El olivar ha superado al viñedo como principal cultivo de Castilla-La Mancha. Y es que las hectáreas de olivo de la región superan las 450.000, frente a las aproximadamente 448.500 de viñas.
Así, en los últimos años, el olivar se ha convertido en el principal cultivo de la región, contando con 83.000 olivicultores, 262 almazaras y 253 envasadoras.
Cuatro Denominaciones de Origen
Castilla-La Mancha tiene cuatro Denominaciones de Origen de Aceite de Oliva Virgen Extra: D.O.P. Montes de Toledo; D.O.P. Aceite de La Alcarria; D.O.P. Campo de Montiel y D.O.P Campo de Calatrava, todas dentro de la marca de garantía ‘Campo y Alma’.
Al respecto, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, destacaba esta semana en un acto sobre aceite en Mora (Toledo) que “esto demuestra que este sector tiene una importante coyuntura socioeconómica tanto en superficie como en personas que se dedican al mismo”. Todo ello ha logrado que Castilla-La Mancha sea una región “pujante” en la producción de aceite de oliva tanto en España como a nivel internacional, indicaba.
Según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo en España (Esyrce), publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la superficie de olivar en 2022 en España es de 2.768.267 hectáreas. De esta superficie, la mayor parte, 1.901.529 hectáreas son de secano y 866.738 de regadío.
Andalucía encabeza la superficie de olivar, con 1,6 millones, seguida por Castilla-La Mancha y Extremadura, con cerca de 293.000.
En cuanto al viñedo, Castilla-La Mancha cuenta con casi la mitad de las viñas del país, siguiéndole, de lejos, Extremadura, con 82.803 hectáreas, y Castilla y León, con 76.734.