Para ellos no es su doctor, es su amigo por encima de todo. Y le quieren cerca. En Marcos Zamora confían porque lleva tratando prácticamente toda la vida a sus hijos. Especialista en Oncología Pediátrica, un grupo de madres y padres de Toledo con hijos afectados por algún tipo de cáncer, o que ya lo han superado, sigue pidiendo que el hospital Virgen de la Salud, en la capital regional, se convierta en un centro de referencia regional en Oncología Pediátrica porque, entienden, «para que así fuera debería haber entre 30 y 35 niños ingresados, pero ahora hay 8 como mucho, y solo ingresan a los de la ciudad de Toledo, al resto de niños de la región los derivan generalmente a Madrid», tal y como explicaron algunos de ellos a encastillalamancha.es. Además de solicitar más personal y medios materiales.
Petición a la que se suma el propio Zamora, quien incluso llegó a remitir en mayo de este mismo año a los altos cargos sanitarios un proyecto en el que solicitaba el aumento de personal cualificado tanto facultativo como no facultativo, «aumento de personal que los niños hemato-oncológicos de Castilla-La Mancha merecen para su correcta asistencia». Pero desde entonces, lamenta, «nadie ha hablado conmigo para diseñar un adecuado servicio de Oncología infantil».
EL HOSPITAL RECALCA QUE SÍ ES UN CENTRO DE REFERENCIA Y QUE EL TRATO A LOS NIÑOS ES EXQUISITO
Versión completamente diferente es la del propio hospital toledano, cuyas fuentes consultadas por este periódico recalcaron que el Virgen de la Salud sí es un centro de referencia en Oncología Pediátrica porque atienden a pacientes de las áreas sanitarias de Toledo, Talavera, Alcázar de San Juan y Ciudad Real. Niegan que se deriven pacientes, como práctica habitual, a otros hospitales, por ejemplo de Madrid, «a los niños se les trata aquí y solo alguna vez, cuando necesitan algún tratamiento específico, se derivan».
Las mismas fuentes señalaron que en la unidad de Oncología Pediátrica hay ocho camas disponibles para otros tantos niños o niñas enfermos, dos de ellas en aislamiento, y que el trato que se les dispensa es exquisito. En toda la planta de Pediatría hay 32 camas disponibles, de las que 8 son las citadas anteriormente y destinadas a Oncología infantil.
PARA ZAMORA, LA REALIDAD ES COMPLETAMENTE DIFERENTE
Este periódico se puso también en contacto con el propio doctor Zamora, quien confirmó que a partir de las protestas que se realizaron en mayo, «se habilitó una habitación de aislamiento más, pero resulta que le falta el lavabo. La otra habitación sí tiene, como debe ser. Pero resulta que faltan dos puertas completamente diferenciadas, una para entrar en Pediatría y otra para acceder a Oncología Pediátrica. No se debería entrar a las dos por la misma puerta, pero así es».
Por lo que, insiste, las 32 camas se encuentran en el servicio de Pediatría, que no está en un espacio diferente al de Oncología Pediátrica. Pedimos en su momento que se habilitara la cuarta planta de Maternidad para los niños oncológicos, con el fin de que estuvieran separados del resto de niños, pero nadie nos hizo ni caso. O en la misma quinta planta de Maternidad, que apenas se utiliza, pero tampoco».
Y sobre que es un hospital de referencia… «Si vienen pacientes de otros lugares diferentes a la ciudad de Toledo es porque me llaman a mí para que los atienda. Yo se lo comunico a mis superiores y ellos deciden qué hacer, pero no porque les corresponda venir a Toledo, cuando así debería ser». Por eso pide, igual que el citado grupo de madres y padres y como ya hicieron el pasado mes de mayo, que aumente todavía más el personal y los medios materiales necesarios para llevar a cabo su trabajo, «insistimos en que queremos un espacio físico digno».