Tiene 50 años y aunque nació en Ginebra (Suiza), donde sus padres emigraron, se crió en Madrid. Hasta que, ya con más edad, unos amigos se vinieron a Barcience (Toledo), «un día vinimos a verlos y mi hijo empezó a decir que se quería quedar. Y como estábamos los dos solos pues decidimos probar suerte hace ocho años».
Ahora, Olga Ávalos es concejala de IU en la localidad y optará de nuevo a la Alcaldía en mayo de 2015. Además de administrativa en paro, «ya con 50 no te coge nadie, aunque yo sigo…»; y una de las portavoces de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Toledo, que ya agrupa a más de 300 personas. Una luchadora incansable que no solo se preocupa por su problema, que no es baladí puesto que está pendiente de la ejecución hipotecaria de su casa, vamos, de que se la quiten, sino que ayuda a los demás…
Y lo que leen es la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
Se define como «muy guerrera, a pesar de que me han rajado las ruedas del coche…». Y le encanta leer, «también me gustaba montar a caballo, pero eso ya está complicado porque es caro y no conozco a gente que tenga caballos y me los deje, y me gusta mucho pasear. Y dar la murga, como puede verse en la PAH».
Entre la lectura, «las novelas de misterio, que me relajan un montón, tengo una colección entera de Agatha Christie que la gente no lo entiende…».
Por cierto, «en la PAH llevo dos años y hemos firmado ya unas 15 daciones en pago, hemos parado dos subastas…».
Y la lucha continúa…
Pasen y lean.
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¿Una hipoteca es como una esclavitud?
Sí. Es para toda la vida.
Pero se supone que quien la firma sabe lo que hace…
Deberíamos, pero no. Porque no se nos informa. Cuando tú llegas al notario te lee tu nombre, como si no lo supieras, tu DNI, la calle donde has comprado la casa, los años que has firmado la hipoteca y… ¡Poco más! El resto de las cláusulas nadie te las explica.
Muchos tampoco nos preocupamos… No digo que tengamos la culpa, pero no nos preocupamos tampoco por conocer el resto de las cláusulas…
No, pero porque hasta ahora, y eso últimamente y gracias a las Plataformas de Afectados por la Hipoteca (PAH) está cambiando, nos fiamos del señor notario, que se supone que es una persona que no nos va a engañar. Una persona seria, con una carrera, entonces te fías de ello.
Y al final nos encontramos con lo que nos encontramos.
Nos encontramos con que hemos firmado un contrato pero no nos sabemos las cláusulas ni tenemos ni idea de lo que hemos firmado.
A la gente de bien se le tienen que caer las lágrimas cuando ve imágenes como la de Carmen, la señora de 85 años que desahuciaron hace unos días de su casa en Vallecas, en Madrid.
Carmen es el último ejemplo de muchos. Nosotros tenemos ejemplos aquí, muy cercanos, de gente que se ha intentado quitar la vida porque le ha llegado la ejecución hipotecaria. En Toledo tenemos dos casos, un hombre y una mujer de distintas familias que… Ella, por ejemplo, cogió un coche y estuvo a punto de matarse. Esos son casos que te hacen ver lo injusta que es la sociedad en estos momentos. Porque la gente lo que tiene es un sentido de culpa, es por mi culpa, mi familia se queda en la calle porque yo no he servido para esto, yo les he metido en esto, yo soy culpable, qué vergüenza que se enteren…
Ante casos extremos como esos, ¿cómo se reacciona?
Es duro, porque la PAH funciona en asambleas y lo primero que tienes que conseguir es que la gente vaya a las asambleas y cuente su problema, que ya es difícil. Luego, cuando te cuentan eso, primero tienes que sujetarte tú las lágrimas, que también es complicado. Muchas veces tienes que trabajar en plan psicólogo, hablar mucho con ellos, decirles que no tienen la culpa… Es un proceso largo y a veces doloroso. Eso también lo hacemos en la Plataforma, y eso que la mayoría de nosotros también somos afectados. Como yo. Y no tenemos los estudios… No soy abogada, yo soy ama de casa, pero dos años trabajando en Toledo con esto te hace…
¿Usted también está a punto de ser desahuciada?
Tengo ahí la ejecución hipotecaria, aunque está paralizada porque no tengo abogado de oficio. Llegó un momento en el que no podía pagar la hipoteca. Soy divorciada, en su momento dejé de trabajar y llevo así cuatro años. Se me acabó el paro, cuando empecé con los procesos tenía un menor a mi cargo, sin ninguna ayuda de ningún tipo y el banco, que además el mío está rescatado por nosotros, que es Bankia, pues se niega a dar la dación en pago. Al final te llega la ejecución hipotecaria y yo, de un momento a otro, tengo que dejar mi casa. Estoy negociando con ellos, pero puede ocurrir que mañana me encuentre con que la casa se subaste y tendría un mes para salir de ella.
¿Qué se siente en esta situación?
Pasas por muchos estados de ánimo. De momento te sientes mal porque piensas que no has podido llevar a tu familia adelante, pero luego dices no… Yo trabajo en movimientos sociales desde hace mucho tiempo, pero pasas por estados de vergüenza, de rabia, de humillación, te quieres cargar a alguien, lloras, ríes, te cabreas… Y cuando llama el del banco a veces te pones a su nivel, porque hay momentos en los que te llaman en plan de insultarte, de rebajarte… Sí, tenemos muchos casos. Entonces, en un momento dado, tú te pones altiva, como ellos, y les tratas igual. Yo le llegué a decir a mi director de banco que Bankia tenía un ERE y que él iba a ser uno de los que se iban a ir a la calle. Desde entonces no hablamos, se limita a darme todo directamente por escrito. Creo que le han cambiado de sucursal y espero que no haya entrado en el ERE.
Si mañana se queda sin casa, ¿qué hace?
Pues… Me lo he planteado muchas veces. Tengo una persona que me ha dejado las llaves de su casa hasta que no la alquile, en el mismo pueblo, y luego estamos pensando hacer una obra social, que es coger un bloque de pisos de un banco o de una constructora que haya dado en quiebra y entrar directamente de okupas, como hay muchos bloques sociales ahora mismo. Pero no decimos dónde están ni cuándo lo vamos a hacer, pero es posible que en Toledo, dentro de unos meses, se haga en varios sitios.
La ley dice que eso, okupar, es delito…
Sí. También tenemos un artículo 47 que dice que todo español tiene derecho a una vivienda digna. Y no es verdad. Y un trabajo… Por lo que nos vamos a poner en desobediencia civil, por llamarlo de alguna manera.
¿Por qué entra en la PAH?
A través de mi problema. Entré para ayudar, ayer hace dos años que se montó la PAH en Toledo, y te enganchas. Llevo todo este tiempo yendo todos los miércoles, de 18 a 21 horas, a Toledo a ayudar a la gente. Luego hemos abierto sucursales, como los bancos, que algo hemos aprendido de ellos, como por ejemplo en Illescas, en Méntrida, en Torrijos, en Ocaña…
¿Hay más gente en situación de desahucio de la que nos pensamos?
Hay mucha más. Solo tienes que darte una vuelta por los juzgados de Toledo y ver la cantidad de ejecuciones hipotecarias que se hacen al día. Muchas. Pero mucha gente tiene dos ideas erróneas. Una, la vergüenza y que son culpables; y dos, que está muy extendida, que una vez que el banco te quita la casa y la subasta te quitan la deuda. Y eso último es mentira salvo raras excepciones. Porque la deuda les queda de por vida, no prescribe y pasa de padres a hijos.
¿Y cómo va a pagar si precisamente les han quitado la casa por no pagar?
Pues… Te puedo contar casos bastante llamativos. Como el de los dos menores que sus padres tuvieron un accidente de tráfico y se murieron. Y el banco embargaba a los niños. Son cosas que no te entran, porque no te pueden caber, lo que pasa es que se abrió el testamento en ese momento y la abuela era la albacea por si pasaba algo con los menores, al decir que sí cogió las deudas de su hija.
También hubo gente que en época de vacas gordas se puso a comprar casas que no podía pagar y perdió la cabeza…
Sí. Pero esos casos no los tratamos en la PAH. Nosotros cogemos los que son de primera y única vivienda, es una política de la PAH. Casos en los que la mayoría de la gente se ha quedado sin empleo y no puede pagar la hipoteca.
Cuando a alguien le quitan su casa y se queda en la calle…
Uffff… Normalmente siempre pide ayuda a los familiares y nosotros intentamos negociar alquileres sociales, aunque en Toledo es muy difícil. Negociamos con el banco un alquiler social en la misma vivienda, que no puede ir más allá del 50 por 100 de lo que entre en la vivienda y dependiendo de la unidad familiar, si hay menores, personas con discapacidad… Es algo con lo que tenemos que luchar cada día.
¿Han conocido muchas alimañas?
Alimañas dentro de los bancos, sí. Frases como «tienes que pagar la hipoteca antes de dar de comer a tu hija»… Eso lo he vivido yo en una sucursal. Estar con los padres y una niña de tres años y la directora soltarle eso. Y yo pensando: ésta no es madre. O escuchar: «Ah, pero… ¿Tú qué quieres, verte con tus hijos debajo de un puente? Tienes que pagar». Sí, pensamos que alimañas hay muchas.
¿Cómo solucionaría usted esta situación?
Voy a decir mi idea, que no sé si va a ser políticamente correcta, pero me da igual. Yo le diría a los ciudadanos que no volvieran a votar al PP, pero claro, eso es algo que es una idea mía. Lo lógico es que mientras yo he podido pagar al banco, yo he estado allí; pero si ahora durante un tiempo no puedo pagar, pues lo lógico es que yo no pierda mi casa porque voy a intentar pagártelo después de alguna manera. Habría que cambiar la ley hipotecaria.
Negociar, en suma…
Negociar. Pero es que los bancos se niegan a negociar. Se tiran mucho el rollo de que están en un código de buenas prácticas que luego la mayoría ni lo cumplen. Y es un código muy restrictivo, te tienes que estar muriendo, tienes que estar en una exclusión social grave para que el banco te diga: vale, dame las llaves y te quito la deuda.
Dice que pediría a los ciudadanos que no votaran al PP. Pero… ¿Con el PSOE no ocurrió lo mismo?
Sí. Tenemos datos, y está ahí la hemeroteca, que la señora Chacón abrió los juzgados incluso para echar a la gente en plan exprés. Y nadie se ha atrevido a cambiar una ley hipotecaria que es de mil ochocientos y algo… Se han ido poniendo parches, pero siempre a favor de la banca.
¿Casaría a dos personas del mismo sexo?
Sí, yo soy concejala y los casaría.
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Huyyyy… ¡No me gusta el fútbol! Ja, ja, ja… No sé, a mí cuando me dicen que Cristiano es muy guapo, yo le miro y pienso: huy, descendemos del mono, perdón, no… ¡No me gusta el fútbol!
¿Tiene algún parado en su familia o entre sus amigos? ¿Ha podido hacer algo por ellos?
Yo estoy parada, mi hijo tiene 20 años y está parado, tengo un montón de parados en mi pueblo y cuando tenemos algo socializamos la comida como podemos.
¿Socializan la comida?
Yo, con todos mis respetos, no creo en Cáritas, no creo en la mendicidad de esa forma. Nosotros tenemos una red solidaria popular que da alimentos y funciona un poco como la PAH: tú me ayudas, yo te ayudo. Tú haces algo por ellos, ponemos un mercadillo, yo te doy alimentos, no es que vengas todos los meses a por tu bolsita. Hay que hacer un compromiso.
Si fuera jueza, policía, banquera, abogada, cerrajera, funcionaria de Justicia… ¿Intervendría en un desahucio u objetaría?
Objetaría siempre.
¿Si fuera jueza también?
También. Me parece muy injusta la ley.
¿Cuál ha sido su mayor locura por amor?
Uffff… ¡Tener un hijo! Ja, ja, ja… Y largarme un día y dejarlo todo, decir que me voy y no estar para nadie. Sí, lo hice, me salió mal, pero bueno… Vivía en Madrid y cogimos un avión y nos fuimos a Portugal a pasar una temporada. Era más joven también…
¿Cuántos idiomas habla?
¡Español y gracias!
Si mañana le tocara la lotería…
Desde luego, no me metería en una hipoteca, eso lo tengo claro. Me gustaría viajar e irme a… ¡A Oriente! Me gustaría irme a Cuba…
Si fuera presidenta del Gobierno de España, lo primero que haría sería…
¡Una auditoría! Ja, ja, ja… A ver cómo estamos de… Y luego reformaría muchas leyes.
¿Existen los extraterrestres?
Uffff… ¡Yo creo que sí, que no somos la única vida en el universo! Otra cosa es eso de que sean verdes… Eso ya me parece… Ja, ja, ja…
¿Por cuál de estas situaciones pasaría para ganarse la vida? Uno, hacer un desnudo integral para una revista; dos, posar para el calendario Pirelli; o tres, atender un teléfono erótico.
Pues la primera y la última, ¡no me importaría! Me da igual hacer un desnudo, ¡hombre en el calendario Pirelli no ni por mi edad ni por mi físico!, y atender un teléfono erótico tampoco es tan difícil… Ja, ja, ja… ¡Te pones en situación y ya está!
¿Actuaría en una película porno?
Sí. Es que a mí el porno me parece algo normal y corriente, no me parece tan extraño, no… Ja, ja, ja…
¿Monarquía o República?
República.
¿Se ha pegado con alguien alguna vez?
Sí. Más de una vez. De chiquitita y… ¡De mayor también! De mayorcita… En alguna manifestación y a brazo partido con los policías. ¡Y no hace tanto! El 22 de marzo tuvimos una gran pelea.
Pero ahí siempre tiene la de perder…
¡Siempre! Pero tú te defiendes.
Usted dio…
Yo di y cobré también. Claro, yo cobré más. Es como un acto reflejo, siempre que veo a un policía que viene con la porra, no sé por qué, o le das con el bolso o con lo primero que tenga en la mano.
¿Ha recibido propuestas sexuales de una persona de su mismo sexo?
Sí. No puedo decir que no me gusta porque no lo he probado, pero no me atraen las mujeres. ¡De momento! Ja, ja, ja… ¡Nunca se sabe!
¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?
Sí. En un ascensor en Madrid. ¡Casi nos pillan! Ja, ja, ja… Íbamos en el ascensor de arriba abajo, la gente protestando… Al final tuvimos que abrir la puerta porque pensamos que nos iban a matar. Era un hotel y el ascensor llegaba a un noveno o a un décimo. Del primero al noveno, del noveno al primero… ¿Que cuántas veces para arriba y para abajo? ¡No sé, no estaba yo para contar en esos momentos! Ja, ja, ja… Escuchábamos los golpes de la gente en la puerta…
Y cuando por fin pararon y se abrieron las puertas, ustedes tan dignos…
Nosotros… ¡Huy, mira es que no se paraba el ascensor! Ja, ja, ja… ¡Es que yo de jovencita fui un poco gamberra!