La parroquia como comunidad de comunidades en la Iglesia, como laboratorio de comunión y participación y como familia han sido los tres ejes sobre los que ha hablado este fin de semana en Toledo, en el marco de las III Jornadas de Pastoral, el cardenal monseñor Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa.
«La cercanía y la sencillez del cardenal, a la vez que su contundencia y claridad a la hora de marcar las líneas que ha de seguir en nuestro tiempo la renovación de la Iglesia y, en particular, de la Parroquia, se han puesto de manifiesto en estas Jornadas, que un año más han vuelto a superar todas las previsiones de asistencia, pues han sido más de 750 las personas que han participado en ellas», informa la Archidiócesis de Toledo en nota de prensa.
El domingo, en el entorno de la Iglesia de San Ildefonso (Santuario de los Sagrados Corazones), monseñor Maradiaga ha puesto en valor la Parroquia como familia, donde «todos los miembros, desde su vinculación a la Iglesia-Madre, son enseñados por la Palabra de Dios, confortados con los sacerdotes e irradiados por el Espíritu del Evangelio».
Además, ha incidido en que la idea de familia tiene que estar en el centro de las acciones pastorales, afirmando que «es en la Parroquia donde el miembro más alejado es aquel que más preocupa y por lo tanto es al que hay que ir a buscar, al que hay que acoger y ayudarlo a que su retorno al seno del hogar sea para siempre». Y ha animado a todos los presentes, y a quienes están siguiendo estas jornadas por televisión, internet y redes sociales, a que nuestras comunidades parroquiales dejen de ser auto-referenciales y nostálgicas de tiempos pasados y pasen a constituir centros de referencia y atracción de alejados, así como a que todos los miembros de la Iglesia trabajen por crear justicia social para superar los males que está provocando en las familias la situación de pobreza material, espiritual y moral.
Después de esta conferencia, el Arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha dirigido unas palabras de condena ante los atentados producidos en París y se ha rezado una oración por todas las víctimas del terrorismo, en atención de la petición de los Obispos franceses de unirse para superar la tentación del odio y ser constructores de paz y solidaridad.
A continuación, en los Seminarios diocesanos, van a tener lugar los llamados Círculos de Reflexión, a través de los cuales los participantes, divididos en grupos, dispondrán de la oportunidad de profundizar en lo tratado en las hornadas de pastoral, tanto en las ponencias como en las diferentes experiencias pastorales presentadas a lo largo de las mismas, aportando sus ideas y reflexiones. Las jornadas concluirán con la celebración de la Eucaristía en la Catedral Primada, presidida por el Arzobispo de Toledo.