El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha y secretario provincial del PP, Jesús Labrador, se «alegra» de que el nuevo líder del PSOE regional, Emiliano García-Page, «quiera entrar en la senda del diálogo y de la cooperación institucional» tras la oferta de pactos hecha por el también alcalde de Toledo a la presidenta de la comunidad, María Dolores de Cospedal.
En declaraciones a Efe, Labrador ha dicho, no obstante, que García-Page debería llevar esta postura a sus «últimos extremos» para que tanto el grupo socialista en las Cortes regionales como el grupo socialista de Castilla-La Mancha en el Parlamento nacional hicieran una «oposición coherente, constructiva y con arreglo a lo expresado por la mayoría de los ciudadanos hace unos meses». Respecto a cómo puede influir en este posible clima de entendimiento el cambio en la dirección regional socialista, Labrador cree que lo que influye es la «voluntad de prestar un servicio público».
«Yo creo -afirma Labrador- que por parte del PP siempre ha habido la máxima disposición a llegar a acuerdos y a buscar soluciones y si hay coincidencias personales, mejor que mejor». No obstante, «la mayoría de las veces no hemos encontrado respuesta a esas propuestas», ha puntualizado el también delegado del Gobierno y exconsejero de Presidencia y Administraciones Públicas hasta el pasado mes de enero.
Sobre el X Congreso regional del PSOE, «lo primero que no se percibe es que haya habido un cambio», según Labrador, ya que «siguen las mismas personas cambiadas de situación, pero, es más de lo mismo y es una continuidad de las políticas que nos han llevado a donde nos han llevado», ha dicho. Y ello a pesar de que el anterior presidente de la región, José María Barreda, no está, al igual que su predecesor, ni en la ejecutiva ni en el comité regional de los socialistas. «Barreda sigue siendo diputado nacional por Ciudad Real y según ustedes (los periodistas) sigue influyendo en el partido de forma importante y, además, estaban en el mismo equipo, Barreda como secretario regional, y García-Page como secretario provincial».
A juicio de Labrador, García-Page cree que debe dedicarse a trabajar y no a quejarse si alguien le critica por estar en desacuerdo con la política que ejecuta. De hecho -ha señalado el dirigente provincial del PP- los compañeros del grupo popular del Ayuntamiento de Toledo consideran, de forma fundada, que no se está haciendo una adecuada labor como alcalde, pues, «para eso le eligieron los ciudadanos».
Apuesta, no obstante, por que las relaciones con los alcaldes sean normales y «no vamos a entrar en el error de otros de tratar bien o mal en función del color político y, por tanto, trataremos de llegar con él a acuerdos que sean necesarios para favorecer a los ciudadanos de Toledo», ha manifestado Labrador.
Por otro lado y preguntado por si continuará en el cargo tras el Congreso Provincial del PP, Labrador se ha limitado a afirmar que ya se verá cuando llegue el momento y según lo que expresen los afiliados y lo que determine la secretaria general del partido y presidenta regional, María Dolores de Cospedal. Sobre si su cargo como delegado del Gobierno lo considera un ascenso o no, Labrador, que hasta mediados de enero fue consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, ha respondido que sobre todo se siente un «privilegiado», que ha tenido la suerte de que se haya confiado en su capacidad de trabajo y de gestión.
Preguntado sobre si la decisión de instalar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca) ha tenido un componente político, ha dicho que al Gobierno que está sobre el terreno (en este caso en el Castilla-La Mancha) «hay que escucharle», aunque la competencia de la decisión es la del Gobierno Central.
Sobre el agua, insiste en que la «única solución» es la aprobación de un Plan Hidrológico Nacional (PHN) sin enfrentamientos entre comunidades autónomas.