El CD Toledo perdió dos puntos frente a un decepcionante Albacete que sólo llegó y de penalti en el tiempo de descuento tras una torpeza tremenda del capitán Javi Sánchez, que entró con todo cuando maldita la falta que hacía. Todo ello tras un partido en el que el Toledo controló al Alba tras un gran gol de Carlos y disponer de las únicas ocasiones de un encuentro que a aquel nunca se le debió escapar, porque el conjunto verdiblanco pareció sobreponerse incluso tras producirse un socavón en la zaga debido a las bajas por molestias de dos centrales, Alberto y Dani Gómez.
Era de esperar, para los que están familiarizados con esto tan caprichoso del fútbol: el Toledo, al que le van las empresas heroicas, o llevar la contraria, iba de dar la de cal ante el pez grande, el Albacete, al menos en la primera parte. O lo que es o mismo: al Toledo le va la marcha de lo duro, de lo áspero, y se arruga ante la empresa cotidiana, la funcionarial, todo aquello que huela a rutina o regularidad, cuyo abono es la clave del éxito.
Bien es cierto que el Albacete defraudó en el primer tiempo. Solo su disciplina táctica, la correcta ocupación de espacios y poco más sirvió para cerrar los pasillos al Toledo en ataque y poco más. Pero como esto del fútbol y sobre todo del Toledo es muy caprichoso, una jugada de Primera, eléctrica, primorosa, entre Gerardo, Amores y Carlos acabó en un testarazo soberbio que besó las mallas de un impotente Miguel (aunque la pasividad de Rocha en la marca ayudó bastante). La jugada fue así: Gerardo taconeó a Amores, que de primeras embocó un centro perfecto de rosca que Carlos, quien venía como una moto, para aprovechar como mandan los cánones del buen cabeceo. El mismo Santillana podía haber firmado el testarazo.
Era la única ocasión del Toledo en toda la primera parte, el mismo bagaje que un decepcionante Alba. El Toledo, acusado y con razón de endeblez ofensiva, sellaba un 100 por 100 de efectividad. Así es el fútbol. Y sobre todo así es el Toledo.
…Y así es el Toledo, aliado con la fatalidad, con la buena y con la mala. Va en su ADN. Pues que firmó todo un segundo tiempo inmaculado, con oficio, sensatez, mandando en el tempo (perdiendo tiempo), acortando los minutos, hasta llegando con peligro -no así el Alba-, como cuando Boades cabeceó fuera por poco en un córner o Gerardo desperdiciaba una falta muy cercana a la meta de Miguel tras una falta por presumible cesión al portero de Candela que se inventó el árbitro en una de las desiones más disparatadas que se han conocido.
Mientras, el Alba fue a por el partido pero no llegaba. No creó ni una ocasión para desesperación de los suyos. Las bajas de los laterales Alba y Zurdo no justificaban el deceocionante partido del segundo mejor equipo de la categoría.
Por el Toledo, comenzaba a dictar su ley el ADN que le marca a hierro y fuego. Los dos centrales, ¡los dos centrales!, Alberto y Dani Gómez (que tuvo que centrar su posición de lateral por la marcha de Alberto y la inclusión de Aguirre en el lateral), tuvieron que marcharse porque se les subieron los gemelos, de tal manera que Boades tuvo que retrasar su posición.
Y como en el Toledo casi nada es normal, un partido inmaculado de efectividad y oficio, que parecía señalado para acabar en la primera derrota del Alba en el Salto del Caballo, terminó en el tiempo de descuento -claro, la duda ofende- con el capitán Javi Sánchez (cuya capitanía le debía servir para manejarse en el alambre) entrando a todo trapo sobre Sergio Molina cuando este ya había perdido la vertical a la portería. O sea, que le puso a Sergio Molina en bandeja de plata su cita con el gol. que siempre empieza en el banquilllo.
Lo dicho: el Toledo y tal. El mismo que contra el Alba perdió dos puntos.
1 – CD Toledo: Saavedra, Amores, Alberto (Aguirre), Javi Sánchez, Dani Gómez (Butra), Gerardo, Encinas, Boades, Carlos (Diego Carrillo), Dani Alonso y David Sanz.
1 – Albacete: Miguel, Rocha, Noguerol, Joan Castillo, Soria, Núñez (Alex Colorado), Candela, Tete, Curto, Ruiz (Añón) y Calle (Sergio Molina).
Árbitro: Herrero Arenas, del colegio aragonés. Mostró tarjetas amarillas a los locales Encinas y Dani Alonso y Javi Fernández (al que expulsó con tarjeta roja) y los albaceteños Rocha, Candela y Añón.
Incidencias: Buena entrada en el Salto del Caballo. Unos 2.500 espectadores. Se registraron unos incidentes entre las dos aficiones.