Ha reconocido que preparó y colocó lazos para eliminar alimañas de la finca en la que trabaja, pero desgraciadamente el que murió por asfixia a consecuencia de esta acción fue el lince Kairós. Por lo que ha sido imputado por la Guardia Civil por un presunto delito contra la protección de la fauna.
El imputado tiene 32 años, responde a las iniciales J.N.C., es vecino de Castellar de Santiago (Ciudad Real) y lo que hizo, cuando encontró al lince muerto en la finca donde trabaja, es trasladarlo a otra cercana, para intentar disimular.
Todo ocurrió en el término municipal de Torre de Juan Abad, y aunque en un primer momento no se apreciaron signos que evidenciaran que la causa de la muerte podría deberse a una acción ilícita, el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) inició una investigación al encontrar indicios de que, efectivamente, el animal podría haber muerto en un lugar diferente de donde fue hallado y, por lo tanto, existir algún tipo de participación humana, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha en un comunicado.
Kairós fue encontrado muerte por agentes medioambientales, quienes rápidamente lo pusieron en conocimiento de la Guardia Civil de Ciudad Real.
La investigación de los guardias civiles se centraron en las actividades cinegéticas que se pudieron realizar en las fincas colindantes. Fue así como comprobaron que se habían colocado lazos para capturar alimañas, por lo que se realizó un minucioso rastreo y localizaron, junto al vallado de una finca, varios puntos en los que existían señales de la colocación de lazos, encontrando además huellas de calzado reciente, que podrían ser de la persona que los hubiera colocado y retirado.
Lugar en el que había vestigios de que alguien había colocado un lazo recientemente, observándose a simple vista signos, sobre el terreno y la vegetación, de la captura de un animal, encontrando también restos biológicos que fueron recogidos por los especialistas para su análisis y cotejo genético. Por lo que la investigación se centró en las personas del entorno.
Así se llegó hasta al ahora imputado, quien decidió colaborar y reconoció de inmediato los hechos a los responsables de la finca y a los agentes, comprobándose que lo que decía coincidía plenamente con las pruebas que se habían obtenido hasta ese momento.