Pura sonrisa, sonrisa pura. Un torbellino de palabras, la alegría en persona… Coge la bicicleta por su pueblo, Alpera (Albacete), del que es alcaldesa, se monta y… ¡Ala! A recorrerlo de arriba abajo para ver cómo van las obras y, si es menester, también sobre el sillín a los Plenos del ayuntamiento. ¿Y en su «tiempo libre»? Pues ejerce como secretaria primera de la Mesa de las Cortes de Castilla-La Mancha en su condición de diputada regional del Partido Popular. Ahí es nada.
¡Ay Cesárea Arnedo…! «Cesi» para todos.
Dice en este adelanto de entrevista (que publicaremos, íntegra, mañana martes 6 en encastillalamancha.es) que ha llegado el momento de darle frescura a las Cortes, «y el presidente, Vicente Tirado, está por la labor»; que los diputados también han visto cómo han llegado las rebajas puesto que el Parlamento autonómico se ha convertido «en el más austero de España» y que, cómo no iba a salir su nombre, el nuevo líder regional del Partido Socialista, Emiliano García-Page, «es más de lo mismo, porque siempre ha estado a la sombra de José Bono y de José María Barreda«.
Habla de la reforma de la Ley Electoral de Castilla-La Mancha, de las comisiones de investigación que solicitó el PP cuando estaba en la oposición sobre CCM, de lo que la dicen los ciudadanos por la calle, de si María Dolores de Cospedal está más tiempo en Madrid que en la región que preside, de la marcha del exconsejero de Economía y Hacienda Diego Valle…
Afirma, curiosamente, que el cementerio nuclear (más finamente conocido como Almacén Temporal Centralizado) hubiera sido muy difícil que se hubiera colocado en Alpera, «porque en mi pueblo no hay un consenso (vecinal) como en Villar de Cañas; no habría habido…». Más clarita no puede ser. Que a su paisano Francisco Pardo, actual diputado regional del PSOE, «le han echado, no se ha ido», después de las catástrofes electorales; y que la fusión de Caja Rural Castilla-La Mancha y Globalcaja se hará, o no, «en función de lo que ellos decidan. Si quieren ir cada uno por su lado, perfecto; si van juntos, también, pero es una decisión de ellos».
¿Quieren saber cómo conoció a Bono cuando era estudiante en una residencia? ¡Porque tiene guasa la cosa! ¡Si hasta comieron juntos y Cesi no tuvo pelos en la lengua! Ya lo leerán mañana, ya… Y ahora la guinda del pastel: ¿Saben que estuvo afiliada tanto a UGT como a CC.OO.? Pero sin pagar cuota ni nada que se le parezca, ¿eh? Al menos es lo que ella dice y la creemos. ¡Una «popular» exsindicalista! ¡Toma ya! Dice que los conoce tan bien que no soporta la doble moral que practican cuando hablan de privatizaciones. He aquí sus palabras: «Conozco sindicalistas que llevan a sus hijos a colegios concertados, de religiosas y de curas, y cuando los oigo hablar de privatizaciones les digo: ¡No se os cae la cara de vergüenza porque no tenéis vergüenza!».
Preguntada por quién era no da ni nombre ni apellidos, pero sí las pistas suficientes para saber realmente quién es. Pero tendrán que esperar a mañana, a leer la entrevista completa en encastillalamancha.es, para averiguarlo.
Cesárea Arnedo, pura sonrisa, sonrisa pura. ¡Ah, se me olvidaba: encima toca el saxofón en la Banda de Música de su pueblo! Y la encanta bailar lo que la pongan por delante y disfrazarse en los Carnavales. Y…
¿Alguien da más?