«La niña hace tiempo que se hizo mujer (y no me refiero a la de Rajoy, la cual debe estar enfadada con él porque no tiene ni para los «chuches»). Es una mujer que nació hace ya treinta y seis años, que fue gestada por nuestros padres y abuelos a fin de crear un espacio de concordia y de convivencia pacífica y democrática, que es lo que hoy tenemos en España.
Si repasamos los ciento sesenta y nueve artículos de la Carta Magna, vemos cómo para la época en la que se redactó y los momentos que estábamos viviendo, sin duda es una Ley de leyes bastante avanzada para el imaginario colectivo que imperaba en aquellos momentos en nuestro país.
Fue un tiempo muy complicado, tremendamente difícil donde la Izquierda, la Derecha y los Nacionalismos tuvieron que ponerse de acuerdo, aparcando todas las diferencias que habían tenido unos y otros en el pasado más reciente.
Es en momentos como el actual, en los cuales nos toca defender y reivindicar todos y cada uno de los artículos que se recogen en este documento. Hay que pedir que se garantice una Educación Pública y de calidad de verdad, una Sanidad Universal, una vivienda digna, un trabajo y salario digno, que hombres y mujeres seamos tratados de igual manera, que no se discrimine por ningún tipo de aspecto (sexo, raza, religión o idioma), que España sea ese estado plural donde se garantice la diversidad de ideas y opiniones pero también sea este democrático, de libertades donde los derechos se puedan defender libremente siempre sea en las instituciones o en las calles.
Quien os habla es un simple ciudadano convencido defensor de la libertad, la democracia y la concordia de todos los pueblos de España. He aquí un defensor de lo público, de las causas justas y que se encuentre al lado de todas aquellas personas que lo están pasando mal en este país y es a ellos, a los que me dirijo también aquí porque son parte fundamental para la sostenibilidad y progreso de España.
No podemos poner al servicio de los poderes económicos nuestro Estado sino al servicio de los ciudadanos ya que, como dicta la Constitución, España se constituye como un estado social.
Defiendo también aquí la laicidad y aconfesionalidad de España pues considero que la pluralidad no sólo es de ideas sino también de convicciones religiosas muy diversas que conviven en nuestro país actualmente. Esta España es de todos y no de unos pocos (por mucho que quieran aquellos que tras sus imposiciones, esconden sus intenciones más oscuras a fin de lograr sus objetivos aunque con ello, castiguen a millones de personas).
Esta es la Constitución de las personas dependientes, de las personas que están esperando una operación en una lista de espera desesperante como ocurre en comunidades como la mía, Castilla-la Mancha.
Esta es la Constitución que defiende un Estado de las Autonomías y por consiguiente, quiero reivindicar aquí el legítimo derecho de un desarrollo de todas las comunidades de España y que éste sea por igual, pues nadie es más que nadie y por ello, pido encarecidamente que todas tengan las mismas oportunidades para poder progresar. No puedo estar de acuerdo con aquellas personas que discriminan a unas comunidades de otras, por el mero hecho de que no tengan el signo político que tiene el Gobierno Central como es el caso de Andalucía o Asturias.
Quiero reivindicar aquí a los hombres y mujeres de nuestro país sin distinción pues gracias al esfuerzo de todos, hemos conseguido grandes metas pero ahora es el momento de la unidad para hacer frente a esas políticas que nos están condenando a tener una España que no es ni mucho menos la que merecemos.
Reivindico también que se cree el adecuado ambiente político para que sea posible una reforma constitucional que cambie el artículo 135, pues no podemos poner techo al bienestar de los ciudadanos de este país. No podemos tolerar que en España primen más el pago de una deuda económica olvidando la principal deuda que tenemos en la actualidad: la deuda social a la que se nos ha abocado, perdiendo derechos funda-mentales que nos son inherentes a nuestra propia existencia y supervivencia.
Estas líneas no son sino las que escribe este ciudadano, que desde siempre ha pensado en nuestros propios intereses y es por eso, que siempre lucharé por una España de consensos en favor de las personas, porque para eso es una España de todos y todas y no la de unos pocos».
Diego Ruiz Ruiz es militante del PSOE de Polán (Toledo) y residente en Granada.