El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presumido de la estabilidad política y económica con la que cuenta la región, que está «atrayendo inversión extranjera muy por encima de la media», un clima de «normalidad» que cree que «molesta» a los que «carecen de ella», por lo que cree que «no faltarán tentaciones de intentar rompernos la estabilidad y perjudicar».
«Es fácil que muchos quieran contagiarnos el caos en el que se vive, pero nosotros tenemos que mantener una línea común elemental, colaboración entre todos», ha expresado durante el acto del 50 aniversario del polígono Campollano de Albacete.
Unas palabras que ha pronunciado el presidente el día que la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, ni ha confirmado ni ha desmentido si se postularía para una posible sucesión en el PSOE de la región, con un escueto «veremos», a la pregunta de si se discute el liderazgo de Page en la región.
El presidente regional ha querido defender el modelo de «entendimiento, de normalidad», que cree que es el que está propiciando «a la chita callando» que la región se sitúe por encima de la media española en industria.
«Que otros se entretengan todos los días a golpes», ha insistido Page en referencia a la política nacional, puesto que entiende que «en España cuesta saber cuál es el interés colectivo, se discrepa de las metas», pero ha dicho que en Castilla-La Mancha «el camino a seguir es el de la normalidad», alejado del «ruido de discoteca» de la política nacional.