miércoles, 25 de septiembre de 2024
20/12/2014junio 8th, 2017

El blog http://atletismoenclm.blogspot.com.es/, a través de otro, cdeoropesacorre, ha mostrado una carta escrita por el joven atleta talaverano residente en Oropesa (Toledo) Sergio Paniagua Escolar, del UDATalavera, en la que se lamenta profundamente de la decisión federativa de dejarle fuera del Europeo de cross disputado en Samokov (Bulgaria), a pesar de haberse ganado el pasaporte por sus puestos en el Cross de Atapuerca (fue quinto) y Alcobendas (fue sexto, quinto español).
La RFEF solo llevó a cuatro atletas en su categoría, la promesa, cuando habitualmente son seis, esgrimiendo «falta de presupuesto». Su padre, Cayetano, puesto al habla con el delegado federativo, recibió como explicación definitiva de que «en ningún lugar se estipula que se deban llevar a seis atletas por categoría».

La historia del jovencísimo atleta talaverano, oropesano de adoción Sergio Paniagua Escolar, es otra muesca más del varapalo que la crisis está suponiendo para la ilusión de tantos deportistas.


Sergio, corredor de fondo de 19 años, que milita en las filas de la UDATalavera, se preparó a fondo para optar a formar parte de la Selección española de cross que participó en el Europeo de Samokov (Bulgaria).

Dicho y hecho. El trabajo fue concienzudo. La extensa carta que ha hecho pública demuestra primeramente la ilusión que puso en el trabajo. Tras tomar parte en dos primeras pruebas de entrenamiento llegó el primer test, tan serio como que era la prueba de cross más importante del mundo, el de Atapurca, celebrado el 16 de noviembre. Quedó quinto.

Objetivo cumplido, ya que habitualmente la Federación llevaba a seis atletas por categoría. Seis por tres categorías (júnior, promesa y sénior), chicos y chicas, total, 36 corredores. Seis venía siendo la cantidad lógica, ya que solo puntúa la llegada de cuatro corredores a meta: hay que prever posibles contingencias.

El joven corredor talaverano se reservó en el segundo test, el Cross de Soria, para dar el do de piernas en el definitivo Cross de Alcobendas, donde terminó sexto en meta y quinto español. Éxito total y objetivo cumplido: Sergio estaba entre los mejores de España.

Su padre, el excorredor aficionado Cayetano Paniagua, explica que su hijo aspiraba a la plaza en la categoría promesa, de primer año. Explica que, en plena emoción por haber logrado el pasaporte para el Europeo, recibió el palo federativo de que en la categoría promesa solo iban a llevar a cuatro corredores, justificando la decisión por «falta de presupuesto». Decepción total en Sergio.

«EN NINGUNA PARTE VIENE DE MANERA OFICIAL»

Puesto al habla Cayetano con el delegado federativo, este añadió como toda explicación que «en ninguna parte viene determinado de forma oficial que acuden seis atletas por categoría». Cayetano se enteró que, de los 36 corredores que podrían haber sido seleccionados para el Europeo, solo acudían 28 en esta ocasión. «En categoría promesa solo han ido tres, o sea que ya España ni puede puntuar», esgrime el padre de Daniel con razón.

Cosas de la guadaña de los recortes. Sergio Paniagua ha estado desolado unos días, confiesa su padre, quien añade que la ilusión ha vuelto a él. Excampeón de Europa de 800 metros libres en categoría escolar, quiere dedicarse a atletismo por enorme que sea la tijera federativa, o sea estatal. Su talento le avala.

Estudiante de Grado Superior de Deportes (Tafad) en el IES Puerta de Cuartos de Talavera, se foguea concienzudamente en el campo de Oropesa, ya que la distancia entre esta población y Talavera es excesiva para hacerlo a diario. Y lo hace solo, que es lo más duro.

Eso sí, los viernes por la tarde se machaca con los compañeros de su club en Talavera. Por el tono de voz de su padre, por muy telefónico que sea, se advierte que la ilusión ha regresado a Sergio.

Pero no está solo a diario por aquellos campos oropesanos de Dios. Muchos estamos con él y contra la tijera, cuya injusticia (en la carta se queja de que no haya recortes en gastos extradeportivos, como los de los dirigentes) se ceba hasta con los talentos deportivos más evidentes. Pero todo tiene un fin. La tijera/guadaña no podrá con la ilusión de un joven corredor, que seguirá corriendo, corriendo, corriendo, como un tal Emil Zatopek, hasta llegar a su meta.  

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