizar su trabajo, las funciones que realizan, la cualificación que les habilita para realizarlas y las retribuciones de los mismos por todos los conceptos.La relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento y de los entes y empresas públicas dependientes del mismo (IMD, Patronato de Escuelas Infantiles, etc.), desglosada por tipo de contrato.Las compras y contratos del ayuntamiento, con la información de las empresas concursantes y el resultado del proceso de adjudicación. Los presupuestos municipales, en un formato más transparente y comprensible para el ciudadano.Las subvenciones concedidas por el Ayuntamiento de Albacete a las diferentes entidades beneficiarias.Los viajes realizados con cargo a los presupuestos del Ayuntamiento, el motivo de los mismos, su duración y el coste para las arcas municipales.
Y, en general, toda la información que permita a cualquier ciudadano fiscalizar hasta el último euro que gasta o invierte el Ayuntamiento.
Participación Ciudadana:
La política no puede ser sólo cosa de los partidos políticos. Ni siquiera es suficiente ampliar la participación a sindicatos, organizaciones empresariales o asociaciones de cualquier tipo. La política es también competencia del ciudadano como individuo, al que hay que escuchar; sobre todo desde el Ayuntamiento, su institución más cercana.
En UPyD Albacete estamos desarrollando el programa «piensa tu ciudad». Cada martes visitamos uno de nuestros barrios. Ponemos una mesa en una esquina o una plaza y hablamos con los vecinos sobre los problemas y necesidades que perciben, y sobre las soluciones que proponen. En mis breves charlas «uno a uno» he podido comprobar que al ciudadano «de a pie» le interesan mucho los asuntos municipales, que conoce muy bien sus problemas y los del vecino, que piensa sobre ellos y que muchas veces aporta también soluciones que casi nunca son utopías o deseos irrealizables, sino que están cargadas de sentido común.
Es imperativo abrir y fomentar la participación para que los vecinos se impliquen en los asuntos del municipio, para que aporten sus ideas e iniciativas, y sobre todo para que vigilen que los políticos que les representamos en el gobierno de la ciudad no acabamos siendo, como decía Platón, «los peores hombres».
Por eso, un Ayuntamiento del que yo sea alcalde será plenamente participativo. Y para que así sea crearé la concejalía de participación ciudadana, cuyo responsable se ocupará de atender y canalizar las propuestas de asociaciones, colectivos y organizaciones, y también de encauzar las aportaciones que efectúen los particulares. Pero además, para mantener el contacto permanente con la realidad de los ciudadanos y de la ciudad, para evitar que el bosque de las tareas de gobierno me impida ver el árbol de cada vecino, en mi agenda habrá un mínimo de cuatro horas por semana dedicadas a escuchar y atender directamente a los vecinos que quieran hablar de tú a tú con su alcalde.
Progreso:
Los humanos somos animales orientados al futuro. Una sociedad no puede obviar esta evidencia y, por lo tanto, debe también orientarse al porvenir. Es cierto que el presente es lo único que tenemos y que el pasado ya no se puede cambiar, pero el presente que todavía no hemos vivido, pero viviremos en un tiempo venidero (lo que llamamos «futuro»), sí es posible modificarlo actuando ahora.
Los cuatro años de un mandato municipal no pueden emplearse solamente en poner parches o emprender tareas que den su fruto en cuatro años para «presentar resultados» antes de las próximas elecciones y que nos vuelvan a votar. Además de atender las urgencias y necesidades del momento, la mirada de la corporación tiene que estar puesta más allá: a diez, veinte, cincuenta años vista. Tenemos que pensar en un Albacete que quizás nosotros no veremos, pero en el que vivirán, o querríamos que viviesen, nuestros hijos, nuestros nietos.
Yo quiero que mis hijos y mis nietos quieran y puedan vivir en Albacete porque hay empresas punteras que les ofrecen un puesto de trabajo atractivo y bien remunerado, en el que sentirse realizados. O porque puedan crearlas ellos mismos.
Quiero que mis hijos y mis nietos quieran vivir en Albacete porque es una ciudad habitable, en la que las plazas, las calles del centro y de los barrios, los parques y los jardines invitan a la convivencia, al diálogo, a la fiesta con respeto. En el que se ha desterrado la contaminación atmosférica, lumínica y acústica.
Quiero que quieran vivir en Albacete porque hay espacio para la cultura, para el saber, para la educación de calidad del niño de escuela infantil y del adolescente, del trabajador y de los pocos desempleados que haya, del jubilado que quiere aprovechar su ocio para aprender lo que su horario laboral no se lo permitió en otro tiempo.
Quiero que estén orgullosos de vivir en una ciudad de oportunidades para todos, que a la vez no margina a nadie, porque el que por una desgracia o impedimento lo tiene más difícil para acceder a ellas es ayudado por la solidaridad de todos y atendido en sus necesidades básicas.
En los cuatro años del mandato vamos a atender las urgencias que nos plantea el presente que vivimos, que no son pocas, pero también vamos a sembrar para que el presente de nuestros hijos y de nuestros nietos sea mucho mejor que el nuestro. Si las corporaciones municipales de hace veinte y treinta años hubiesen pensado así, quizás ahora nuestros hijos no necesitarían marcharse fuera para buscar un futuro mejor.
He dado el paso de encabezar la lista de UPyD al Ayuntamiento, y quiero ser Alcalde, porque creo que un futuro mejor en Albacete es posible, y quiero que entre todos comencemos a construirlo sobre los pilares de la Transparencia, de la Participación y del Progreso».
Hernando Martínez Herrero es portavoz de UPyD Albacete y ha sido elegido candidato a la Alcaldía de Albacete en las primarias de UPyD.