Dos claves tienen para Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, la victoria del socialista Salvador Illa en las elecciones catalanas. Por un lado, que sale reforzada la figura de una persona «moderada» que ha hecho una campaña «transversal» y que lucha «contra los frentismo», mientras que cree que también ha quedado claro que en el conjunto nacional pasa factura pactar con el independentismo y a ellos pactar con los partidos nacionales o con el Gobierno.
Así lo ha expresado a preguntas de los periodistas en Toledo el presidente regional, quien ha festejado que en los próximos años en Cataluña será de estar pendientes «más que del concepto de Cataluña o de su relación con España», estar «pendientes de los catalananes y catalanas».
«Claro retroceso del independentismo»
Page ha celebrado que por primera vez desde los años 80 no gana en escaños o votos un partido nacionalista o independentista, lo que para él muestra un «claro retroceso de los planteamientos independentistas».
«Hay desencanto en la sociedad catalana, hay un desinfle y una vuelta a la realidad, y eso me parece positivo para Cataluña y tiene que ser positivo para el conjunto de España», ha valorado el presidente de Castilla-La Mancha.
«Hacer lo que no has prometido es ocupación del poder»
Preguntado sobre cuál cree que es el escenario de gobierno más probable para Cataluña, Page ha explicado que «una cosa es que haya gobierno y otra que el gobierno gobierne».
«Estamos en momento de demasiadas experiencias políticas novedosas, puede haber gobierno y no haber gobernabilidad, puede mantenerse alguien en el gobierno y no hacer nada de lo que había prometido. Cuando no puedes hacerlo o cuando te ves a hacer lo contrario de lo que has prometido, no le llamo gobernabilidad, le llamo ocupación del poder, y no le deseo a Cataluña lo que pasa en otras instancias. Creo que hay que intentar cumplir y eso exige que demuestren responsabilidad los independentistas, y de eso no están especialmente sobrados», ha remarcado el presidente.
También ha sido preguntado Page sobre si cree que estos resultados refuerza la política de pactos con el independentismo que ha ido trazando Pedro Sánchez en los últimos años, ha expresado que las políticas del Gobierno de España no necesitan validación en Cataluña, sino en el conjunto del país.
«No son vasos comunicantes», ha asegurado, para explicar que «la única validación que me importa si fuera dirigente nacional es la que se hace en el país, no la que te hace una parte del país, solo hace falta que la soberanía se traslade a Cataluña, yo desde luego no estoy dispuesto a hacer esa lectura».
En este sentido, ha dicho que si ya «no se tiene en cuenta de que la amnistía es consecuencia de la necesidad, no de Cataluña, no se ha hecho pensando en Cataluña, se ha hecho pensando en que haya Gobierno de España, si alguien quiere hacer ahora otra lectura, está en su derecho, pero lo cierto es que todas estrategias responden a un interés político, no que se haya hecho con el interés de persona, otros se niegan a ser perdonados», ha remarcado.
Además, ha ironizado con que estará «pendiente» de la decisión de Carles Puigdemont, puesto que prometió que se iría de la política si no salía elegido presidente, algo que Page cree que no pasará.
«Puigdemont alguna vez tendría que cumplir alguna cosa», ha subrayado.