Los concejales socialistas del Ayuntamiento de Puertollano (Ciudad Real) Antonio Rodríguez y Rafael Sánchez y el exconcejal Luis Pizarro, que entre 2008 y 2011 tuvieron responsabilidades de urbanismo, han declarado hoy como testigos ante el juez por el caso de la adjudicación fragmentada de las obras de la plaza de toros de la localidad.
Estas obras fueron cuestionadas por la Sindicatura de Cuentas de Castilla-La Mancha, que detectó un posible incumplimiento de la ley en la adjudicación de las mismas a la empresa Navarro Piquer.
Según la Sindicatura, del análisis de la documentación de los expedientes de justificación de gasto del contrato de obra de cimentación, graderío y barrera, que tuvo un importe total de 1.537.467,98 euros, se desprendía que se había realizado un «fraccionamiento del contrato», que podría implicar la elusión de los requisitos de publicidad y libre concurrencia.
A la salida del juzgado, el actual concejal de Urbanismo, Rafael Sánchez, ha asegurado que se siente «contento por contribuir a que este asunto quede aclarado lo antes posible».
«Nos sentimos contentos y satisfechos por poder aportar nuestro granito de arena en la aclaración de este asunto, que deseamos que cuanto antes quede resuelto y aclarado», ha afirmado el edil quien ha lamentado «el enredo que políticamente quieran hacer otros, en su intención de judicializar la vida municipal».
Sánchez ha reiterado que su comparecencia ha sido «para arrojar luz en el proceso y explicar las decisiones administrativas que se adoptaron durante la contratación de una de las fases de la construcción de la plaza de toros».
Por este caso, que analiza la fragmentación en 69 partes diferentes de las obras en la plaza de toros de Puertollano, ha sido imputado el exalcalde de la ciudad Joaquín Hermoso, por presunta prevaricación administrativa, el que fuera secretario accidental del Ayuntamiento, uno de los aparejadores municipales, la arquitecta del proyecto y el aparejador de la empresa adjudicataria.