La Agencia Tributaria (AEAT) y la Fiscalía Anticorrupción han empezado hoy a desmantelar una organización dedicada a la importación de mercancías de China que minusvaloraba los valores declarados a la aduana y han realizado registros en Azuqueca de Henares y en Cabañas de la Sagra.
Es un fraude que puede haber superado 100 millones y por el que se ha detenido hasta el momento a 19 personas.
Aunque en un primer momento se ordenó la detención de 25 personas, hasta el momento, según una nota enviada por la AEAT, se ha detenido a 19, principalmente de nacionalidad española y china, en distintas localidades de Madrid (16 personas), Alicante (una persona) y Almería (dos personas).
Durante el desarrollo de este operativo, denominado Operación «Juguetes» -si bien afecta a todo tipo de mercancías- se han efectuado 24 registros en empresas y domicilios particulares en los que se ha incautado documentación, ficheros informáticos y 400.000 euros en efectivo.
Concretamente en Coslada, Paracuellos del Jarama, Parla, Brunete y Fuenlabrada, todos en la provincia de Madrid; Azuqueca de Henares (Guadalajara), Cabañas de la Sagra (Toledo), Alicante y en los municipios de Oria, Chirivel y Albox (Almería).
Los detenidos están acusados por su participación o colaboración en presuntos delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, pertenencia a grupo criminal y falsedad documental y contra la propiedad industrial e intelectual, y pasarán a disposición judicial en las próximas horas.
La organización ha efectuado al parecer más de 15.000 envíos de mercancía en los últimos cinco años.
Según una nota de Anticorrupción, el Juzgado de Instrucción número 6 de Fuenlabrada (Madrid) ha acordado la entrada y registro en unos domicilios a instancia de la Fiscalía en diferentes localidades de las comunidades autónomas descritas, y se ha acordado el embargo de las numerosas cuentas corrientes de los imputados.
La organización opera al parecer desde hace años, cambiaba de procedimientos y lugares de despacho para evitar ser detectados, y despachaba las importaciones en los últimos años por aduanas desde Holanda.
En un buen número de esas importaciones, la mercancía se dirigía posteriormente a España y al entrar en territorio aduanero a través de un país tercero de la UE, se evitaban los controles de las autoridades fiscales españolas.
En el ámbito internacional, se ha contado con la colaboración de las autoridades judiciales holandesas y del FIOD (policía fiscal holandesa).
En coordinación con la Fiscalía de Ámsterdam se han practicado entradas y registros en Holanda, así como en Portugal.
Dentro de la organización se pueden diferenciar -según Anticorrupción- desde los fabricantes y proveedores en China hasta los Agentes de Aduanas y Transitarios que gestionan la introducción de las mercancías en España.
Igualmente, las sociedades importadoras que aparecen en los distintos períodos temporales son intercambiables entre sí.
Los clientes mayoristas y distribuidores son también variables e intercambiables, si bien algunos de ellos podrían ser considerados el núcleo de la trama.
Estos son los clientes mayoristas instrumentales que aparecen formalmente interpuestos en la cadena de comercialización y la nube de minoristas que llevan la venta directa al consumidor, en una parte importante de mercancía que va a la economía sumergida.
El desmantelamiento de la organización la están llevando a cabo funcionarios de la Agencia Tributaria adscritos a la Oficina Nacional de Investigación del Fraude, Aduanas, Vigilancia Aduanera y Auditoría Informática, con la participación de la Fiscalía Anticorrupción.
El fraude se producía tanto en los aranceles de importación como en el IVA y en el Impuesto de Sociedades.
Las investigaciones que han dado lugar a la operación se iniciaron en 2011 por funcionarios de la Agencia Tributaria.