Las batallas y victorias del general Prim, que nació el 6 de diciembre de 1814, el espíritu revolucionario de La Gloriosa, la primera constitución democrática española y, en suma, el Romanticismo del siglo XIX sobrevuelan el Alcázar de Toledo en la exposición de Prim que este puente espera 10.000 visitantes.
A lo largo de sus escasos 56 años de vida -sufrió un atentado el 27 de diciembre de 1870 y murió tres días después-, Prim pasó de soldado a presidente del Gobierno, aunque en este cargo estuvo poco más de un año porque fue asesinado.
Fue, y sigue siendo, un personaje atractivo y complejo, ambicioso e intrigante, de fuerte carácter y coraje, pero, a la vez, prototipo del héroe militar del Romanticismo y reflejo fiel de una etapa histórica tan apasionante como convulsa.
El interés por este periodo histórico y por la figura de Prim lo demuestra que la exposición ‘Juan Prim y Prats, de soldado a presidente’ que el Museo del Ejército abrió al público el 27 de noviembre como homenaje al bicentenario del nacimiento de Prim fue visitada durante su primer fin de semana por más de 5.000 personas.
Para este puente de la Constitución y la Inmaculada las previsiones son superar las 10.000 visitas y alcanzar las 130.000 antes de que se clausure el 12 de abril de 2015, según han precisado a Efe fuentes del Museo.
El Archivo General Militar de Segovia (AGMS), que es el archivo histórico más antiguo de las fuerzas armadas, conserva más de 5.700 páginas sobre Prim organizadas en 12 carpetas que incluyen desde datos biográficos hasta hazañas militares, según resalta en su trabajo para el catálogo de la exposición de Prim la directora técnica del AGMS, Mar González.
Su trayectoria militar se forjó en tres momentos decisivos, la Primera Guerra Carlista, la defensa del Gobierno de Narváez y la Guerra de África, en la que fue recompensado con el título de marqués de Castillejos.
Fue precisamente esta batalla de los Castillejos -que tuvo lugar el 1 de enero de 1860 en las cercanías de Ceuta- una de las que elevó con fuerza la categoría militar de Prim y le brindó más apoyo popular.
El Museo del Ejército rescata en la exposición el relato de Pedro Antonio de Alarcón en su ‘Diario de un testigo de la Guerra de África’, cuando el general Prim coge la bandera española y dice al regimiento mientras avanza a la lucha cuerpo a cuerpo: «¡Soldados! vosotros podéis abandonar esas mochilas, que son vuestras; pero no podéis abandonar esta bandera, que es de la patria. Yo voy a meterme con ella en las filas enemigas… «.
Aquella bandera que enarboló Prim en la Batalla de los Castillejos -la del Batallón del Regimiento Córdoba 10- acaba de ser restaurada y está expuesta en el Alcázar.
Como también lo está un hermoso abanico de la escritora Emilia Pardo Bazán que representa a Prim en los Castillejos y que es un ejemplo de la repercusión que tuvo esa contienda que finalizó con la victoria de España.
El propio general fomentó el ‘mito Prim’ como impulsor de una nueva época de progreso y de libertades, e incluso Benito Pérez Galdós refleja su figura en la cuarta serie de sus Episodios Nacionales.
Además de numerosas pinturas se hizo un gran número de fotografías, muchas realizadas en el estudio del afamado Jean Laurent, según recoge el teniente coronel José Manuel Guerrero, del Instituto de Historia y Cultura Militar, en su estudio sobre la inconografía militar de Prim y su época.
Precisamente, una de las más de 700 piezas que conforman la exposición ‘Juan Prim y Prats, de soldado a presidente’, situada en la vitrina junto al abanico de Pardo Bazán, es una pequeña diana de tiro que resume la reputación que había alcanzado el general.
Se trata de una pieza atribuida a Prim que alude a un certamen de tiradores de pistola celebrado en Vichy (Francia) el 19 de julio de 1849, en el cual el general habría obtenido el primer premio al conseguir «60 blancos de 60 tiros».
Más allá de leyendas y mitos está la realidad de un político y militar trascendente en el siglo XIX que impulsó la primera constitución democrática española, que recogía el sufragio universal (masculino) y las libertades de prensa y religiosa.
El comisario de la exposición sobre Prim, el coronel José Federico Fernández del Barrio, ha reconocido que después de trabajar dos años en esta exposición el personaje de Prim «ha llegado a apasionarme».