La historia de estos dos jóvenes albaceteños de Riópar y Hellín, Olivia Albert y Óscar Romero, es de auténtica mala suerte. Ambos se encontraban, el 24 de octubre de 2013, en Antigua (Guatemala), cuando un insólito accidente les provocó graves quemaduras por todo el cuerpo. Óscar intentó encender un interruptor de la corriente eléctrica en el domicilio donde estaba hospedado y se produjo una fuerte explosión por un escape de gas propano.
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Óscar y Olivia sufrieron una experiencia traumática en Guatemala, aunque ambos pudieron contarlo.
Ambos tuvieron que ser ingresados de inmediato en un hospital. Olivia, que trabajaba para la ONG PAVA, sufrió quemaduras en el 30 por 100 de su cuerpo y fue repatriada a España, al Hospital La Fe, en Valencia. Las llamas provocaron quemaduras en el 60 por 100 del cuerpo de Óscar, quien estaba a punto de comenzar a trabajar como soldador y que fue trasladado también a Valencia. En marzo de 2014 hablaban para los medios de comunicación: «Es como una montaña rusa, las cosas empezaban a salir bien y todo se ha esfumado».
UN INCENDIO QUE REFLOTÓ LAS CARENCIAS
¡Menudo susto! Aunque por fortuna todo quedó en el desalojo de unas 300 personas entre pacientes, trabajadores y familiares. El incendio se produjo en el hospital Virgen de la Salud, en Toledo, el domingo 1 de junio. Empezó en un cuadro eléctrico y las llamas reflotaron una vez más las graves carencias de un edificio obsoleto para el siglo XXI, a pesar de que el entonces gerente, Carlos Alberto Arenas, manifestó que debido a su antigüedad no se había escatimado en gastos en su mantenimiento preventivo.
LA HERMANA PACIENCIA Y EL ÉBOLA…
La hermana Paciencia Melgar, superviviente del ébola, paseó su sonrisa por Toledo. La inseparable compañera del padre Miguel Pajares, de La Iglesuela y fallecido por la terrible enfermedad, fue a Canal Diocesano y dijo, entre otras cosas: «No podemos darle la espalda cuando mi hermano está gritando», en clara referencia a las ayudas que el llamado Primer Mundo ha de ofrecer a África.
LINCES EN LIBERTAD SÍ, PERO…
Kairós, Kenitra y Kala formaban parte de un grupo de ocho linces ibéricos (junto a Kivu, Kung-fu, Kiki, Kaplan y Kiowa) que fueron reintroducidos en Castilla-La Mancha tras ser criados en cautividad, en el marco del proyecto Life Iberlince. Y decimos formaban porque los tres, por unas causas u otras, han muerto. De la cautividad al peligro de la vida real hay muy poco margen…
EL PAPA Y EL ARZOBISPO
El encuentro fue en Roma y quedará para la historia. El Papa Francisco recibió a arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez. Fue en la visita «Ad Limina Apostolorum» que realizaron 83 obispos españoles a la Ciudad Eterna.
CECI, LOS HERMANOS AZNÁREZ…
Estaba a 400 metros de profundidad y al final pudieron rescatarle con éxito tras 12 días de incertidumbre. Fue en la cueva de Intimachay, en Perú, donde Cecilio López-Tercero, quien vive con su familia en Méntrida (Toledo), practicaba con un grupo de amigos su gran afición: la espeleología.
Y el trabajo tiene su recompensa, porque el documental sobre los hermanos Juanma y Sergio Aznárez, éste ciego y autista, que relata su viaje en tándem desde Cuenca a Marruecos está terminado y se presentará a varios festivales nacionales e internacionales.
CARLETTO, EL PADRE LUIS…
Entre las visitas «ilustres» a Toledo, la de Carlo Ancelotti, Carletto, entrenador del Real Madrid aprovechando un día de descanso.
Y entre las historias humanas que más nos llegó al corazón, la del padre toledano Luis Pérez y sus hermanos misioneros en el corazón de África, con el ébola acechándoles cada minuto, cada segundo…
Contaba en sus cartas que, por ejemplo, «en poco tiempo los muertos podrían llegar a más de 20.000, y aunque el número de muertos de ébola se ha reducido un poco… No se puede entrar ni salir…».
Real como la vida misma.
La hermana Paciencia Melgar puede contar que sobrevivió al ébola. Recuperada, estuvo en Toledo.